Inseguridad en Lima

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Por otro lado, la deficiencia en la educación provoca, como consecuencia de diferentes factores, la inseguridad en Lima. El bajo nivel educativo en la capital peruana aqueja, sobre todo a las personas que viven en zonas periféricas, que son habitadas por ciudadanos en situación de pobreza. Estos no reciben una educación de calidad debido a que no tienen los medios para acudir a escuelas privadas en donde el nivel educativo es mejor; por el contrario, estos reciben la educación ofrecida por el estado (educación pública), la cual, en muchos casos, resulta deficiente. Este aspecto desencadena en la deserción escolar. Muchos niños y jóvenes optan por dejar la escuela debido a que pierden las expectativas y la confianza de recibir una educación de calidad para asegurar la movilidad social, bienestar y éxito en lo personal y familiar. Esta situación genera que los ciudadanos pierdan oportunidades que podrían ayudarlos en su desarrollo personal. Debido a que estos no han culminado los estudios o no tienen una profesión, muchas veces no encuentran trabajo o solo pueden aspirar a buscar trabajos de baja calidad y con remuneraciones económicas insuficientes para mantener un hogar. Además, la mayoría de estos trabajos no brindan beneficios laborales o beneficios de ley como gratificaciones, seguros de salud, entre otros. Esta circunstancia genera que muchos ciudadanos vean en la delincuencia una opción para salir adelante. A causa de los bajos ingresos o carencias materiales, estas personas tienen mayor predisposición para conseguir lo que necesitan realizando actividades ilegales. A pesar de que los individuos poseen algunos valores que impiden cometer actividades ilícitas, en las circunstancias antes mencionadas, es sencillo que excedan este umbral debido a que los beneficios derivados del crimen son muchos. A causa de lo mencionado líneas atrás, se genera la inseguridad en Lima. Por ello, la mayoría de los ciudadanos padecen un sentimiento de inseguridad cuando están en las calles, que se puede presentar en dos aspectos. Por un lado, el sentimiento de inseguridad subjetivo se presenta en los limeños que tienen la percepción de que Lima es insegura; por otro lado, el sentimiento de inseguridad objetivo se presenta en los ciudadanos que han sido víctimas o testigos de la delincuencia que existe en nuestra capital.

En conclusión, las principales modalidades en que los delincuentes llevan a cabo sus actos son los robos y el atraco. Asimismo, la inseguridad en Lima es incrementada por la deficiencia en la educación, pues la carencia de calidad en la enseñanza provoca la deserción escolar y esta hace que muchos ciudadanos pierdan oportunidades para su desarrollo personal y toman a la delincuencia como una opción. Es esencial comprender esta situación, ya que, si no, no podrá combatirse la inseguridad en la ciudad. Lamentablemente, nadie puede decir que no está expuesto a ser víctima de los delitos que se presentan en las calles limeñas.