Yo, psicópata. Diario de un asesino

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Cuando por fin se acercó a Martha entonces fue cuando se distrajo totalmente del trabajo que estaba realizando, se puede notar como en el diario a partir de esos días desaparece el discurso ególatra que nos contaba a un inicio.

Puede ser que ve en Martha la imagen materna que el valora de una manera importante ya que él decía que su madre en la única persona que había conocido en el mundo que vale la pena, al conocer a esta mujer nos damos cuenta de que en ningún momento forma un juicio de desprecio hacia ella o hacia su hijo.

Durante ese lapso Carlos ni siquiera piensa en asesinatos sin embargo el pensar que hay una persona que conoce sus secretos hace que se deteriore su estado tanto mental como físico lo que lo hizo bajar la guardia de manera que quedó atrapado en el juego de su discípulo.

En los últimos asesinatos cometidos fue descuidado de una manera tal que ya no le importaba mancharse de sangre o si quiera el corroborar que la persona a la que atacara de verdad fuera el discípulo.

Puede que esto se haya dado por la llegada de Martha que lo hizo dudar del si de verdad él podría querer a alguien. Tal vez de alguna manera se vio reflejado en el hijo de la mujer pues formulaba preguntas que lo dejaban pensando.

Al tratar de encontrar el discípulo su rendimiento en la empresa bajó junto con su capacidad de poder resolver los problemas que se le iban presentando.

El discípulo lo manipulo de tal manera que lo hizo perder a la única persona con la que había llegado a compartir algo hasta ahora lo que lo cegó para que a consecuencia de eso pusieron haberlo atrapado.

Durante su detención nunca se le noto asustado o nervioso más bien creo que él ya se había formado alguna vez la idea de que si lo llegaban a atrapar lo aceptaría, solo que no quería que lo atraparan tan rápido.

Finalmente al enterarse de que el chico de los periódicos era la persona que lo atormentaba no pudo matarlo ya que cayó en cuenta que en efecto existía alguien más inteligente que él, algo que nunca pudo ver llegar ya que se había centrado en dar por sentado su opinión referente de las personas, gracias a su ego no pudo ver que había alguien mas controlándolo que a mi parecer eso hizo que finalmente terminada la tormenta que le había provocado brevemente en su vida Carlos aceptara su destino como la marioneta del vendedor de revistas.

Tenía que eliminar todas las distracciones que había en su vida para así poder tenerlo en control total.