¿Qué es la imagen?

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Tristemente, hay sociedades sin arte, que no tienen en cuenta al individuo. Si el arte es monotemático o solo hay una ideología no puede llamarse sociedad democrática y liberal. En ocasiones, las sociedades de masas y consumistas imponen ideas fijas y desestiman al “público” engañando a su razón y a su sentimiento. Esa es una desviación imperdonable del fin último de la Comunicación Audiovisual. Esta debe crear y transmitir, pero nunca imponer.

De manera general, y para resumir lo expuesto, la imagen no es la mera reproducción de las formas del mundo exterior, sino además la forma vista como abstracción con alcance espiritual y epistemológico. Las imágenes son porciones de eternidad que pueden ser vistas por el ojo imaginativo de cualquiera, de acuerdo con la situación en la que vive. Es por ello que la exaltación de la potencia creativa del genio del artista sirve para fijar, no una réplica del mundo exterior, sino para captar en las imágenes representaciones sensibles, los registros más profundos de la vida, y de la experiencia en todas sus dimensiones.

Una vez que se produce el paso a la sociedad moderna – la de masas- , a finales del siglo XIX e inicios del XX, se pone en evidencia un deseo de apropiación fetichista de la imagen que posibilita la tecnología, o que nos da a entender un a necesidad de adueñarse de los objetos en la más próxima cercanía, la imagen, más bien en la copia, en la reproducción. Sin embargo, en la imagen, la singularidad y la perduración están imbricadas una en otra de manera tan estrecha como lo están en la copia, la fugacidad y la reproducción.

Efectivamente, vivimos en la sociedad de la imagen, como se suele afirmar. Pero la imagen basada en la reproducción, una imagen de apariencia pública, producida mediáticamente, de personas, situaciones o cosas. Se dan en este momento dos tipos de imagen generales: la mediática, que corresponde a los rótulos de la sociedad de la imagen; y la imagen dicha como tal, la que tiene pretensiones de verdad, la artística.

Estos tipos de imagen no se distinguen por el modo de hacer, o sea, que los procedimientos, los soportes, los lenguajes, el esfuerzo creativo, son los mismos. Para establecer puntos de divergencia, es imprescindible entender que el arte de hoy singulariza la imagen. Todas estas ya están dadas, por lo que es necesario un proceso de elección, desvinculación o descontextualización, y la introducción del concepto de intencionalidad.

Cuando una imagen sirve a un fin pragmático de tipo material, estamos en el plano de la imagen mediática, pero cuando es inservible en su singularidad para estos fines, nos indica otra cosa alcanzando el mismo grado de abstracción de la forma planteada por los griegos clásicos.

Los artistas de nuestro tiempo cuestionan la apariencia que transmite la imagen mediática, buscando la singularización representativa, es decir, alcanzar una dimensión sensible y conceptual de la verdad en contraposición a la apariencia.