SI YO FUERA EL DIABLO
Enviado por Kate • 9 de Marzo de 2018 • 870 Palabras (4 Páginas) • 408 Visitas
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Burocracia Creciente
El nivel administrativo dentro de la iglesia genera lejanía dentro de la acción posible, haciendo que las personan estén detrás de escritorios, el reto de la iglesia en este siglo es de reorganizarse para su misión lo que implica estar a la par del transporte y la comunicación moderna.
El Espíritu Santo
Muchos de los adventistas tienen miedo al Espíritu Santo, haciendo que ya no se crean en los dones fundamentales, o en los dones espirituales, tenemos la promesa del derramamiento del Espíritu Santo en los últimos días, la cual dividirá a la iglesia por la mitad.
Juego de los Números
Nos basamos en magnitudes para poder otorgar más dinero al que tenga más bautismos, contamos números, iglesias, instituciones, dinero y todo lo demás. Poner las mayores cantidades donde podamos tener mejores resultados. Siendo los lugares más difíciles el verdadero reto de la iglesia. La iglesia necesita pensar en sus creencias en términos de lo que es primordial y lo que es secundario, de lo que es central y de lo que está en la orilla. Si yo fuera el diablo, haría que los adventistas sostuvieran que todas sus creencias son de igual importancia. Por el contrario, el hecho real es que tener una relación salvífica con Jesús se encuentra en el mero centro del cristianismo.
Actualmente, los adventistas tienen debilidad sobre el cristianismo y el reto es poner el alcance para que las personas sean primeros cristianos y luego adventistas.
Lucha Interna
Los adventistas necesitan desarrollar mecanismo para enriquecer y alumbrar su multiculturismo y su internacionalismo. Existen peleas entre las personas sobre temas de adoración, teología, reglas de vestimenta, si fuese el diablo harían que las personas pensaran tribalmente, nacionalmente y racialmente; haría de la iglesia una lucha de poderes. Los miembros de la iglesia necesitan comportarse como hermanos y hermanas en apoyo mutuo. Algunas personas odian los sábados y toman ese día como un castigo, se van malhumorados a la casa de Dios, se requiere más que una doctrina correcta para llenar una iglesia.
Finalmente, el autor a modo de conclusión, cambia de rol y se plantea posibles soluciones si tuviera el papel de Dios.” Si yo fuera Dios, animaría a la iglesia Adventista del Séptimo Día a empezar a pensar, planear y actuar en una manera que venciera el plan maestro del diablo.”
Como rol de Dios maximizaría las oportunidades de las misiones a través de retos, multiplicar las bendiciones. El éxito depende de cada uno de nosotros como adventistas al tener un pensamiento deliberado, planeación y acción. La iglesia en este siglo tiene grandes oportunidades y mayores desafíos para poder completar la misión.
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