ASUMIR LA RESPONSABILIDAD-CIUDAD Y NUEVOS PARADIGMAS.

...

estando pre-dispuestos al cambio que día a día exige la sociedad, y a nivel empresarial a reducir gastos, aumentar la productividad en búsqueda de la libertad y modernismo basados en la apertura de los mercados que busca crear monopolios, eliminando cualquier tipo de propiedad pública en empresa privada y de esta forma el gobierno ser un notario simplemente de sus actos y negociaciones pero la única forma de colaborar es analizando que la mayoría de nuestros conciudadanos aportan a la sociedad, y de esta manera no van a estar estancados, Sino que así trabajando todos, aportando; evitamos transformar los procesos económicos en forma negativa pues lo ideal es participar plenamente en el crecimiento de la riqueza de la sociedad y de esta manera nos implicamos en el proceso de hacer crecer la riqueza; y al mismo tiempo, participamos de ella.

En Colombia hay instituciones que velan por el bienestar de otros por ejemplo los programas asistenciales privados o financiados por el gobierno, las obras de caridad que en la gran mayoría de las ocasiones, no son ninguna cura milagrosa para la pobreza, en vez de ayudar lo que hacen es crear una mentalidad irresponsable y dependiente de los beneficiarios de estas ayudas que en muchas ocasiones no se aprovechan de la forma más correcta para beneficio propio.

El problema actual no es simplemente una cuestión de incentivos inadecuados; sino de valores y actitudes modificados y estas modificaciones tienen más grado de complejidad pues no es fácil comprenderlas y mucho menos deshacerlas. Por ello una vez tomada la decisión de ayudar a los más necesitados, tenemos que analizar la distintas formas de ayuda que hemos intentado llevar a lo largo del tiempo y preguntarnos ¿Cuáles han servido para algo? Algunas organizaciones han resultado de ser muy útiles; otras definitivamente no.

Hay algunas instituciones que obligan a los ciudadanos a responsabilizarse de sí mismos de forma pacífica y productiva, de esta forma contribuyen al bienestar de la sociedad en general, con un papel destacado figuran las instituciones relacionadas con los derechos de la propiedad pues son una respuesta en constante evolución a las variantes que continuamente se plantean sobre la tragedia del ciudadano medio, una situación en la que el acceso no regulado a un recurso escaso o frágil hace que el ciudadano esté en peor situación de responsabilizarse de su conservación y a la vez que esté menos dispuesto a luchar por el*. La prosperidad de las sociedades depende de que su cultura y sus instituciones consigan inculcar a sus miembros la necesidad de responsabilidad individual, teniendo en cuenta que colectivizar la responsabilidad es compatible con la iniciativa y la responsabilidad personal.

Nuestros representantes a nivel gubernamental en vez de estar gastando tiempo y dinero en actos protocolarios y eventos sociales deberían trabajar más por el bienestar de la sociedad, no haciendo promesas imposibles de cumplir sino gestionando obras que sirvan como desarrollo para mejorar la economía de las regiones e incentivar a las personas que se encuentran en edad productiva a no perder de vista sus objetivos; a asumir sus responsabilidades ya sea de forma individual o colectiva con el fin de “ minimizar el sufrimiento” ofreciendo a los ciudadanos los medios ,el deseo de luchar por su propio bienestar y el de los demás y a la vez crear la necesidad de tener una participación ciudadana tanto en los proyectos propuestos como también abarcando la parte económica que es de mucha importancia para nuestra sociedad y para el desarrollo social de los mismos pues haciendo uso de los métodos de participación ciudadana y estando al tanto de las labores sociales y económicas que realizan podemos hacer un análisis importante de las labores ejecutadas y exigir una rendición de cuentas para estar al tanto de cómo se emplean los recursos que el estado otorga a la sociedad y de este modo contribuir en el desarrollo social que es muy importante para el beneficio mutuo y de la nación..

El asumir las responsabilidades afecta en forma positiva a los individuos no solo en su riqueza material si no también intelectual, pues si por un lado observamos personas que asumen responsabilidades con quienes no lo hacen no cabe duda sobre qué tipo de persona nos inclinamos en la balanza y de igual manera deseamos que nuestras familias también lo hagan, ya que la responsabilidad individual no es algo que se impone desde arriba, ni depende de una decisión de los poderes públicos, sino que viene inculcada con principios éticos y morales desde el seno materno, ésta se desarrolla en condiciones sociales favorables y decae en ambientes hostiles; una vez que desaparece no regresa**.

*Hardin 1968

**Schmidtz 1994