Soy estudiante de la Escuela Normal de Jalisco, estudió la licenciatura de educación secundaria con especialidad en matemáticas, actualmente curso en segundo semestre
Enviado por Sandra75 • 15 de Noviembre de 2018 • 839 Palabras (4 Páginas) • 517 Visitas
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La impulsividad funcional consiste en una tendencia a tomar decisiones rápidas cuando la situación implica un beneficio personal, lo que supone un proceso de toma de decisiones con riesgo calculado; por el contrario, la impulsividad disfuncional, está relacionada con la tendencia a tomar decisiones rápidas e irreflexivas en situaciones en las que esta estrategia no es óptima, con consecuencias negativas para la persona.
La impulsividad y la agresividad constituyen rasgos de la personalidad estrechamente relacionados. La impulsividad, en ocasiones, puede dar lugar a conductas agresivas, estimándose la impulsividad como uno de los predictores más significativos de la agresividad.
“En tiempos de conmoción y declive de las instituciones modernas, cuando el tejido social en general y los espacios que los sujetos habitan se ven debilitados y reformulados, el lugar de los jóvenes aparece doblemente cuestionado, tanto por su condición de jóvenes históricamente, el eslabón más débil en la cadena de vínculos sociales como por constituir el espejo en el cual la sociedad mira sus propias fallas”.
(Tenti Fanfani, 2000).
Elegí trabajar con la teoría de Vigotsky porque de acuerdo con ella es necesario e indispensable para el sujeto el interactuar con el medio para apropiarse de la cultura en la que se viva, y lograr el desarrollo del individuo. La teoría psicoanalítica también conocida como ideas freudianas revoluciono al concepto y tratamiento de los problemas emocionales.
La teoría, más allá del aprendizaje de la conducta agresiva, hace referencia a los elementos que la activan y canalizan. Son los denominados “instigadores”, como el modelamiento con función discriminativa, des inhibitoria, de activación emocional o de intensificación del estímulo, el tratamiento aversivo (ataques físicos, amenazas, insultos, etc.), la anticipación de consecuencias positivas y el control instruccional (recompensar la obediencia a determinadas órdenes que exigen conductas agresivas y violentas y castigar su incumplimiento.
“La conducta agresiva está controlada en gran medida por sus consecuencias, por lo que si alteramos los efectos que produce, puede ser modificada”.
(Bandura, 1973).
Por eso para reforzar el buen comportamiento de nuestros alumnos es necesario un reforzamiento o un ligero castigo que puedan alteras ese comportamiento agresivo e impulsivo que hay en ellos, independientemente de las circunstancias o del alumno agresivo, mediante prácticas que permitan mejorar la actitud, disminuyendo la agresión y no justificar la agresión. Así fomentar la libertad, justicia, paz e igualdad en nuestras aulas. Utilizando la responsabilidad que tenemos nosotros los docentes, como representantes y mediadores del grupo.
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