ANÁLISIS DEL FUTURO: PROGNOSIS
Enviado por Jillian • 23 de Mayo de 2018 • 5.498 Palabras (22 Páginas) • 306 Visitas
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Es necesario dar una solución inmediata ya que al momento este problema pasa desapercibido y es más común de lo que parece, si no combatimos este mal la violencia, la depresión el suicidio y el bajo rendimiento académico se incrementará paulatinamente. Es posible concientizar a los estudiantes si les explica el tema de manera puntual, ofreciéndoles soluciones o métodos para controlarse además de facilitándoles maneras de optimizar su tiempo, nosotros proponemos una solución práctica y sencilla como obsequiar guías “anti-estrés” donde se manifieste las causas y consecuencias del padecimiento, además de una serie de técnicas para disminuir el nivel de estrés de esta forma daremos a conocer el problema y una alternativas para solucionarlo.
Con ello pretendemos beneficiar a los estudiantes del SNNA de la Jornada Matutina de la Uce del periodo 2014-2015, debido a que la guía puede ser utilizada por cualquier estudiante que atraviese una situación similar, es transferible lo que aumenta su rango de alcance, aparte se realizará un blog donde se publique información similar a la de la guía.
El estrés es un enemigo silencioso que como veremos más adelante sus consecuencias pueden llevar al estudiante a un colapso emocional, si lo reconocemos y lo combatimos a tiempo podemos evitar grandes pérdidas y mejor aún si la manera estará al alcance de nuestras manos.
CAPITULO II
MARCO REFERENCIAL
Marco Teórico:
El estrés:
El estrés es una reacción normal del organismo. Permite que te enfrentes a ciertos acontecimientos imprevistos o adaptarte a cambios importantes. Sin embargo, también puede estar relacionado con enfermedades denominadas “de adaptación”. Estas enfermedades aparecen cuando nuestro cuerpo ya no puede luchar contra las tensiones permanentes y constantes. El estrés, en sí, no es una patología, sino el origen de la evolución de algunas afecciones preexistentes, como el asma, la migraña, la diabetes, etc.[1]
Señal de alarma:
Cuando nuestro cuerpo está sumido en un estrés muy importante, empieza a sonar la voz de alarma. Si sufres uno o varios de los siguientes síntomas, quizás haya llegado el momento de reducir las tensiones que te rodean:
- Cansancio, especialmente desde la mañana, que el sueño no ha reparado;
- Trastornos del sueño;
- Ansiedad;
- Irritabilidad;
- Nerviosismo;
- Reumatismos: dolores articulatorios, periartritis, artrosis;
- Contracciones musculares, en particular en la curvatura del cuello y la espalda, y calambres;
- Trastornos sexuales por una bajada de la libido;
- Pérdidas de memoria: olvidos, equivocaciones.
Ataques diversos
Si no has sabido escuchar a tu cuerpo, el exceso de estrés puede suponer un verdadero problema de salud que depende de tu propia predisposición eventual y de tus antecedentes. En el caso de la mujer, se manifiesta especialmente a través de la ansiedad, la obsesión y la depresión. En cambio, los hombres se somatizan: úlceras, problemas cardiovasculares y problemas sexuales. En general, se pueden identificar algunas “enfermedades” que están relacionadas a un exceso de estrés.
Estudiantes:
La palabra estudiante es un sustantivo masculino o femenino que se refiere al educando o alumno o alumna dentro del ámbito académico, que estudia como su ocupación principal.
Estudiante es la palabra que permite referirse a quienes se dedican a la aprehensión, puesta en práctica y lectura de conocimientos sobre alguna ciencia, disciplina o arte. Es usual que un estudiante se encuentre matriculado en un programa formal de estudios, aunque también puede dedicarse a la búsqueda de conocimientos de manera autónoma o informal.
Existen diversas clasificaciones o tipos de estudiante, que se establecen a partir del modelo de enseñanza, la dedicación temporal que implica el estudio, el plan académico en el que se inscribe y otras características.
La palabra estudiante suele ser utilizada como sinónimo de alumno. Este concepto hace referencia a aquellos individuos que aprenden de otras personas. El término alumno proviene del latín alumnum, que a su vez deriva de alere (“alimentar”).
Se dice que un sujeto es alumno de la persona que lo educó y lo crió desde su niñez. Sin embargo, también se puede ser alumno de otra persona más joven que uno. Por eso, los términos estudiante, alumno, discípulo e incluso aprendiz suelen ser intercambiables.
La diferencia entre un estudiante oficial y uno libre es que el primero recibe la enseñanza oficial de un centro educativo reconocido por el Estado y es sometido a exámenes que validan los conocimientos adquiridos. En cambio, el estudiante libre no necesita respetar ciertas normas para proseguir con su aprendizaje.
Estrés en los estudiantes:[2]
El ser humano se encuentra inmerso a una sociedad organizacional donde, desde que nace hasta que muere su vida transcurre en estrecho contacto con sistemas organizacionales. Esta característica de la sociedad actual hace que el estudio de fenómenos típicamente humanos, como es caso de estrés, adquieran un mayor grado de opacidad al estar inmersos en una doble contingencia que obliga a una coordinación entre patrones organizacionales de comportamiento y conducta de sus miembros.
El estudiante tiene que afrontar nuevas situaciones para las cuales generalmente no está suficientemente preparado. Esta falta de preparación también marca el nivel de estrés en las diferentes situaciones, ya que los trabajos a diario necesitan mucha dedicación y esfuerzo, llevando así a los estudiantes a largas horas de desvelo provocando enfermedades en los alumnos básicamente provocados por el estrés.
El estrés es un importante trastorno presente en el periodo de aprendizaje de una persona, con índices más alto en las sociedades del siglo XXI. Las instituciones escolares pueden resultar detonantes y causales del estrés académico, cuando incorporan exceso de alumnado, falta de control y defectos en la atención de las necesidades particulares; se dictan demasiadas normas y prohibiciones,
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