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Escrito- Cómo empezar una narración

Enviado por   •  12 de Enero de 2018  •  2.054 Palabras (9 Páginas)  •  382 Visitas

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Todos tenían razón, las cosas iban a terminar tal como predijeron, a la verdad a la cual me rehusé a creer porque me sentía de nuevo como ese niño que creía que podía volar cunado veía ciencia-ficción encerrado en su casa porque no tenía a nadie fuera de ese pequeño mundo que escondía su habitación. No, tranquila, no hablo del final de usted y yo, sino el final en el cual dejamos de apoyarnos y comenzamos a tocarnos, y pusimos por un momento nuestros sentimientos en la ropa que nos quitábamos, la confianza siempre estuvo, pero se nos escapó el amor de las manos, afortunados fuimos que lo teníamos atado a nuestro cuerpo, y cuando jaló pudimos ver que nos alejábamos cada vez que nos acercábamos más.

Pero como luego de la peor tempestad, o el incendio más grande, e inclusive la mayor explosión de un volcán, luego de matar todo a su paso, vuelve y deja cenizas donde todo vuelve a nacer mucho más verde, más lleno de vida, sí, eso nos pasó, fue esa tormenta, y el amor nos alertó de que debíamos seguir caminando en las cenizas que el campo verde nos esperaba al final del camino, junto con la ruta que íbamos a seguir recorriendo juntos, juntos como estuvimos siempre, sin habernos abrazado.

Pero Dios, esta sensación ha sido la peor de mi vida, sentir tu cuerpo, me ha dolido mucho más que el dolor físico que pude dejarte, el miedo y la rabia que pudiste sentir hacia mí, eso no tiene precio ni condena que se compare.

Los días a tu lado eran un suspiro, y se iban tan rápido que creía que el tiempo nos hacía una mala jugada fingiendo un amor pasajero en los dos, y que nos destruyéramos mutuamente, pero me niego a creer eso, me niego a creer que lo que pasó va a acabar todo, porque sé que todo hace falta para aprender y saber lo que no se debe volver a repetir, y saber que todo tiene su tiempo, y tú tienes una vida que ofrezco para eso. Para lo que sea, para nosotros, quién lo sabe.

Pero hay que aceptarlo, eso es la vida, errores humanos que forman nuestra personalidad, a veces a golpes desde un abismo, pero podemos caer en un colchón de plumas cuando podemos hablar de ellos y corregirlos, eso es nuestra relación, donde podemos decir las cosas, tal y como son, sin filtros ni analogías estúpidas, con las palabras cortantes como la cuchilla más afilada, pero que no lastima, sólo te ayuda a volver a la realidad. Y saber que debemos cambiar para volver al camino que fue dibujado para ambos.

No quiero que NUNCA pienses que ese deseo que siento por ti puede siquiera acercarse al amor que por usted siento, y es que el deseo muy bien dicho, es algo que pasa por temporadas y esta relación está como el invierno en la Antártida, constante, pero tan cálido como el desierto del Sahara.

Tengo miedo Valeria, usted qué me hizo, en serio no lo entiendo, puedo vivir feliz sin usted, puedo seguir adelante si me hubiese terminado como tenía pensado hacerlo, pero es que no deseo, lo que sí deseo es tener su mano sobre la mía y poder continuar esta travesía que algunos llaman vida, yo la llamo el paraíso, ese que toco con las manos cuando te miro a los ojos.

Que me llamen loco, exagerado, insensato, pero creo que jamás me sentí más tranquilo en mi vida, que desde el momento en el que cerré mis ojos, te di la mano, y cuando los abrí estaba en un nuevo mundo, donde calles de concreto se volvían caminos verdes, y el abrumador sonido de la ciudad se volvía una melodía acompañada de nuestras voces y risas en el mismo compas.

Siempre estuve tan tranquilo en la oscuridad, que en realidad no le tengo miedo a volver a ella si me dejas, lo que tengo miedo es saber si podré volver a salir como tú me lograste sacar.

Y ya veo que es algo inminente, créeme que intento incorporarme, pero no es nada fácil, no es la costumbre de estar a tu lado, es lo bonito que se siente. Veo que ya nada puedo hacer, y la verdad no sé qué pase por tu cabeza, quisiera poder saberlo y dar sensatez a las palabras que aquí plasmo, pero una vez más confiaré en la vida misma, esa que te trajo a mí, y la misma que te puede alejar de mí.

Ya sé que volviste a dudar de mí, ya sé que todo por lo que me desvelaba, la pesadilla se volvió realidad, y me pasó como decía Nietzsche, aquel que mira por mucho tiempo el abismo, el abismo lo mira devuelta y puedes llegar a caerte sin darse cuenta, y estuve tanto tiempo pensando en no hacer nada, que terminé haciéndolo, y algo tan físico y vano nos envolvió dejando ese apoyo de un lado.

También tengo esperanza que todo pueda solucionarse, tal y como podemos hablar, de nuestros errores sé que podemos buscar soluciones. No se alcanza a imaginar el dolor que se siente perder todo por un acto. Y sé que es su caso, cree que todo se perdió, pero acá con el corazón en la mano, la misma metáfora de mierda que tanto rechacé, la utilizo para que entienda la situación por la que paso. Y debo admitir que no es mentira que usted sabe que me enamoré de su amor antes de siquiera conocer su cuerpo, y que me vuelva ciego si algún día quiero otra cosa, pero por ahora Valeria, puede vendarme los ojos si gusta, puede abandonarme también si gusta, no la culparía, y ódieme por sonar tan pesimista pero no sé qué pasó con ambos, y tampoco quiero descubrirlo.

Quiero tu mano y ya, esa mano con la que cargo mi mundo y el tuyo, y la fuerza que eso me da para pararme y continuar.

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