AUTOBIOGRAFÍA CULTURAL

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América gracias al hermano de mi madre pues él apoyaba a ese equipo, veía sus partidos por tv, tenía banderas en su cuarto, me hablaba del club y me invitaba a ver los partidos con él, cosa que yo disfrutaba mucho pues lejos de ser solo mi tío era mi amigo, era mi ídolo, era como un padre e influenciaba en mi para apoyar a dicho club. Conforme fui creciendo y aprendiendo más cosas del equipo, me sentí identificado con el y elegí a este como mi equipo favorito pues lejos de su contexto o de la polémica que existe por ser el equipo de la televisora más grande y asquerosa del país me alegra apoyarlo, ver sus partidos o enterarme de que obtuvo buenos resultados.

Con el paso de los años seguí practicando y aprendiendo cosas nuevas con respecto al fútbol, cambiando de un club a otro y jugando en diferentes ligas infantiles fui adquiriendo nuevas habilidades técnicas, físicas y mentales que me llevaron a destacar desde niño en este deporte, pero no fue sino hasta los 12 años cuando comencé a practicarlo a un nivel más alto, gracias a que me fui a vivir a la ciudad de Córdoba, Veracruz donde me rodee de amigos que compartían la misma pasión por el fútbol. Viviendo allá comencé a jugar a nivel amateur en la categoría libre donde la exigencia era mayor que en una liga infantil por el simple hecho de jugar con personas mayores teniendo yo 13 años de edad y todo eso me ayudo a exigirme más y mejorar día con día pues me motivaba el jugar al tú por tú con personas con más experiencia y fue la dedicación y constancia que le dediqué al fútbol las que me llevaron a jugar en fuerzas básicas de Cruz Azul en la ciudad de Orizaba, Veracruz y a jugar en ligas de alto nivel hasta los 17 años que fue cuando regrese a vivir a la Ciudad de México.

Mi sueño en algún momento como casi todos los que practican seriamente este deporte era convertirme en jugador profesional, pero al regresar a la ciudad mi visión con respecto a otras prácticas culturales se expandió y ya no prestaba la misma dedicación al futbol como lo hacía en Veracruz. A mi regreso llegué a obtener gratificaciones económicas por jugar, conocer a celebridades del medio e incluso jugar contra ellos pero nunca alcance el nivel profesional y al rodearme de amigos que no se apasionaban tanto como yo por el futbol y realizar otras prácticas culturales deje de visualizarme como jugador profesional pues no le prestaba el tiempo necesario por falta del mismo.

Hoy en día sigo jugando a nivel amateur en distintos lugares y defiendo orgullosamente los colores de mi equipo por amor al futbol, a la competencia y al deporte pues si bien soy consciente que no seré un jugador profesional sigo disfrutando mucho patear el balón como desde la primera vez que lo hice cuándo tenía 3 años.

Análisis:

El fútbol es el deporte más popular en el mundo, mueve multitudes, genera expectativas y a quienes les gusta aun sin jugarlo les genera una pasión única. Cada quien se identifica con este bello deporte como quiere hay quienes se apasionan en exceso que pueden llegar a los golpes por defender aquello que consideran simbólico en sus vidas y aunque no comparto la idea del fanatismo desenfrenado es totalmente respetable la manera en que cada persona que le guste el futbol viva su pasión pues no todos nos identificamos de la misma manera con cierta práctica.

Mi caso en particular es por amor al deporte pues aunque tenga a mi equipo favorito conforme pasen los años podría dejar de interesarme el ver un partido por tv, en el estadio o los resultados que pueda obtener mi equipo, más sin embargo no podría dejar de practicarlo ya que mi intención es seguir jugando hasta donde me sea físicamente posible pues las emociones que me genera cuando estoy en el terreno de juego son únicas pues a lo largo de los años que llevo jugando he creado un lazo muy estrecho con la manera en que puedo sacar ciertos sentimientos tales como coraje, estrés, o tristeza y considero es una forma de expresión sana para desahogar diversos sentires haciendo algo que me gusta y disfruto que es el jugar al fútbol.