Discurso. ¿Qué prefiere primero: las buenas o las malas noticias?

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Los arboles más grandes del mundo, generalmente suelen crecer juntos y así forman grandes bosques. Algo peculiar en ellos es su enorme sistema de raíces, las cuales, entre ellas se entrelazan formando un anclaje que hace que soporten fuertes tempestades. Y debido a lo altos que son pueden proteger con su sobre a los más nuevos, a los que apenas empiezan a crecer. Y las hojas de estos árboles cuando caen al suelo enriquecen la tierra.

Por esa razón en todo el mundo, los miembros del pueblo de Jehová, se benefician mucho tanto del apoyo, como de la protección de estos árboles grandes, es decir, de los cristianos ungidos que aún están en la tierra.

Estos árboles grandes surgieron poco después de la muerte cristo, justo en el año 33 de nuestra era, cristo fue resucitado y recibieron el espíritu santo y de ahí se dieron a la tarea de proclamar las buenas nuevas tanto en Jerusalén como en toda Judea y en Samaria y hasta la parte más distante de la tierra, así de esa manera comenzaron a reestablecer la adoración verdadera y junto con ello anunciaban la esperanza de una vida mejor, es decir, proclamaban la buena voluntad de Jehová, lo mismo que hizo Jesús.

Se imagina ¿cómo se sentía la gente al escuchar las buenas nuevas de algo mejor?, quizás muchos se imaginaban y cobraban ánimo, quizás algunos hasta se alistaban para predicar, y es que, las buenas nuevas sirven para vendar a los quebrantados de corazón.

Por eso no nos sorprende que Jesús a partir de 1919, ocupara al resto ungido para reedificar los lugares que generación tras generación, habían estado desolados, tenían que restaurar la adoración verdadera. Para ello fue fundamental otra vez proclamar la buena voluntad de Jehová, y como la tarea seria grande, se profetizo que habría más colaboradores, ¿quiere saber quiénes son ellos?, vamos a verlo ahí mismo en los versículos 5 y 6, menciona.

“Y extraños realmente estarán allí y pastorearán los rebaños de ustedes, y los extranjeros serán sus labradores y sus viñadores.6Y en cuanto a ustedes, los sacerdotes de Jehová se les llamará; los ministros de nuestro Dios se dirá que son.”

Así que ahora se habla de extranjeros, extranjeros que como leímos colaboran con los sacerdotes. Estos sacerdotes son los ministros de Jehová, es decir quienes tienen esperanza celestial, pero ¿quiénes son los extranjeros? Son los que tienen la esperanza de vivir en la tierra, estos extranjeros colaboran estrechamente con los sacerdotes, los apoyan de buena gana, como si fueran labradores y viñadores, buscan a los merecedores para que junto con ellos le den gloria a Jehová. Esa es la tarea de los extranjeros, de los que esperamos vivir en la tierra.

Por lo tanto imitemos a Jesús, proclamemos, así como el, el año de la buena voluntad de Jehová, anunciemos buenas nuevas de algo mejor, que nuestro mensaje vende a los quebrantados de corazón, que sepan que un futuro brillante nos aguarda, porque esa es la voluntad de Jehová.