Acción pedagógica permanente.

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Por otra parte la teoría de la conducta, según Albert Bandura (Ob.Cit) acepta que los humanos adquieren destrezas y conductas de modo operante e instrumental, rechazando así que nuestros aprendizajes se realicen, según el modelo conductista refiere que es necesario el condicionamiento que refuerzos forman y mantienen un comportamiento determinado, describen las condiciones en que se aprende a imitar modelos, aborda la forma en que los sujetos construyen el conocimiento teniendo en cuenta el desarrollo cognitivo, con métodos que coadyuven a la formación de los discentes siendo los docentes agentes pedagógicos ideales en la búsqueda de la realización personal del educando, en cada uno de los centros educativos del país, se demanda la integración, participación y compromiso de los docentes de manera determinante en la formación de la sociedad que se necesita.

Así mismo se deben enfrentar retos para que el país sea capaz de producir conocimiento, tecnología de vanguardia y formar profesionales altamente competitivos, llenos de valores que logren incorporarse con éxito a la sociedad. En este sentido, la misión es formar profesionales con ética, creativos, competentes, y comprometidos en la solución de problemas, que generen conocimientos útiles para vivir mejor y difundir los productos humanísticos, científicos, tecnológicos y artísticos, para engrandecer la cultura, promover la justicia y favorecer la democracia, la equidad social y la igualdad de oportunidades.

En este sentido, las instituciones educativas se convierten en el centro de acción comunitaria donde se dan posibles respuestas a problemas sociales a través de valores como integración, participación, comunicación y organización del colectivo escolar relacionada a los preceptos constitucionales y políticas educativas que generan en la formación del ciudadano que se necesita. En relación a esto, los docentes deben ser personas, dinámicas que estimulen la solución de problemas, promover la interacción, hasta llegar a satisfacer intereses y necesidades propias, individuales, y colectivas. Al respecto la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) es su Artículo 104 establece que “La educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad académica…”

En la dinámica escolar el colectivo docente es parte esencial en el éxito y evolución social como un todo, es decir son corresponsables de la proyección de la acción educativa formada en valores en determinada comunidad. En este particular Pérez – Esclarín, (2002), expresa:

Los maestros y profesores deben reculturizarse, para dejar de ser ejecutores de tareas y perseguidores de recetas, para ser los protagonistas en el cambio educativo, por ello, deben concebirse como investigadores y planificadores, capaces de asumir la globalidad del proyecto educativo, superando la visión reducida de considerarse meramente como docentes de un determinado grado o materia en particular. (p.118).

En este marco de ideas, los docentes deben procurar ejercer su función con responsabilidad y compromiso que les permita lograr cambios importantes en los contextos educativos logrando las transformaciones que la sociedad demanda. De allí se derivan las necesidades de la escuela y de éstos de realizar el análisis de sus funciones y revelar las capacidades y valores que debe tener, como son integración, motivación, comunicación y trabajo en equipo, por lo que se hace indispensable lograr que las instituciones posean relevancia por el momento histórico que actualmente se vive, en el cual la sociedad requiere docentes altamente comprometidos con la ocupación que ejercen.

Enlazando las ideas antes plasmadas con la otra variable del estudio, se puede mencionar que a partir de esta perspectiva, las relaciones interpersonales se constituyen en una herramienta fundamental para la interacción, definida según Satir (2013), como: "Las formas como las personas intercambian información, incluye tanto la información proporcionada como la que reciben y la manera en que ésta se utiliza; de su efectividad dependerá de la calidad de convivencia social." (p. 31)

En este sentido, los educadores que laboran en el nivel de educación inicial han de mantener una comunicación con los miembros del equipo de trabajo de acuerdo al currículo del nivel. De esta manera, éstos deben resaltar sus roles como mediador, orientador, facilitador, investigador, modelador en los procesos constructivos del aprendizaje de valores y normas que conducen al comportamiento ajustado a una disciplina laboral, ya que desde la perspectiva del comportamiento social, los docentes han sido uno de los de mayor incidencia en situaciones con incremento de acciones contrarias al proceder deseado en una comunidad escolar, dificultando las acciones pedagógicas y colectivas que generen una acción educativa óptima.

De esta manera, existe la necesidad de crear contextos que permitan aplicar estrategias que resalten las relaciones interpersonales, consistentes en un conjunto de enseñanza espiritual, desarrollo mental, humanístico, una mezcla de razonamiento de competencia fundamentada en todos los individuos, que logren optimizar y fortalecer estas relaciones y por lo tanto el clima organizacional ya que el desempeño laboral y la praxis docente mejoran cuando se ponen en práctica estas herramientas.

Sin embargo, los estudios de Hurtado (2011), demuestran la existencia de una doble y contrapuesta realidad; un venezolano con una elevada capacidad para el logro del aprendizaje individual, pero con serias dificultades para convertir esos aprendizajes en saberes colectivos; de allí que resulta común los casos de educadores que un amplio espectro de logros personales y que, sin embargo, han fracasado al intentar constituir grupos sociales eficientes y persistentes, mediante relaciones interpersonales efectivas.

En este marco de ideas, se evidencian en algunas instituciones que los docentes no mantienen buenas relaciones interpersonales, lo que genera situaciones conflictivas que impiden la buena marcha de la organización por crearse barreras que contrarrestan las directrices a seguir, propician actitudes no cónsonas con los lineamientos institucionales y en otros casos propician malestar entre sus miembros.

Esto se debe, a que los directivos y docentes hasta el momento no se han esforzado para crear un ambiente idóneo para optimizar las relaciones interpersonales, y cumplir con un trabajo en equipo en beneficio de la institución y en sí mismo como es mejorar la calidad de vida de cada uno de los que allí hacen vida activa.

Con relación al problema planteado, Martínez (1994),