Nació en Miraflores en 1946. Estudio la primario en Lima y secundaria en la escuela de aplicación de la Cantuta en Chosica.

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Tantas monedas tenía chalona en su bolsillo que regreso feliz balanceándose sobre sus pasos.

El heladero lleno de rabia lo arrojo contra el piso y lo amenazó diciéndole que si lo veía otra vez lo iba a matar.

En ese momento tocino apareció por la esquina. Al verlo en el suelo le pregunto ¿Qué paso? Y chalona le respondió diciéndole que tenían que cortarse el pelo pensando que así el heladero no lo reconocería.

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CAPITULO V

Una Terrible Decisión

Tocino mirando a chalona recordó que una vez quiso abandonarlo en un parque grande y oscuro donde habían dormido las últimas noches. Antes de mudarse a un hotel de Miraflores.

Habían escogido ese lugar era de malas referencias y porque podían esconderse entre las hierbas abundantes.

Aquella noche tocino se había molestado con chalona porque antes de dormir le murmuro al oído y le dijo apenas tenga plata claro después de trabajar se iba a comer un lomo saltado calientito y bien jugosito. Y chalona que había aguantado el hambre todo el día, se molestó tanto con su hermano que pensó en abandonarlo.

En eso se preguntó cuánto tiempo habían estado juntos y cuánto tiempo más tendría que pasar con él. Esa noche tuvo que tomar una terrible decisión de dejar a chalona que dormía con los ojos abiertos o quedarse con él.

CAPITULO VI

El “Fulbo”

Al día siguiente tocino iba a jugar un partido con sus amigos “los chatos” por la tarde en la playa de arena en la costa verde, chalona estaba estudiantado porque tenía la ilusión de también poder jugar y apenas sus amigos que Iván a jugar los chotearon porque era muy chiquito y flaquito en cambio a tocino como tenía tamaño y volumen lo pusieron para la defensa.

Se Iván a enfrentar contra los “malditos” que eran los pirañitas más terribles de lima, la apuesta era una gaseosa grandezaza, empezó el partido y chalona estaba sentado y cuidando las cosas de todos con la esperanza de poder jugar y molestando a tocino con querer jugar.

El partido estaba bonito los dos equipos estaban parejos hasta que llego un gol porque hubo mano por parte de los malditos y eso hiso a los “chatos” ponerse bravos hasta que llegaron a empatar el partido, faltando pocos minutos para acabar el partido ya muy cansado tocino sin poder respirar y

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como no había nadie mas en la banca de suplente entro chalona a jugar nervioso y sin saber que hacer porque tocino nunca le había enseñado a jugar, un pelotazo en la cabeza lo hiso reaccionar y había metido un gol y los gritos de ¡GOOOOOl! lo dejaron sordo y al darse cuenta todos que había metido gol en su propio arco lo quisieron jalonear y golpear y terminaron yéndose los dos y tocino termino pagando toda la puesta el solo y en el camino no dejaba de resondrar a chalona y subiendo el acantilado se dieron cuenta que los malditos los venían siguiendo y con miedo chalona sin querer hiso resbalar los piedras que asustaron a los malditos que fueron corriendo y ellos no pararon de reírse.

CAPITULO VII

Tos de Perro

Después del partido de futbol tocino callo enfermo le dolía todo el cuerpo y no tenía ganas de comer y de la mano de chalona caminaba como un sonámbulo bajo la llovizna de la ciudad.

Chalona al ver a su hermano en este estado tan terrible después de haber hecho todo lo que le aconsejaron decidió llevarlo a donde la señora de las hiervas porque él le tenía mucha fe a esa señora porque ya había ido un año atrás cuando le salieron unas ronchas en todo su cuerpo, el recordó que cuando estuvo ahí para curarse llego un niño con su perro que cuando tocia parecía que se iba a desarmar.

La curandera le dio un líquido rojo al perro que era como sangre y lo envolvió en una manta caliente y le pidió al niño que valla por alimentos para su perro.

Al terminar con el perro la curandera atendió a chalona y le dio un remedio que le ardió como el ají pero lo alivio de inmediato y ahora después de casi un año regresaban convencidos que ella curaría el resfrió de tocino, al llegar las curandera al ver a tocino lo mando derechito con el viejo doctor de la farmacia para que le ponga una inyección para ese resfrió y tocino estaba con miedo porque no le gustaba las inyecciones, se dejó poner.

y caminado a casa en un gesto de hermano mayor le cerro el saco y le dijo ¡qué bueno que tú no te hayas resfriado! ¡Es horrible! Donde de pondrían la inyección siquiera yo tengo carne.

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CAPITULO VIII

Serafín

Después de almorzar en los alrededores del mercado, tocino decidió que ya era hora de volver a la ciudad. Se sentía cansado y solo tenía ganas de dormir.

De pronto se encontraron con un niño como de la edad de tocino, Estaba con un uniforme escolar en su puesto de ambulante acomodaba su mercadería y saludaba a los que pasaban caserito, caserita, decía.

Chalona lo reconoció pues, ya alguna vez había hecho negocios con él. Así que chalona se encargó de negociar con él y con todo el descuento que consiguió solo les alcanzo comprar un par de guantes que después lo compartirían. Cuando ya se iban el niño se acercó a tocino y le dijo hola no te acuerdas de mi yo soy serafín de la escuelita municipal y lo invito a jugar un partido el domingo y le entrego un volante y se fue.

Caminando tocino recordó las calles el mercado y el parque donde jugaba con su papa y de regresó a la ciudad chalona quería que tocino le dijiera que decía el papel que le entrego serafín pero él le dijo que no sabía leer y se avergonzó y le pregunto y a ese niño serafín lo conoces? Te llamo por un nombre? Y tocino lo recordó como su compañero de clases, tareas y juegos y se asombró por los recuerdos que le venían a la mente, pero las palabras lo abandonaban y se acordó que una mujer lo llamaba y se vio sentado y su corazón se estrujo.

Chalona miro a su hermano siempre le había parecido tan grande pero se daba cuenta que era un niño igual al que nunca había llorado y al ver ese gesto en la cara de su hermano se arrepintió de haber ´preguntado y ya no quiso saber más y le dijo vamos tocino se hace tarde.