APUNTES SOCIOPOLITICOS

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La consideración de los jóvenes como protagonistas resulta un aspecto que nos interesa rescatar. El desarrollo de proyectos con participación activa de los jóvenes, con organización para las tareas de acuerdo a sus intereses -con la coordinación del docente- y siempre como construcción colectiva. Este aspecto resulta novedoso frente a las prácticas de enseñanza simultánea, y de aprendizajes centrados en el “rendimiento” individual que propone la escuela generalmente.

3) En cuanto a la posibilidad de aprendizaje a partir de estas propuestas, reconocemos que efectivamente se produce y que este comprende: dentro de los CAJ, la participación en el ámbito escolar de un modo diverso, que implica relacionarse no solamente con los docentes y compañeros sino también con diversos sujetos sociales.

Los jóvenes aprenden a desenvolverse de forma independiente, cobrando mayor protagonismo y responsabilidad en su propio proceso de aprendizaje. Mediante los CAJ se logran espacios en los cuales se abordan, mediante estrategias renovadas, conocimientos que permitan mejorar el desempeño escolar de los jóvenes.

Por otra parte, intentan fortalecer el sentido de pertenencia a la institución, promoviendo vínculos solidarios entre los jóvenes, y entre ellos con la escuela, aportando herramientas desde otro lugar. Mediante la implementación de los PSE se permite que los jóvenes, experimentar, a través de la elección de talleres, acceden así a diferentes propuestas innovadoras, dejando de lado las desigualdades sociales.

En cuanto a IPE, los niños aprenden a trabajar otras facetas del aprendizaje más relacionados con el aspecto emocional, que muchas veces en el aula no podemos contemplar.

4) Vale reconocer primero que tanto MC como CAJ nutren las trayectorias educativas de niños, niñas y jóvenes ya que promueven experiencias educativas significativas. Y en tanto que, iniciativas estatales, responden al propósito de fortalecer las trayectorias escolares. Está explícito en los objetivos y en las evaluaciones que se presentan. Por ej, un aspecto a evaluar en MC es la cantidad de niños participantes promovidos en el sistema escolar.

Recordamos que la investigación educativa ha prestado una especial atención al contexto de crianza, teniendo en cuenta que ciertos aprendizajes en este ámbito constituyen una ventaja para ciertos grupos a la hora de participar en prácticas educativas formales. En éste sentido, y cómo lo desarrollan Martinis y Alén, el programa MC es una forma de resignificar el carácter educativo de las escuelas, en tanto tiende puentes y formas colaborativas de trabajo con las familias y comunidades de pertenencia de los educandos. Por esta razón resulta significativo el aporte de MC en los contextos de crianza, lo que repercute directamente en las trayectorias escolares.

Por su parte el CAJ, orientado por principios de inclusión y calidad educativa, fortalece la escolaridad en varios aspectos: se renueva la relación escuela/comunidad, los jóvenes asumen otros roles en la escuela, construyen otros vínculos, aprenden otras cosas. A través de la escuela viajan a un encuentro InterCAJ, por ej, conocen a otros muchos jóvenes y se entretejen nuevos vínculos con compañeros.

Ambos programas fortalecen los procesos de escolarización cuando generan condiciones para la apropiación de instrumentos culturales que la escuela, tanto por su modelo organizacional y pedagógico como por la conformación de su núcleo curricular no logra incorporar. (Clase 6).

5) En relación a los aportes cognoscitivos que se realizan desde IPE y PSE al aprendizaje escolar, reconocemos que se identifican los cuatro presentados:

- Fortalecen el proceso de aprendizaje, en cuanto que las acciones propuestas desde estos programas, están orientadas a que los alumnos se empapen de herramientas que les permita realizar su trayectoria escolar de modo satisfactorio.

- Al producirse un modo diferente de relación con la escuela, el vínculo con ella se fortalece, se perciben modos alternativos de estar en la escuela, que favorecen el proceso de aprendizaje y de relaciones entre los diversos sujetos, puesto que adquieren confianza hacia los docentes y hacia todos aquellos que se involucren en que pueda aprender.

- Las participaciones y actividades que posibilitan otra forma de actuar, permiten que los alumnos muestren otra faceta de su ser alumno, lo que les otorga otra mirada frente a los docentes y a los propios compañeros, otorgándoles seguridad en relación a lo que van siendo, a sus deseos, a su forma de expresarse frente a los demás.

- Al presentarse las propuestas de estos programas de forma continua, genera en los niños y jóvenes, la capacidad de adquirir reglas y hábitos indispensables para su desarrollo y convivencia en la sociedad.