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Concepciones y enfoques de la Tecnología

Enviado por   •  9 de Marzo de 2018  •  3.268 Palabras (14 Páginas)  •  270 Visitas

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Es decir que la sociedad y el cambio técnico se modelan recíprocamente, para esto hay que considerar a la tecnología misma como un proceso social, dejando de suponer que lo técnico va por un lado y lo social por otro, como si fueran dos mundos o dos procesos heterogéneos.

A sí, la difusión de una tecnología no es por sí mismo un elemento de cambio rápido de la sociedad, determinante, intervienen otros factores, como las políticas económicas y sociales, las políticas educativas, las negociaciones y acuerdos entre actores sociales, las costumbres establecidas en la vida cotidiana y las instituciones sociales, los valores y las tradiciones (Salomón, 1988).

El esquema, a partir de lo expuesto, se puede diagramar de la siguiente manera:[pic 3]

Retomando las características generales del enfoque instrumental, según Feenberg (1991), está basado en la idea del sentido común, creyendo que las tecnologías son “herramientas” que esperan listas para servir a los propósitos de quienes las usan. La tecnología es considerada como “neutral”, sin ningún contenido valorativo en sí misma, es un mero instrumento, indiferente a los valores. Al considerarlas así, su diseño y estructura no son un tema de debate político, solo lo es el alcance y la eficiencia de su aplicación

Por otro lado, si la tecnología es el vehículo para una cultura de la dominación, entonces estamos condenados a seguir su avance hacia una distopía o a regresar a un modo de vida más primitivo. En otras palabras, desde esta mirada se conduce a pensar que no podemos hacer nada frente al desarrollo tecnológico más que aceptarlo o rechazarlo.

1.2 El enfoque crítico

En este enfoque se entiende a la tecnología, como algo no dependiente de la ciencia o representada por el conjunto de artefactos, sino como el producto de una unidad compleja, en donde forman parte: los materiales, los artefactos y la energía, así como los agentes que la transforman (Quintanilla, 2.001). Desde esta perspectiva, se rechaza la neutralidad de la tecnología y en su lugar se afirma que la racionalidad tecnológica ha devenido en racionalidad política. Los valores de las elites y las clases dominantes se instalan desde el propio diseño de los procedimientos racionales y en las máquinas, aun antes de que a estas les sea designada una meta. La forma dominante de la racionalidad técnica no es ni una ideología (una expresión esencialmente discursiva del interés de clase) ni es un requerimiento neutral determinado por la “naturaleza” de la técnica.

Según Feenberg (1991), la tecnología no es una cosa en el sentido ordinario del término, sino un proceso ambivalente de desarrollo suspendido entre diferentes posibilidades. Esta “ambivalencia” de la tecnología se distingue de la neutralidad por el rol que le atribuye a los valores sociales en el diseño, y no meramente en el uso de los sistemas técnicos.

Desde esta perspectiva se asume que la tecnología posee intencionalidad, muchas de las cuales permanecen implícitas u ocultas. Así, la forma, los materiales, el funcionamiento y hasta los colores de los objetos están pensados por “algo” y para “algo”; no existen las imprevisiones, todo está pensado de antemano en función de ciertos intereses.

Al posicionarnos en esta concepción podemos entender que la tecnología tiene ventajas, desventajas y que no evoluciona como si tuviera una especie de código genético propio, relativamente independiente de la sociedad que la rodea y de los valores de la misma, sino que está caracterizada por cuestiones mucho más complejas en las que juegan un papel muy importante los intereses políticos y económicos de los grupos de poder.

Al mismo tiempo permite ver a la tecnología como algo no externo al hombre, que tiene esencialmente los valores, creencias, ideologías, miedos, expectativas y hasta cuestiones de poder de la sociedad que la crea y utiliza.

Desde esta concepción se analizan críticamente algunos términos como transferencia de tecnología, tecnologías apropiadas, desarrollo sustentable, inversión, aprendizaje tecnológico, entre otros.

Así por ejemplo, en el caso de la trasferencia de tecnología, que si bien ha existido a través de toda la historia (las culturas, los pueblos siempre intercambiaron tecnología), podemos ver que hoy nos encontramos con una transferencia de tecnología que es unidireccional a escala mundial. Un grupo de pueblos que ha tenido su propio estilo de desarrollo -Europa, Estados Unidos, Japón- transfiere su tecnología hacia el resto del mundo, sin prácticamente ninguna acción en sentido inverso. En esta especie de transferencia internacional de tecnología, un hecho que a veces se olvida es que, cuando se transfieren tecnologías, se están también transfiriendo formas culturales. Es decir, que cuando importamos tecnología, importamos mucho más que tecnología, importamos formas culturales, modos de relación humana, etc. En este sentido, la tecnología se parece al material genético: lleva el código de la sociedad que la concibió y, dado un medio favorable, trata de reproducir esa sociedad”.

En resumen, hoy el campo de la tecnología es muy complejo y heterogéneo, pero si en algo podemos tener certeza en que todas las cuestiones planteadas deben estar analizadas en las clases de tecnología porque permiten desnaturalizar la artificialidad, ejercitar en análisis desde distintas posiciones y, a partir de allí, asumir una postura como docentes comprometidos con la realidad que nos toca vivir. Esta forma de ver y entender a la tecnología es compartida por el Diseño Curricular para la Formación Docente y por el Diseño Curricular para el Nivel Primario de la Provincia de Río Negro al expresar que, “… No podemos entender a la tecnología como variable autónoma de la sociedad, sino como un instrumento del hombre para vivir en justicia y libertad, en armonía con la naturaleza” Dentro de este marco, el alumno no sólo debe apropiarse del conocimiento del proceso tecnológico sino que debe tener una visión profundamente crítica de lo que la tecnología y su desarrollo significaron, significan y significarán para el hombre.

2. ¿Qué aporta el área en la formación docente y en la escuela?

El sentido y valor educativo del área deriva de los diferentes componentes que la definen e integran. Así, la Educación Tecnológica tiene una serie de características que hacen de ella un potente medio formativo: Introduce la realidad tecnológica en la Educación, proporcionando una cultura en armonía con las necesidades del presente y del futuro.

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