ORADOR PROFESIONAL: VELOZ Y PRECISO

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1º La impostación de la voz consiste en apoyarla en la base de la caja toráxica, con respiración normal haciendo que descienda la tráquea, el aire salga libre y producir el sonido con amplitud y en lo mejor de su calidad.

2º El orador ha de colocar su voz en un tono natural para mantener la palabra por más tiempo, sin fatigarse y matizarla con amplitud en su grado óptimo.

3º La impostación vocal se utiliza en el canto, la oratoria y permite fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido en su plenitud, sin vacilación ni temblor.

4º Según el doctor Loprete, hay tres elementos determinantes de la voz humana: el organismo, el ambiente y la personalidad. A saber:

- El organismo condiciona la voz, conforma el aparato vocal y ajusta el estado físico.

- El ambiente propicia hábitos elocutivos que provienen de la imitación o el contagio.

- La personalidad revela el temperamento, carácter y el Yo del hablante.

5º Impostar la voz es colocar nuestro timbre o matiz personal de acuerdo a los requerimientos del auditorio. Es adaptarla, hacerla audible al último de los oyentes, hablando sin cansancio ni fatiga.

6º El doctor Loprete sostiene que la amplitud de voz va en tres niveles: agudo, medio y grave. Hay que adaptarlo según el método siguiente:

- Realizar una profunda respiración abdominal.

- Expresar el sonido de la vocal “a” de diferentes maneras posibles sin apretar ni forzar la garganta.

- De esas emisiones, escoger la que resulte más fácil de expresar y la que es más vibrante.

- Tome ese sonido como nota media y lea un escrito, tratando de que su voz gravite alrededor de esa nota o tono.

- Trate de evitar las desviaciones que, por su amplia escala, generan riesgos más extremos.

3.- El orador deliberativo y la velocidad de respuesta.

La velocidad en el hablar para responder implica rapidez en el tiempo de la conversación, la emisión del discurso o la discusión bajo una dinámica grupal. Es pensar y hablar rápido, sin pausa, ni silencio largo por efecto de la pregunta o criterio del interlocutor; esto varía según la personalidad del orador, las circunstancias, las emociones o ideas que quiere expresar. Pero, no hay respiro, ha de estar en clara sincronía con la pregunta o la opinión que emite frente a un criterio adverso. Puesto que deliberar es discutir y se requiere de un orador torbellino, no un pusilánime.

Por eso, es importante que el orador deliberativo tome el tiempo de actuación según la respuesta que da. De ahí que debe hacer lo siguiente:

- Si el público es numeroso, la velocidad de hablar es menor.

- Si el público es pequeño, la velocidad al hablar es mayor con intervalos dosificados.

- Si expone ideas abstractas, datos estadísticos, razonamientos difíciles o complejos, el hablar es lento, pausado.

- Si expone ideas sencillas puede ir más rápido.

- Si expresa emociones de alegría, gozo, júbilo se puede hablar rápido, dentro del límite.

- Si expresa emociones de dolor, pena y tristeza, se dicen con velocidad moderada.

- Los discursos solemnes se expresan con ritmo de hablar majestuoso y lento.

- Las arengas, mítines o discurso polémico permiten mayor rapidez al hablar.

- En las pausas y silencios hay aprovechar para aspirar aire. No hacerlas largas.

4.- RECOMENDACIONES MÉDICAS SOBRE EL USO DE LA VOZ

Para el doctor Loprete, la voz es un valioso aliado a cuidar con estas sugerencias:

- Evite: fumar cigarrillos, todo tipo de tabaco ni abuse de las bebidas alcohólicas.

- Evite: la ingesta de líquidos muy calientes o muy fríos, ni se exponga a bajas temperaturas.

- No hable con la garganta y mucho menos grite, no irrite las cuerdas vocales.

- Realice ejercicios de inspiración y expiración, de diafragma con correcta respiración abdominal, de músculos cercanos a la boca, articulación y vocalización. Lea y cante.