“LOS DESÓRDENES ALIMENTICIOS SON CUESTIÓN DE VIDA Y NO DE MODA”

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La anorexia Nerviosa.- Se caracteriza por la pérdida de apetito debido a un desorden mental de un cuadro depresivo. “Las personas que poseen dicha enfermedad tienden a obsesionarse por su apariencia física y viven con el temor a ganar peso o a engordar, cuentan las calorías que consumen, se obsesionan con la báscula, se someten a largas horas de ejercicio para quemar calorías y dejan de comer alimentos con alto contenido calórico”[4]. Las personas que padecen esta enfermedad disminuyen la cantidad de comida hasta que dejan de comer por completo durante largos periodos de tiempo, se convencen a sí mismas y a los que les rodean que no tienen hambre. Este trastorno puede causar la muerte si no se atiende a tiempo.

La Bulimia Nerviosa.- Tiene como característica principal la pérdida de control al consumir grandes cantidades de comida en poco tiempo (conocido como atracón o comilona) cuando no se tiene hambre. Las personas con bulimia tienen su peso normal o ligeramente arriba de lo normal. Después de haber consumido alimentos, las personas bulímicas tienden a deshacerse casi enseguida de lo que han comido a través de vomito inducido, laxantes, diuréticos, ejercicios extenuantes. Las personas bulímicas son emocionalmente inmaduros y dependientes del núcleo familiar, porque temen asumir el rol de adulto. “Los trastornos alimenticios se inician o presentan principalmente en adolescentes y púberes; muy probablemente, las personas de mayor edad que los padecen iniciaron conductas sintomáticas en esta etapa de su vida”.[5]

Estoy convencida de que a los primeros signos de alerta, debemos tomar medidas preventivas. Algunos de los síntomas que pueden alertarnos sobre la presencia de algún trastorno alimentario en caso de la anorexia, tenemos: Miedo a ganar peso de una manera exagerada, amenorrea (en mujeres), el enfermo se ve gordo a si mismo aun estando por debajo de su peso ideal, pelo quebradizo, suele esquivar comidas, no come en público, piel seca y amarillenta, caída de cabello, hiperactividad, irritabilidad, preocupación por la composición calórica de los alimentos, constante sensación de frio, disminuye la masa ósea y problemas con los dientes, presión arterial baja, mareos, desmayos, fragilidad en las uñas, osteoporosis.

Para el caso de la bulimia los síntomas que se presentan son los siguientes: Presencia de la sensación de pérdida de control durante atracones de comida, repetición de episodios de atracones de comida, ingesta una gran cantidad de comida en un lapso de tiempo muy corto, toma laxantes, diuréticos, ayuna mucho, sigue dieta estricta o hace ejercicio muy intenso, sufre estreñimiento o dolor abdominal, presenta un autoestima baja relacionada con su cuerpo, no siente placer al comer ni tiene preferencia de alimentos, no le gusta comer con gente, fatiga, irregularidad en los periodos menstruales, deshidratación, piel seca y escamosa.

Los efectos de los trastornos alimenticios en la salud son diversos grados de desnutrición y desequilibrios fisiológicos que producen diferentes complicaciones. “Los problemas cardiacos van desde las arritmias, hasta la disminución del tamaño de las cavidades del corazón, disfunciones de las válvulas cardiacas, baja presión arterial y mala circulación. Hay un alto índice de mortalidad, que va en aumento, debido a problemas cardiacos como consecuencia de trastornos alimenticios”.[6] En el caso de las mujeres, la amenorrea -en la anorexia- y las irregularidades menstruales -en la bulimia- son síntomas importantes y resultan útiles para establecer un diagnóstico diferencial. En el caso de los hombres se presenta disminución del interés sexual, de los niveles de testosterona y anormalidades testiculares. En ambos padecimientos se presentan síntomas gastrointestinales como dolores e inflamación abdominal, fuertes cólicos, constconstipación y diarreas.

Para todo esto, muchos investigadores están trabajando para descifrar y saber cómo tratar los desórdenes alimenticios. “La atención de los trastornos alimenticios no es fácil ni unívoca; debido a su complejidad, a la multitud de factores intervinientes y a la dificultad de su abordaje, el manejo de los mismos es una tarea combinada que requiere la conformación de un equipo de profesionales de diversas disciplinas que trabajen conjuntamente.”[7] Además me parece muy importante que a nivel nacional el gobierno haya implementado programas para ofrecer ayuda en los centros de salud y que se estén desarrollado planes de estudio en las escuelas para atacar este problema. De esta manera nos corresponde a todos abrir los ojos y no pasar por alto estos trastornos porque son casos de vida o muerte y no tomarlos únicamente como enfermedades que están de moda.

CONCLUSION

Con respecto a lo anterior, solo me queda decir que los desórdenes alimenticios son un problema que está marcando a nuestra sociedad y cada vez se hace más común encontrar personas con estos problemas, sobre todo en niños y adolescentes, lo cual considero que es aún más grave debido a que se encuentran en un periodo de desarrollo. Así mismo recomiendo que debemos tener presente que los problemas que causan tanto la bulimia como la anorexia, pueden ser físicos, emocionales y psicológicos, además de recordar que en casos ya graves, estos trastornos alimenticios pueden ocasionar la muerte o daños muy severos en el organismo del enfermo. De esta manera creo que no debemos perder de vista que por el hecho de que sean comunes, no significa que estén bien, o que no debemos prestarles atención porque son una moda y que pasando el tiempo van a desaparecer. Por el contrario debemos de poner mucha atención en nuestra alimentación y no permitir que los medios de comunicación nos envuelvan para comprar productos, ya sea en comida, ropa, artículos de belleza; lo cual nos modifica nuestro comportamiento individual de alguna u otra manera. Es recomendable tanto para los que sufren algún desorden alimenticio como para los que no, que nos preocupemos más por nosotros mismos y por nutrirnos debidamente, hacer ejercicio, informarnos con especialistas sobre todos los temas que tengan que ver con nuestra baja autoestima y con nuestra alimentación, para no obsesionarse con ser delgado y estar a la moda, porque esta obsesión nos podría llevar a perder la salud y hasta vida. La mejor solución es mantener una alimentación equilibrada, con horarios fijos, sin saltar ninguna comida, hacer ejercicio necesario, además de recordar que la mejor forma de verse bien por fuera empieza por sentirse bien por dentro, por lo que debemos cuidar nuestra autoestima y pedir ayuda siempre que lo necesitemos para no exponernos a este tipo de trastornos alimenticios que pongan en riesgo nuestra vida.