Las economías urbanas y el debilitamiento de las distancias

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En general las economías no han sufrido grandes cambios a lo largo de los años, aun estando en un estado de evolución, lo que sí ha cambiado en ellas es la implementación de mercados globales lo que ha influido en lo que se conoce como una nueva dinámica de valoración, lo cual se traduce en los altos precios que presenta el mercado en general, y en los altos niveles de beneficios que obtiene el sector productivo internacional.

Lo anterior, ha llevado a que algunos de los países que se encuentran en vías de desarrollo, se vayan integrando al mercado mundial, lo que debido a las expansiones de las bolsas a otros inversionistas y la privatización de lo que antes era el sector público, ha provocado un aumento en los niveles de especialización del empleo en relación a los servicios, comercio y finanzas de las ciudades más importantes para la economía mundial, lo que las ha llevado a convertirse en ciudades líderes en lo que respecta a la producción y exportación de productos y servicios, incluso financieros.

Como consecuencia de lo mencionado anteriormente, es que podemos evidenciar un gran crecimiento, en ocasiones desproporcionado, en la concentración de servicios en algunas ciudades, lo cual se debe principalmente a que éstas se encuentran, más que otras, fuertemente ligadas a las tecnologías, lo cual les ha disminuido considerablemente los costos y la congestión de tránsito y personas; además, la alta especialización y diversidad de servicios también aporta a esto, lo que también es más eficaz.

Como conclusión de la discusión que se abre a partir de las economías urbanas y el debilitamiento de las distancias, se puede decir que las ciudades se ven como lugares de producción, por lo que es necesario recuperar la infraestructura, empresas y empleos para así poder hacer funcionar una economía corporativa. Mientras que las distancias de las economías globales se debilitan gracias a la globalización, lo que incluye buenas infraestructuras (puertos, carreteras, aeropuertos, etc.) y a las telecomunicaciones, como el internet, que nos permite monitorear, concretar importaciones y exportaciones, entre otras cosas, en tiempo real.

Y en respuesta a la pregunta planteada en un inicio, y en base a todos los antecedentes descritos, es que queda la reflexión que la marginalidad, muy mal vista para la mayor parte del mundo, es beneficiosa para las grandes empresas, debido a que el cobro de impuestos y de mano de obra con mucho menores en países poco desarrollados, y es ahí donde obtienen un mayor beneficio, mientras que los centros financieros obtienen mayores beneficios cuando son localizados en los centros de grandes ciudades, donde se cuenta con mayor cantidad de recursos y actividades.

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