Análisis de la película Fausto de Sokúrov.

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Finalmente Mefistófeles muestra su verdadero poder e intenciones, primero su fuerza física cunado le obliga a portar una armadura y luego en su reino (inframundo) cambia su condición sumisa y reclama su botín aduciendo que ya ha cumplido todas las promesas hechas y el porvenir de Margarita no le importa, esto causa que Fausto ataque a Mefistófeles “liberándose” de su pacto, pero el demonio de manera burlona lo incita a que lo siga atacando pues ya ha cobrado el alma de fausto y la tiene en el averno, Fausto ha quedado deambulando solitario en un desértico paraje montañoso.

En el film se encuentran muchas alusiones con respecto a la relación existente entre la maldad presente en casi todas las acciones de los personajes y el bien como la construcción moral de la sociedad cristiana de la época. La presencia del diablo de acuerdo a la moral cristiana está en todas partes, el hambre, la codicia, la lujuria, el orgullo, el crimen, la ambición de crear vida por medios arcanos desmitificando la creación divina (el homúnculo como simulacro de vida creada) y no solo procrear como acto corporal de reproducción, y de manera simbólica de acuerdo a lo ya expuesto se encuentra transversalmente a lo largo del relato, probablemente las metáforas del mal (diablo) más fuertes y representativas se observan en el momento en que Mefistófeles, Fausto y Margarita se encuentran en la iglesia, Mefistófeles mediante promesas de “una pequeña donación a la iglesia” aleja al clérigo del confesionario pues lo ha tentado con la codicia. Y cuando llega Margarita se persigna con agua bendita se encuentra en la base de la fuente una liebre que “desde la baja Edad Media es el demonio de las zonas rurales europeas” (Cousté. 1978. P 30), Juguetea con la liebre ante de proceder a confesarse y afirma no amar a su madre buscando absolución, posteriormente cuando ella se sienta en la parte reservada para el clérigo en el confesionario se puede escuchar el sonido de un hervidero de moscas y se ve una figura que intenta tocarla a través de la malla. En los tratados de demonología se le atribuye el sonido de las moscas a Belcebú (el señor de las moscas), en la jerarquía infernal se le ubica en segundo lugar por debajo de Satanás y con suficiente poder para dominar legiones de demonios y si iconografía es diversa.

Entonces a lo largo del relato la representación del mal es el leitmotiv con el que se justifican las acciones de los personajes, incluso en cierto momento un personaje afirma que cree en el diablo y no en Dios porque puede palpar el mal a su alrededor. En este orden de ideas ¿En qué lugar está Dios? Desde el principio del relato Fausto se pregunta sobre la existencia del alma y en general sobre el conocimiento absoluto mostrando la ambición humana, ilustrando así la búsqueda de alcanzar la igualdad con el creador. Es sabido desde el mito bíblico que el conocimiento es la causa de la perdición de la humanidad por lo tanto se debe vivir determinado por la enseñanza de las instituciones y sus ideologías, sin ambicionar el conocimiento divino para explicar ciertos fenómenos físicos y metafísicos que residen en el campo de la fe, el mal finalmente reside en la libertad, libertad de buscar conocimiento que haga al humano equipararse con la sabiduría infinita de Dios.

Ahora bien, Fausto siempre está cuestionando acerca de muchos temas que se presentan en su viaje con Mefistófeles, temas que encuentran respuesta apropiada a menos que se encuentren relacionados con temas del funcionamiento físico o terrenal de las cosas, podemos observar esto después de que Fausto habla por primera vez con Margarita y pregunta ¿qué une a un hombre con una mujer? A lo que Mefistófeles responde: “el dinero, la lujuria y el buen alojamiento” pero hacia el final del film responde acerca del funcionamiento del geiser responde: “no necesito saberlo, Dios lo sabe”, entonces Dios parece estar presente en la justificación de las cosas malas que ocurren como “designio divino” y Margarita parece ser la representación del bien, siempre con luz propia y la más cercana a los sacramentos (cuando se confiesa parece encontrar paz interna, pero también se muestran sus pasiones humanas y finalmente sucumbe a la lujuria con Fausto.

En la relación entre el Bien y el Mal, el hombre se encuentra como mediador, la representación de Dios y del Diablo parecen denominar la dualidad del ser (superyó y ello) como símbolos para justificar sus acciones y su determinación en una estructura social. Análogamente se muestra el espíritu de la contradicción humana y la toma de decisiones en las que el juez de si el resultado de aquellas acciones son buenas o malas es la construcción social de la moral.

REFERENCIAS

- Eco, U. (2013). La historia de la fealdad. Barcelona, Debolsillo.

- Eco, U. (2013). Construir al enemigo. Colombia, Génesis Limitada.

- Eco, U. (2005). Historia de la belleza. Italia, Lumen.

- Cousté, A. (1978). Biografía del diablo. Barcelona, Círculo de lectores.

- Borja, J. (1998). Rostros y rastros del demonio en la Nueva Granada. Indios, negros, judíos, mujeres y otras huestes de Satanás. Santafé de Bogotá, Ariel.

- Marí, A. (1979) El entusiasmo y la quietud, Antología del romanticismo alemán. Barcelona, Tusquets editores.

- Zuleta, E. (2010). Arte y filosofía. Medellín, Hombre Nuevo editores.