POR LOS CAMINOS VAN LOS CAMPESINOS REDACCION PARTE I
Enviado por Ninoka • 21 de Marzo de 2018 • 3.081 Palabras (13 Páginas) • 311 Visitas
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SOLEDAD.- ¡Tata! ¡Pancho! ¡Vienen reclutando por el camino!
JUANA.- ¡Alguna cosa debía inventar!
SOLEDAD.- ¡No mama! ¡Todos los hombres de los ranchos iban corriendo al monte a esconderse! Me vine a avisarles.
Sebastiano, agitado, va hacia la derecha, mira, vuelve.
SOLEDAD.- ¡Venían agarrando gente!
SEBASTIANO.- ¡Pues ándate, Pancho al chagüite, por si acaso!
Pancho se mueve indeciso.
JUANA.- ¡Corré! ¡Antes de que vengan! ¿Venían cerca?
SOLEDAD.- ¡Sí! ¡Que se vaya ya! ¡Eran un montón de soldados!
Pancho sale por la izquierda.
SEBASTIANO.- ¡Ve, Pancho! ¡Metete mejor en el charrial del Espino negro! Allí no te encuentran.
JUANA.- No te muevas.
SEBASTIANO.- ¡Llévate el machete! Pero Corré.
Ya Pancho ha salido corriendo con su machete.
SOLEDAD.- ¡Yo desde que vi que eran los soldados, salí en carrera!
SEBASTIANO.- ¿Y dónde estabas?
SOLEDAD.- Allí, platicando con la Vicenta.
JUANA.- ¡Pues era cierto lo que dijeron de la revolución!
SEBASTIANO.- ¡Pero vos nunca me quieres creer! ¡Yo te lo dije!
SOLEDAD.- ¿Y vos tata? ¿No tienes miedo de que te recluten?
SEBASTIANO.- ¿A mí? ¿Pa que van a querer a un viejo?
Entra un grupo de soldados al mando de uno que parece ser el jefe. Todos los soldados con rifles y divisas verdes en los sombreros de palma. Se supone que quedan más soldados y reclutas, hacia el camino a la derecha.
SARGENTO.- ¡A ver! ¿Quién vive aquí?
SEBASTIANO.- (Que se ha sentado y toma aire de víctima, haciéndose más viejo de lo que es) ¡El Sebastiano, un pobre viejo!
SARGENTO.- ¿Y los muchachos?
SEBASTIANO.- ¡Sepa Dios dellos! Trabajan ajuera. Cada uno agarra su camino.
SARGENTO.- ¡Indio solapado! ¡Negando sus hijos al gobierno! (Se vuelve y grita hacia el lado derecho.) ¡Margarito López!
Aparece por la derecha un soldado empujando a Margarito, el cual viene amarrado de los codos. Rosa entra detrás, silenciosa y angustiada y se queda cerca de él.
SOLDADO 1°.- ¡Aquí esta!
SARGENTO.- ¿No lo conoce?
SEBASTIANO.- ¡Ah, muchacho baboso! ¿Dónde te agarraron?
MARGARITO.- (Molesto y avergonzado.) ¡Ahí nomás!... ¡Yo qué sabía!
JUANA.- ¿Se van a llevar al muchacho? ¿No ve que tiene mujer?
SARGENTO.- (Burlándose, a los soldados) ¡Oigan! ¡Sólo él tiene mujer! (A Juana.) Todos estos tiene, pero la guerra no pregunta.
SEBASTIANO.- El muchacho me ayuda. De él comemos.
SARGENTO.- El gobierno necesita soldados.
SOLDADO 2°.- ¿Nos llevamos un chancho para la tropa, Sargento?
SARGENTO.- ¡Ya oyó las indicaciones de que se respete la propiedad!
SOLDADO 2°.- Pero mi Sargento...
SARGENTO.- (Más débil.) ¡Son órdenes del gobierno! (Mirando tentado.) ¿Cuál es el chancho?
SOLDADO 2°.- ¡El gordito que está allí en la entrada!
SARGENTO.- ¡Requise el chancho y que el infrascrito pase su recibo a la comandancia! ¡El gobierno respeta!
JUANA.- (Furiosa) ¡También se llevan al chancho! ¡Que ladrones!
El Soldado 2° ha salido disparado a la captura del chancho, por la derecha.
SARGENTO.- ¡No es robo, es requisa!
Entran dos soldados por la izquierda.
SOLDADO 3°.- Allí no hay nadie ya registramos.
SARGENTO.- ¡Vámonos! ¡Los reclutas adelante!
MARGARITO.- (Comenzando a salir) ¡Adiós tata!
SEBASTIANO.- (En voz baja, a Margarito.) ¡Volvete al primer descuido!
MARGARITO.- (Dándose valor, con una broma.) ¡Quien quita vuelva Coronel!
SEBASTIANO.- ¡Volvete! ¡La guerra no es broma!
Un soldado lo empuja
MARGARITO.- ¡Adiós, mama!
Va saliendo, y el pasar por donde Rosa –Que le mira llorosa- Le hace un medio cariño con la mano. Gritos. ¡Vive el partido conservador! ¡Viva el gobierno!
JUANA.- (A Rosa, que está de pie mirando con lágrimas) ¿Qué haces ahí pasmada? ¿No ves que se te lleva al hombre? ¡Síguelo!
SEBASTIANO.- ¿Qué no sabes lo que es la guerra para la mujer del pobre?...
ROSA.- No… No sé…
Soledad llora también.
JUANA.- ¡Coge tus cosas y síguelos por los caminos! ¡Es tu hombre!
ROSA.- (Recoge sus cosas llorando en silencio se vuelve y con gestos ingenuo dice entre lágrimas) ¡Adiós, pues, toditos!
SEBASTIANO.- (Sacándose unos pesos del bolsillo, al ver que Rosa a salido.) ¡Rosa! (Le alcanza y le pasa el dinero.) ¡Tomá! ¡Lleva para la porrosca!... ¡Pobre muchacha!...
Sale Rosa por la derecha. Juana rompe en llantos.
SEBASTIANO.-
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