Periodismo ciudadano, y su inminente peligro

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Por supuesto no dejo de lado que las empresas de medios pueden, por supuesto también, tener deficiencias o tendencias basadas en intereses. Y en muchos casos toman información ciudadana, arrastrados por las tendencias que marcan los videos de calle y porque, al final, son empresas que buscan vender.

Las redes sociales e internet son las plataformas del periodismo ciudadano, y con ellas sus peligrosos riesgos. Ya lo dijo el sociólogo polaco, recién fallecido, Zigmun Baumann, en una entrevista concedida a El País, el 9 de enero de 2016: “Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa”. Y cito esta parte de la entrevista porque, desde mi parecer, en este texto se refleja mucho de lo que representan los blogs, las cuentas que “informan” con base en el mencionado “periodismo ciudadano”. Al menos la mayoría de estos emisores.

En otro enfoque, esta práctica argumenta la esencia de su labor en que sea, según ellos, la forma de “ir contra” el sistema, contra el Estado (cuando el Estado somos todos); contra los medios ya conocidos y que manejan información controlada; control que puede ser, en tantos o más momentos, menos dañino que esa tarea social de rebelión que, muchas veces con información tergiversada y de una sola vía, buscan “concientizar”. Su información es tan tendenciosa como la que critican.

Ahora que, sin duda, la activación de todos, no sólo en el periodismo sino en diversas áreas, abona a una mayor democracia en nuestro país. Entonces, para informar y recibir información, cada quien puede analizar lo expuesto desde su propio enfoque; aunque considero debería ser con información de diversas fuentes y por supuesto con la responsabilidad social que implica ser un emisor de información, por hablar de la labor periodística. Pero al mismo tiempo, se tendría que estar consciente que al ser lectores y receptores de los medios, los que sean, también tenemos la responsabilidad de no promover información no corroborada. Por todo esto, si el periodismo ciudadano, como se ha llamado, comprueba el hecho y no el momento; se forma y busca informar y no deformar; y profesionaliza su actuar con el objetivo de no generar caos si no conciencia, sólo entonces será familia del periodismo, la profesión…el oficio.