Los coros tradicionales en Bulgaria.

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¿Cómo y cuándo se comercializaron estos coros en occidente?

Las primeras grabaciones publicadas por Cellier obtuvieron muchos premios europeos, y no tardaron en ser lanzadas a la venta por la compañía de discos independiente inglesa 4ED. Los discos se vendieron con gran éxito y los empresarios y promotores tanto en Europa como en Estados Unidos empezaron a interesarse en los coros y a patrocinar giras y conciertos. En 1989 Le Mystére des voix Bulgare 2 ganó el grammy a la mejor grabación tradicional flolklórica. No hay discusión de que la música por sí sola, el estilo que marcaron los compositores que siguieron la línea de Koutev, fue el principal atractivo y el factor de más peso en el éxito tan grande de este género, pero hubo muchos filtros y muchas instituciones que manipularon la tradición para asegurar el éxito de esta música en occidente que coincidió con la apertura política de Bulgaria que permitió a empresarios europeos y americanos contactar con las autoridades búlgaras.

Como suele suceder normalmente en el capitalismo, se supo explotar el factor femenino de la música, se mitificaba a la mujer y a su arte como atemporal y ancestral a lo contemporáneo. Las cantantes eran representadas en fotografías y videos en paisajes bucólicos y actividades del campo, casi siempre vestidas con trajes tradicionales. El marketing de esta música se construyó sobre un concepto inventado de lo misterioso, lo remoto y lo secreto; era un tipo de exotismo diferente al de una gran parte de la world music que circulaba en los años ochenta y noventa, como los ritmos africanos y las músicas tribales. Esta cita de la especialista Donna A. Buchanan explica claramente la situación:

“Just as the Le Mystere des Voix Bulgares notion cannot accurately be said to be either pure tradition or pure composition, the singers in the Choir are neither trained, in the usual sense, nor untrained. They vary the timbres and split the pitches of their voices with rich abandon, while at the same time exercising strict rhythmic precision. Given their total mastery of the Koutev conception, they emerge as sovereigns of their own particular backgrounds and choices, self-invented virtuosos in material both centuries-old and brand new. This then, is music which is neither European nor Asian, Western nor Eastern, ancient nor modem, authentic nor arranged, indigenous village music nor classical art music. As a marketing strategy, such rhetoric exoticizes the music and its practitioners as "other" by removing them to an orientalized, bucolic space”[7]

La información y los datos que acompañaban las grabaciones eran muchas veces erróneas y se dejaron de distinguir los nombres de los coros específicos. Hubo también un pleito por el intento de la disquera alemana Jaro de apropiarse de la marca de Le mystère des voix bulgares en el que no entraré en detalle en este ensayo, pero que es importante mencionar porque todos estos factores hicieron que se creara un imaginario de la música búlgura que convirtió a las cantantes en voces sin cara. Muchas veces ellas mismas ni siquiera sabían quien era la persona que promovía al coro o porque daban ciertos conciertos en ciertas partes del mundo.

¿Qué pasaba en Bulgaria mientras tanto? El prestigio internacional de los coros hizo que creciera la competencia por entrar en los ensambles pues las cantantes eran privilegiadas por poder viajar y eran consideradas las embajadoras de la cultura búlgara en el mundo. Sin embargo la música de ensamble seguía sin ser popular entre el público de Bulgaria. Tal vez por su homogeneidad, por su alejamiento de la tradición y de la gente de los pueblos y aldeas y por la asociación al socialismo. En Bulgaria surgían otros tipos de música que eran más exitosos como la “música de boda” que mezclaba folklore con el estilo pop-rock occidental. Esta música simbolizaba y se acercaba al modernismo occidental, por lo tanto, mientras en Bulgaria se rechazaba la música coral –la tradición inventada en el socialismo- esta música triunfaba en el resto del mundo como misteriosa, ancestral y seductiva. Los búlgaros estaban orgullosos de que esta música fuera exitosa en occidente, pero en su casa nadie la escuchaba.

El lugar de la música coral búlgara hoy.

Como pasa con todas las corrientes artísticas, el éxito y la fascinación por los coros femeninos búlgaros en Estados Unidos y Europa disminuyó, aunque no sin dejar una huella muy profunda e influenciar la música occidental, las escuelas y los coros. Hoy en día hay muchos ensambles de música búlgara y balcánica como el ensamble Kitka en Estados Unidos y muchas cantantes internacionales se interesaron en aprender la técnica vocal búlgara como la cantante inglesa Vivien Ellis. La técnica vocal búlgara es una técnica académica establecida internacionalmente y algunas escuelas de occidente la enseñan en sus facultades de música.

El nombre de The Bulgarian State Television Female Vocal Choi, principal exponente de este estilo, sigue siendo de gran renombre internacional y bajo la dirección de la doctora Dora Hristova este coro sigue activo. Pero a diferencia de las décadas anteriores, la profesión de cantante de coro tradicional ya no existe como tal. La mayoría de las cantantes de coros cantar por “amor al arte”. La popularidad de esta música en Bulgaria no ha crecido, al contrario, ha disminuido y ha sido sustituida por géneros semi-folklóricos como el folk-pop chalga que utiliza música coral por su sonido, en forma de loop, repitiendo algunas frases, o como coros de fondo y generalmente asociada a mujeres sexys que no tienen nada que ver con las mujeres míticas de los coros. Existe toda una Infraestructura cultural y educativa en la tradición coral que se ha quedado abandonada por el gobierno.

Independientemente del origen de esta música, que es lo que se analiza en la mayoría de los artículos etnomusicológicos a cerca del tema: el cómo surgió esta música y cómo se vendió como algo que no era, el día de hoy se puede considerar desde el punto de vista musical un genero sólido de música. El contenido musical habla por sí mismo y la tradición se ha mantenido y perfeccionado desde su origen. Por lo tanto hoy ya hay una escuela de coros búlgaros, que si bien fue creada bajo un contexto político específico y con un objetivo político que ya no es vigente hoy, el arte (la música) en sí ha superado estos factores y atrae hoy a cantantes y públicos de todo el mundo. Los arreglos de estos compositores utilizan ritmos, articulaciones, armonías, texturas y contrapuntos muy complejos. Estos factores harían atractivo cualquier tipo de música occidental, pero