Unidad II. Valoración Económica del Ambiente
Enviado por Ledesma • 10 de Diciembre de 2017 • 2.239 Palabras (9 Páginas) • 663 Visitas
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Una limitación de este método es el alto coeficiente de datos, los supuestos restrictivos sobre la conducta del consumidor (como por ejemplo, viaje con varias finalidades) y que los resultados son muy sensibles a los métodos estadísticos empleados para especificar la relación con la demanda, (Barbier y col, 1997).
- Método de los precios hedónicos
Se comparan dos bienes inmuebles de características semejantes (como tipo deconstrucción, tamaño, cercanía a servicios públicos, seguridad) que solo varíen en una característica ambiental, como por ejemplo en su cercanía a un rio productor de malos olores; luego, la diferencia de sus precios debe corresponder al valor de la calidadambiental.
El valor de la calidad del medio ambiente se deduce de los mercados de bienes raíces. La premisa básica es que el valor nominal de un bien raíz refleja una corriente de beneficios y que es posible aislar el valor de la característica medioambiental u oportunidad recreativa de que se trate. Es posible que los precios hedónicos sirvan para valorar algunas servicios eco sistémicos en términos de su impacto en el valor de las tierras, en el supuesto de que los servicios eco sistémicos se reflejen plenamente en los precios de la tierra, sin embargo este supuesto no se cumple en gran parte de las veces.
Para aplicar precios hedónicos a los servicios eco sistémicos es preciso que estos valores se reflejen en mercados sustitutivos. En caso de que exista distorsión de los mercados, de que los ingresos condicionen las posibilidades de elegir, de que la información sobre las condiciones medioambientales no se difunda ampliamente o escaseen los datos, es posible que disminuyan las posibilidades de aplicar este método, (Barbier y col, 1997).
- Método de la valoración contingente
Se basa en encuestas al público (consumidores) en las cuales los encuestadorespreguntan a acerca de la disposición a pagar (DAP) de los encuestados respecto de lapreservación de un bien o de la preservación de la calidad actual de este; o la disposición a ser compensado (DAC) de los encuestados ante la pérdida de un bien ambiental o la perdida de la actual calidad de este.
Este método establece un mercado hipotético para determinar la disposición de los entrevistados a pagar. Según la literatura actual Este es casi el Único método que permite medir los valores de opción y existencia.
Este método es uno de los más usados, ya que presenta el gran beneficio de permitir la posibilidad de valorar toda la gama de valores que presenta el VET.
- Importancia de la valoración económica para las organizaciones.
El dilema entre crecimiento económico y protección ambiental aún no ha sido resuelto; sin embargo, ambos conceptos se han empezado a integrar. Esta integración está estrechamente asociada al concepto de desarrollo sustentable. El desarrollo sustentable tiene como premisa el equilibrio entre la actividad económica, los sistemas biofísicos y la calidad de vida de la sociedad. Mantener ese equilibrio implica conocer y dar valor a los costos y efectos negativos, así como a los beneficios, que se producen por la selección de las actividades económicas y los patrones de consumo relacionados con la diversidad biológica.
Contar con indicadores que midan la sustentabilidad y el progreso económico como parte de las estadísticas del desempeño socioeconómico, del comercio y las finanzas del país, y, por el otro, que el Sistema de Cuentas Nacionales registre el valor económico de los recursos biológicos y su biodiversidad, y el valor de su uso, agotamiento o degradación, incorporándolos en los costos y beneficios, en términos de la capacidad futura de la economía y de la sociedad. El capital natural está conformado por el aire, el suelo y el subsuelo, el agua, los mares y, en general, todos los recursos biológicos y todas sus interrelaciones. Parte del capital natural la constituyen el aire limpio, el agua disponible y no contaminada, los suelos fértiles, las especies y ecosistemas sanos, los paisajes disfrutables, los microclimas benignos y todo aquello que ayuda al bienestar y a la calidad de la vida, incluyendo todos los valores religiosos, culturales, éticos y estéticos que representan la existencia de los recursos naturales. Su conservación productiva se vincula al bienestar de las sociedades por su contribución real y potencial a la riqueza de las naciones. La humanidad se beneficia de este capital natural a través de la provisión de bienes tales como alimentos, medicinas, materias primas; de los servicios ambientales, como la conservación y almacenamiento de agua, la calidad del aire, del agua y del suelo; y los servicios de recreación para las generaciones presentes y futuras. Habría que añadir el valor propio que tiene el capital natural desde la perspectiva de una visión ética más amplia y menos antropocéntrica. Sin embargo, a pesar de todos estos beneficios, las cifras mundiales arrojan otra realidad: la creciente degradación y agotamiento de los recursos biológicos y de su biodiversidad. Esto ha llevado a la extinción de un numeroso conjunto de especies de plantas y animales, y a que otras estén amenazadas con desaparecer. La pérdida de biodiversidad es considerada como uno de los problemas globales más importantes.
Adicionalmente, la actividad económica no reconoce de manera explícita el valor de uso de los recursos biológicos y de los servicios que proveen, provocando frecuentemente el agotamiento, la degradación y la cancelación de los usos presentes y futuros de dichos recursos. La ausencia de esta valoración ha permitido que durante mucho tiempo sólo se tomaran decisiones basadas en las estrictas señales de mercado (cuando existen mercados formales o que proporcionan elementos para su seguimiento) o en las necesidades primarias del desarrollo. La distorsión de precios en mercados subsidiados ha generado incentivos para el uso excesivo de los recursos y propiciado su creciente escasez. A pesar de su carácter estratégico para avanzar hacia el desarrollo sustentable, los servicios ambientales de los ecosistemas y la conservación de la biodiversidad son generalmente desatendidos por las políticas de subsidios, o por la rentabilidad comercial, que favorecen la apertura de tierras para actividades agropecuarias, el crecimiento urbano desordenado, la concentración industrial excesiva y la sobreexplotación de los recursos biológicos. En similar situación se encuentran otros recursos naturales comunes, como el agua o el aire limpios, que, por no tener valores económicos asociados, son explotados por unos en perjuicio de otros.
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