ALIMENTOS Y ADITIVOS, IMPARTIDA EN TERCER SEMESTRE AGOS.

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de unidades de glucosa: amilosa, amilopectina y amilosa ramificada (Allen y Knowlton, 1995).

La amilosa es un polímero lineal de unidades de glucosa y por lo general se encuentra en un rango entre el 20 y 30 % en los granos. La amilopectina está compuesta de cadenas lineales de glucosa con puntos de ramificación cada 20 a 25 unidades de glucosa. Tiene regiones alternadas cristalinas y amorfas lo que contribuye un poco a incrementar su digestibilidad en relación a la amilosa. El contenido de amilopectina en la mayoría de los granos es de un 70 a 80 % del almidón. La gelatinización del almidón es una pérdida irreversible de su estructura, cuando se aplica suficiente energía para romper las uniones intermoleculares de hidrógeno. Durante este proceso, los gránulos de almidón absorben agua, se expanden (hinchan), sacan parte de la fase gelatinosa (amilosa) y se vuelven más susceptibles a degradación enzimática (Richardson, 1994). la degradación del almidón es muy variable dependiendo de su fuente, del tipo de procesamiento y de otros factores.

Al procesado de los granos se atribuye una mejor utilización de su proteína y almidón, pero primordialmente del almidón. El alimentar con un grano procesado normalmente resulta en un cambio del lugar o sección del tracto digestivo donde el almidón es digerido en el rumiante comparado con el mismo grano no procesado (Richardson, 1994). El sitio de mayor digestión del almidón de los granos es el rumen y los métodos de procesamiento incrementan la degradación microbiana del almidón en el rumen y disminuyen las cantidades de almidón digeridas posruminalmente (Theurer, 1986). En referencia a tracto digestivo completo se han encontrado pequeñas mejorías en la cantidad total o el grado al cual el almidón y la proteína del grano son digeridas en todo el tracto digestivo cuando es utilizado grano procesado (Richardson, 1994). Para una más completa utilización se requiere una transformación mayor en el gránulo de almidón, que la ocurrida con sólo moler o planchar el grano. Esto puede ser logrado con el procesado en vapor

El propósito fundamental de cualquiera de los diferentes métodos de procesamiento que involucran la aplicación de calor, humedad como en la reconstitución, o humedad y calor como en el vapor; es el aumento de la tasa ruminal de solubilidad y digestibilidad de almidón. Por ello cualquier método de procesamiento que comienza con la separación de la configuración cerrada de los cristales de almidón, tiene la posibilidad de aumentar la tasa ruminal de digestibilidad de almidón y mejorar la digestibilidad total (Richardson, 1994). La tasa de degradación del almidón en el rumen depende de las características intrínsecas del almidón y de los procesos a que haya sido sometido el grano (Mendoza y Ricalde, 1993). El almidón de diferentes granos es digerido a distintas tasas en el rumen, como se muestra en la tabla 2. En general, el almidón de trigo se digiere rápido, mientras que el de maíz y sorgo se digieren lento.

Tabla 2.- Velocidad de degradación de diferentes fuentes de almidón.

Degradación ruminal rápida

Trigo

Cebada

Maíz con alto contenido de humedad

Maíz hojueleado al vapor

Maíz seco rolado

Grano de sorgo reconstituido

Maíz entero

Sorgo seco rolado

Sorgo no procesado

Mendoza y Ricalde (1993).

Estas velocidades de degradación son importantes y deben tomarse en cuenta al elaborar raciones para ganado de engorda en corral, pues los granos de velocidad rápida de fermentación como el trigo pueden causar problemas de acidosis, por lo que no se recomienda este grano a niveles mayores del 25% de la ración (Mendoza y Ricalde, 1994). El tamaño de partícula del grano afecta la tasa de digestión y la tasa de pasaje, La desaparición de la materia seca del maíz o sorgo se incrementa al disminuir el tamaño de la partícula (Mendoza y Ricalde, 1993).

PRINCIPALES GRANOS UTILIZADOS EN LA ENGORDA INTENSIVA DE BOVINOS EN CORRAL.

MAÍZ

El maíz puede ser el grano ideal para el ganado en finalización, es altamente palatable para el ganado de todas las edades y puede ser eficientemente utilizado en muchas formas desde no procesado hasta altamente procesado. El maíz es rico en carbohidratos digestibles y grasa, los dos nutrientes que suministran la mayoría de la energía en dietas de finalización, pero tiene dos notables deficiencias: calcio y proteína (Newman y Lusby, 1986). Muchos tipos de maíz, tales como alto en lisina, opaco 2 y blando, han sido estudiados como alimento para ganado, y los investigadores en general han concluido que ninguno es completamente equivalente a los híbridos de campo en relación a su rendimiento y valor alimenticio para el ganado de carne. En lo que respecta a maíces ricos en lisina, la extensa fermentación de las proteínas de los alimentos en el rumen, no nos permite asumir que el utilizar maíz rico en lisina resulte en grandes aportes de este aminoácido para el ganado. Al parecer el ganado utiliza los diferentes tipos de maíz de manera similar, y estos pueden ser incluidos en las raciones de ganado de engorda en base a su costo (Perry y Cecava, 1995).

En raciones conteniendo un mínimo de 80% de grano seco de maíz, se han publicado valores equivalentes si el maíz ha sido quebrado, molido o proporcionado entero. El procesamiento al vapor y hojueleado incrementa la energía por un 10% mínimo, comparado con el maíz entero.

En dietas con maíz conteniendo niveles intermedios de forraje (20 a 35%), la digestibilidad del almidón en la dieta fue incrementada en 5 puntos porcentuales cuando el grano fue molido o quebrado en oposición a no procesado (NRC, 1984); La tasa de pasaje del maíz se incrementa linealmente (proporcionalmente) con la reducción del tamaño de la partícula (Mendoza y Ricalde, 1993). El procesado en vapor y hojueleado mejora la retención energética en el ganado de 6 a 10%, en relación al maíz quebrado, cuando el maíz fue incorporado en un 70 a 80% a raciones de finalización. En dietas bajas en forraje alimentando con maíz entero se maximiza el consumo y se facilita el manejo del ganado. El procesado al vapor y hojueleado también maximiza el consumo en dietas con nivel bajo o intermedio de forraje. Generalmente con dietas conteniendo más del 35% de forraje, la digestibilidad del