Tema: Fausto de Estanislao del Campo.

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La Rubia al salir al jardín descubre los regalos y queda encantada con las joyas que había dentro de la cajita. Aparece la vieja que cuida de ella, quien es llevada por el Diablo mientras Fausto aprovecha para acercarse a su amada. Esta lo rechaza aguardando la mañana en su ventana.

Pollo describe el amanecer utilizando el recurso de la comparación:

“Y si se pudiera al cielo

Con un pingo comparar.

Tamién podría afirmar

Que estaba mudando pelo.”

Llega el diablo a la casa y le insiste al doctor que aproveche la ocasión y conquiste a la mujer, luego de esto el Doctor siguiendo los consejos del Diablo, agarró a la Rubia y ella también lo abrazó. De este modo finaliza el tercer acto.

Se inicia el cuarto acto en el cual Pollo relata que al subir el telón pudo ver a la Rubia deshecha, llorando, amargada. Al verla siente ternura y le produce melancolía su llanto. Se puede inferir que la muchacha está embarazada por los comentarios posteriores de los interlocutores. Y donde a su vez, se refleja una visión machista de la sociedad en la que viven. Al respecto Don Laguna dice “-¡Qué vergüenza!”. Pero Pollo hace una reflexión sobre el hombre y la mujer. Compara ambos sexos ante una misma situación, revelando las dificultades y discriminaciones por las que atraviesa una madre soltera.

“Cuando a usté un hombre lo ofiende,

ya, sin mirar para atrás,

pela el flamenco y ¡sas! ¡tras!

dos puñaladas le priende. (…)

Naides de usté se despega

porque se aiga desgraciao,

y es muy bien agasajao

en cualquier rancho a que llega.

Si es hombre trabajador,

ande quiera gana el pan:

para eso con usté van

bolas, lazo y maniador.

Pasa el tiempo, vuelve al pago,

y, cuanto más larga ha sido

su ausiencia, usté es recebido

con más gusto y más halago. (…)

Si ella tuviese un hermano,

y en su rancho miserable

hubiera colgao un sable,

juera otra cosa, paisano.

Pero sola y despreciada

en el mundo ¿qué ha de hacer?

¿A quién la cara volver?

¿Ande llevar la pisada?

Soltar al aire su queja

será su solo consuelo,

y empapar con llanto el pelo

del hijo que usté le deja.”(…)

La Rubia al sentir tanto dolor va a la iglesia a llorar, rezar y pedir perdón por sus actos. Pollo al reflexionar hace una comparación de la tristeza reflejada por la Rubia:

“Nunca he sentido más pena

Que al mirar a esa mujer:

Amigo: aquello era ver

A la mesma Magalena.”

“Era un clavel marchitado (…)”

Al volver a casa, a la mujer casi le ocurre un accidente. El diablo y Fausto, con la guitarra entraron junto a ella.

El Pollo describe como se acerca la noche y hace una comparación y personificación:

“(…) Y la noche se acercaba

Su negro poncho tendiendo.”

“Ya sobre el agua estancada

De silenciosa laguna,

Al asomarse, la luna,

Se miraba retratada.”

El Doctor por influencia de Satanás pide verla sufrir aún más:

"Dele no más sin cuidao

Aunque reviente la prima".

Vuelve Valentín (hermano de la Rubia) y se enfrenta al Diablo, donde este último lo mata:

“Desenvainó una espadita

Como un viento; lo embasó

Y allí no más ya cayó

El pobre...

-¡Anima bendita!”

El Doctor y el Diablo huyen mientras que la Rubia encuentra a su hermano tendido en el suelo, bañado en sangre. El capitán muere. Finaliza el cuarto acto.

Al iniciarse la sexta parte Pollo y Laguna comentan la desdicha de la Rubia, Pollo insiste en que la mujer trae ya un destino malo y lo compara con la vida de una flor:

“-¡Pobre rubia! Vea usté

Cuánto ha venido a sufrir:

Se le podía decir:

¡Quién te vido y quién te ve!”

“(…)¡Lástima causa esa flor

Al verla tan consentida!

Cree que es tan larga su vida

Como fragante su olor.”

“(…)Se va el sol abrasador,

Pasa a otra planta el gusano

Y la tarde encuentra, hermano,

El cadáver de la flor.”

“Piense en la rubia, cuñao,

Cuando entre flores vivía

Y diga si presumía

Destino tan desgraciao.”

Se abre el telón, dando inicio al quinto y último acto.