Reporte de prácticas de observación y ayudantía.

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Para realizar la práctica docente, se deben tomar en cuenta los siguientes aspectos:

- Contexto.

- Estándares curriculares.

- Planes y programas.

- Niveles de aprendizaje de los alumnos (kinésico, auditivo, etc.).

- Hacer una planeación, pero adaptarla a los niños dependiendo de su avance.

Los docentes y los alumnos interactúan entre sí todo el tiempo, ya sea para dar indicaciones, para preguntar o para cualquier situación que se presente. Un docente es como un padre en horarios de clase, los niños les confían todo lo que pasa en sus casas, sabiendo que el docente no dirá nada a nadie. Esto lo notamos en clase, los niños nos platicaban muchas cosas acerca de sus padres, es difícil que se guarden algo.

La maestra habla con los padres a la entrada o a la salida, se ponen de acuerdo en todo lo que hay que hacer, y los padres cooperan adecuadamente con ella, no les ponen peros con el dinero, y siempre están atentos a lo que hacen sus hijos, y cómo se comportan en el día.

Más de una vez, los docentes se reunieron en el recreo, para dialogar y llegar a acuerdos, eso nos parece adecuado, así todo es más efectivo para todos.

Los docentes desempeñan muchas actividades, en la escuela, pueden participar en la guardia, en eventos, para impartir el orden, para planear bailables, etc. Y en el aula, hacen la mayor parte de su trabajo. Nuestra maestra se involucra bien en muchas actividades en la escuela y en el aula.

La maestra usa muchas herramientas didácticas, conductómetro, lista de castigados, alfabeto, cuadro de honor, entre otras. Eso ayuda bastante, los alumnos aprenden mucho más, ya que saben si hacen algo más y lo quieren mejorar.

Durante nuestra observación, nos dimos cuenta que el salón es algo grande, las sillas se pueden distribuir muy bien, eso es fundamental, ya que les da la oportunidad a los alumnos de que tengan su espacio, y al momento de realizar juegos de relajación o de concentración, no se golpeen entre sí o haya problemas de organización, y estaría bien que la maestra aprovechara eso un poco más.

El tiempo que se tiene para realizar una actividad es fundamental, se tiene que aprovechar al máximo, ya que un maestro debe tener el tiempo de explicar, repartir material y ayudar si es necesario, tomando en cuenta que son más de 30 alumnos esta tarea se vuelve algo complicada, pero no imposible si se planea antes de la actividad, y se toman las medidas adecuadas para que el niño tenga suficiente tiempo para realizar su actividad, ya sabiendo que hacer.

Algo más que vimos en las clases, es que hay muchos niños a los que se les complica el aprendizaje, prestan poca atención y distraen mucho al grupo, y, curiosamente, los niños que más ruido y desastre hacen son los que más saben.

Hay uno en especial, que tiene problemas de hiperactividad, a cada rato corre del salón, pero es el que más sabe. Está un poco retrasado en los temas, pero aun así sabe muy bien, lee con pausas pero comprende lo que está leyendo, sólo es cuestión de motivarlo a que trabaje, y con nosotros eso no fue problema. La maestra nos lo asignó y fácilmente logramos que trabajara y saliera más pronto a recreo.

Hay cosas que no me parecen adecuadas, los alumnos hacen muchas cosas que no deben y la maestra no les dice nada, tal vez sea para llamar la atención, pero la maestra no puede pasar por alto que los niños sean así y golpeen a otros niños, ella debe establecer el control para evitar accidentes o algo que se presente.

Un niño en especial, es muy hiperactivo, y no respeta ni a la maestra ni nos respetaba a nosotros, tomaba nuestras mochilas y las llevaba por todo el salón, y por más que le decíamos no nos hacía caso, sólo la maestra gritándole lograba controlarlo un poco.

Durante nuestras clases:

Nosotros nos dividimos las clases que íbamos a impartir, quedando así:

Sergio

José Luis

Asignatura: Matemáticas.

Asignatura: Español.

Durante la clase, me basé en el libro de español, viendo el último tema de “juegos y deportes con el viento”. Que habla sobre palabras compuestas.

Pregunté a los alumnos qué deportes conocen que se practican con viento, y me respondieron muy bien.

También les pedí que inventaran objetos basándose en otros dos objetos, y todos participaron adecuadamente.

El problema era que algunos niños no me hacían mucho caso, ya que no era el maestro real para ellos, y sólo se tranquilizaban si la maestra se los decía.

Finalmente, les pregunté que habían aprendido, y me sorprendí porque varios niños me respondieron positivamente, lo cual me hizo sentir bien, ya que a pesar de ser la primera vez que daba clases, no lo hice tan mal como lo esperaba.

Más de una vez nos quedamos en el recreo, cuidando a los niños castigados que se quedaron sin recreo, eso nos pareció adecuado, ya que los niños aprenden a que no deben portarse mal si quieren conservar su recreo a salvo, ellos están conscientes de que si se portan mal perderán de 15 a 30 minutos de su preciado recreo, y eso les ayuda a portarse mejor o a trabajar en la clase. También, antes de salir, los niños leían unos minutos, lo que no les agradaba tanto, pero sabían que si no lo hacían no iban a salir. En la salida, muchos niños tardaban mucho para anotar la tarea, y muchas veces los niños se veían presionados, ya que las madres y la maestra les decían que se apuraran y ellos no podían anotar tan rápido.

No solo ayudamos a la maestra en eso, también le ayudamos en cosas simples, como instalar un ventilador, cambiar los garrafones, prender y apagar el aire acondicionado (el cual no funcionaba adecuadamente, lo cual afecta a la concentración de los niños). Nos quedábamos un tiempo más en la salida para ayudar en lo que se ofreciera.

Al finalizar, simplemente nos despedimos de la maestra, hablamos un poco con ella acerca de las clases, comentando ciertos puntos sobre los alumnos y fue todo.

Ella nos apoyó muy bien, nos prestó libros y materiales para facilitarnos las clases, lo cual me pareció muy buen detalle de su parte, estamos muy agradecidos con ella.