Poética y Retórica: Introducción
Enviado por karlo • 10 de Octubre de 2018 • 965 Palabras (4 Páginas) • 286 Visitas
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2.3. Confirmatio o exposición de los argumentos: es aquí donde se enuncian las “pruebas” elaboradas en el curso de la inventio.
2.4. Peroratio o parte destinada a inclinar la voluntad del oyente suscitando sus afectos, recurriendo a móviles éticos o pragmáticos y provocando su compasión o su indignación para atraer la piedad del público y lograr su participación emotiva. Resume y sintetiza lo que fue desarrollado para facilitar el recuerdo de los puntos fuertes y lanzar la apelación a los afectos.
- La Elocutio que afecta a la elección de las palabras y de las figuras retóricas, de las que se hizo un inventario tan detallado que a menudo se ha identificado la retórica con este repertorio de artificios verbales.
Las otras dos partes de la retórica han tenido un desarrollo menor:
- La Memoria y
- La Actio, ambas, nos dice Senabre, son aplicables a la representación teatral, al análisis del género dramático como ejecución del texto con ayuda de la voz, los movimientos y la presencia física de los actores.
- La transformación de la retórica y de su planteamiento originario ha sido agudamente expuesto por Tzvetan Todorov.
- En un principio la retórica tuvo como objetivo la palabra con finalidad suasoria o para convencer.
- La sustitución de los regímenes políticos de libertad por un modelo de Estado fuerte y autoritario redujo la importancia de la inventio, y la retórica pasó a ocuparse de la palabra misma, y elevó lo que había sido un medio –la belleza de la forma– a objetivo fundamental.
- Por tanto, la forma adquiere progresivamente una sustantividad de la que antes había carecido. La conjunción de res y verba para lograr eficacia suasoria o persuasiva se debilita, suplantada por la dualidad entre forma y contenido, lo que facilita el incremento del papel de la elocutio, desvinculada de los demás factores retóricos.
- Produciéndose la apertura del disfrute del lenguaje por el lenguaje mismo, que culmina con el racionalismo del siglo XVIII y su distinción entre discursos estéticos y discursos prácticos en los que los elementos retóricos son una rémora o un accesorio. Y allí se marca la muerte de la retórica clásica. Con todo ello, se reduce la finalidad de la retórica a un repertorio cerrado de artificios.
- Sin embargo, a partir del interés de algunos estudiosos en torno a la retórica, se ha intentado revitalizar la antigua disciplina, especialmente gracias a I. A. Richards, R. Jakobson, R. Barthes, G. Genette, el grupo μ, entre otros, y de afinar algunos desarrollos posibles de sus ideas y premisas originarias: un ejemplo de ello es la llamada «Neoretórica»[1] que en nuestros días es una pujante corriente de la teoría literaria.
Fuentes:
Barthes, R. (1982). Investigaciones retóricas I. La antigua retórica. Barcelona. Ediciones Buenos Aires, S.A.
Senabre, R. (1994). Filología y ciencia de la literatura; en Villanueva, Darío (Coord.). Curso de teoría de la literatura. Madrid. Editorial Taurus, pp. 47-67.
Viñas P., D. (2002). Historia de la crítica literaria. Barcelona. Editorial Ariel.
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