Reflexión en torno a los eventos sísmicos de septiembre de 2017

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Competencia 11. Contribuye al desarrollo sustentable de manera crítica, con acciones responsables.

Atributos: Asume una actitud que favorece la solución de problemas ambientales en los ámbitos local, nacional e internacional. Contribuye al alcance de un equilibrio entre los intereses de corto y largo plazo con relación al ambiente.

Como sabemos, la labor del docente en la educación del siglo XXI implica la enseñanza de las competencias antes indicadas. Cuando uno las revisa a la luz de los eventos que se han comentado más arriba, hasta parece que dichas competencias fueron diseñadas como una respuesta a las situaciones de riesgo y de peligro que podríamos enfrentar en cualquier momento.

¿Cuántos de nosotros no hemos visto cómo los alumnos, muchas veces, toman como juego, broma u oportunidad para evitar las clases, los momentos en que se realizan simulacros o se imparten cursos de protección civil? Sin embargo, el pasado 19 de septiembre tuvimos también la oportunidad de verificar que a la hora de los hechos, nadie, ni siquiera el más disruptivo de nuestros alumnos se toma las cosas a juego. No es lo mismo cuanto te cuentan las cosas que cuando las vives y las experimentas en carne propia, a eso se refiere en el fondo, el concepto de los aprendizajes significativos.

Pues bien, el evento del 19 de septiembre nos abrió la oportunidad para que los alumnos internalizaran (como aprendizaje significativo) las tareas de prevención dentro de las cuales se enmarca la celebración de simulacros sobre qué hacer en caso de sismos. Ahora nuestros alumnos tienen la oportunidad de saber que las indicaciones que regularmente se dan, tienen una importancia vital, porque se trata de la vida, de la vida de cada uno y de la vida de todos los que nos rodean. Ahora saben que dejar una mochila a medio pasillo puede significar la diferencia entre estar vivo y no estar para contarlo.

También pudieron experimentar el sentimiento de solidaridad que nos motiva a ayudar a los compañeros que sufren desde una crisis nerviosa al momento del sismo, como los que sufren la pérdida de su patrimonio posterior al temblor de tierra, así pudimos verlo durante y después del sismo.

Pero nuestros alumnos no podrían reaccionar adecuadamente ante una situación tal, de no ser porque ellos se conocen a sí mismos y se valoran. Aunque hay que tener cuidado, conocerse y valorarse no implica quedarse atrapado en el hedonismo sino comprender que cada uno de nosotros es, a final de cuentas, un producto de la interacción social con otros, otros que también tienen valor, o mejor dicho, dignidad, una dignidad que amerita cuidarla a toda costa, pero para hacerlo más eficaz es importante saber cómo actuar, saber tomar decisiones ante situaciones extremas.

Entonces, va quedando de manifiesto la importancia de la labor docente a la hora de implementar estrategias y técnicas de enseñanza-aprendizaje para fomentar en nuestros alumnos el conocimiento y desarrollo de las competencias que aquí venimos comentando. En este momento, un momento de desgracia para muchos, también se abre una oportunidad, la oportunidad de que nuestros alumnos aborden la enseñanza como un proceso de aprendizaje significativo, en cuanto que la vida está de por medio en la aplicación práctica de estas competencias.

De modo que el sismo del 19 representa una oportunidad para que nosotros, los docentes, podamos operar el aprendizaje significativo de las competencias ya referidas, las cuales sin duda alguna tendrán buena recepción entre los estudiantes en este momento coyuntural. Sin embargo, la enseñanza exitosa de estas competencias capacitará a nuestros alumnos para el futuro, pues como ya lo he indicado, México es una zona sísmica y en cualquier momento será necesario actuar en consecuencia, qué mejor que con la preparación que hayan recibido de nosotros en torno a las competencias ya referidas.

Por el momento me reservo la posibilidad de comentar las estrategias, únicamente me limito a indicar la necesidad de cursos regulares de protección civil, primeros auxilios y ejercicios de simulación de desastres para que los alumnos vayan ejercitando un poco las habilidades que les serán necesarias para el caso de alguna eventualidad sea un sismo, un incendio o cualquier otro desastre natural o provocado.