Algunas consideraciones sobre la renegociación del TLCAN

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La realidad es que la única ventaja del comercio entre los que integran este Tratado es la reducción a 0% de los impuestos a sus mercancías ya que el viaje en barco aún sigue siendo muy barato. A propósito de las nuevas negociaciones del TLCAN propuestas por el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, México ha estado buscando, en países como Argentina y Brasil, sustituir a su principal proveedor de granos (maíz, trigo, entre otros) y buscaría también igualar los términos de importación y exportación con estos países a la par de los que se tiene con Estados Unidos.

A decir sobre este tema, opina para El Cronista el Subsecretario de Comercio Exterior de México, Juan Carlos Beker, que están “analizando reducir a cero los aranceles a las importaciones de granos provenientes de Brasil y Argentina, es decir los mismos términos que hoy rigen para los productores agrícolas norteamericanos”.[3]

Retomando el papel de México en el Tratado de Libre Comercio, la misma idiosincrasia del mexicano, nos hacer pensar que el país está subyugado a la voluntad de los otros dos países, sometido al arbitrio de Estados Unidos en particular. Parafraseando al ex secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Ernesto Derbez, en su conferencia que dictara en el auditorio Salvador Allende del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades hace apenas unas semanas, México tiene que entender que no está en un papel tan menor que Estados Unidos, nuestro país es la décima potencia económica mundial, de un aproximado de 200 países en el globo terráqueo.

El propio Donald Trump tiene que entender que entender que no tiene las facultades para realizar decretos ejecutivos que desmoronen las relaciones en política exterior, ya sea en materia de impuestos como en materia de migración, por ejemplo, está el hecho de que quiera imponer un impuesto fronterizo prohibido por la OMC ya que esta establece que este impuesto debe ser de entre el 3 a 5%, este presidente quiere subir a este impuesto hasta un 35%.

Por último, cabe aclarar que el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha establecido una ideología muy despectiva hacia México, ya que por ejemplo, en alguna parte de su discurso siempre menciona el déficit entre México y EUA, que es de 60 mil millones de dólares al año, lo que no menciona es que el déficit con China es aproximadamente 8 veces mayor, lo que puede suceder es que a su presidencia no le convenga tener conflictos con la máxima fabrica del mundo que es China, pero para reafirmar su poderío y hegemonía si crea conflictos con países que considera inferiores como es el caso de México.

Negociación de las reglas de origen en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte

Para analizar el efecto que puede traer una renegociación de las reglas de origen el TLCAN primero debemos analizar el concepto de “reglas de origen” y como se aplica en u Tratado de Libre Comercio.

En materia de exportación e importación un aspecto importante que se debe analizar es el origen de una mercancía, porque es muy diferente el país exportador que el país de donde es originaria una mercancía, ya que muchas veces este país no es el mismo.

En la actualidad es muy difícil que una mercancía este completamente hecha en un mismo país o en su caso que las mercancías provenga de un mismo país. Podemos observar el ejemplo de México, como uno de los países con más maquiladoras[4], las diferentes piezas de los automóviles que se fabrican en México no son hechas ni con materiales mexicanos ni por manos mexicanas, pero si son ensambladas aquí y distribuidas a varios países en el mundo Incluido Estados Unidos.

Las reglas de origen son “las leyes, reglamentos y prácticas administrativas utilizadas para identificar el país de fabricación sustancial de las mercancías objeto de comercio internacional. Son necesarias y fundamentales tanto para los procesos de integración que acuerdan tanto arancelarios preferentes para sus miembros, como para aplicar sanciones a importaciones desleales (dumping y subsidios) y/o salvaguardas y demás regulaciones no arancelarias”.[5]

Las reglas de origen dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte están comprendidas en el Capítulo IV del tratado que precisamente se titula “Reglas de Origen” el cual estipula en cuatro incisos dentro del art 401, cuales son las mercancías que se consideran originarias de un territorio.

Resumidamente se consideran originarios de un territorio los que sean producidos en su totalidad en algún territorio de los países miembro o que los materiales no originarios se sometan al cambio de clasificación arancelaria.

De esta manera, podemos decir que, de acuerdo con la cantidad de materiales utilizados en la manufacturación de productos va a determinar la proporción del arancel que se le impondrá a los bienes.

El certificado de origen es pues el documento que avalará el trato arancelario que tendrá la mercancía al cruzar una aduana y su respectiva procedencia. La empresa AJR de comercio exterior define el certificado de origen como “el documento que permite a un exportador o a un importador manifestar el país o región de donde se considera originaria una mercancía, ya sea por que ésta haya sido obtenida en su totalidad (vegetales, animales y minerales) o que haya sido suficientemente transformada, integrándole a través de procesos productivos el suficiente valor agregado para considerarlo como totalmente fabricado de dicho país o región.”[6]

El problema actual con las reglas de origen es que muchas veces son utilizadas por países que no integran el TLCAN para sacar ventaja exportando sus productos o bienes a un país integrante de este, de esta manera muy poco material del producto final llega a ser el país integrante del tratado.

Otro problema común es la falsificación de los certificados de origen, esto implica una disminución incorrecta de los aranceles correspondientes a las mercancías exportadas. Este es un problema que los países de ambas fronteras, así como en la Frontera de Canadá, deben resolver internamente, ya que la problemática de corrupción es un fenómeno que afecta a todos los países, claro, en unos más que en otros.

En las nuevas negociaciones del TLCAN, a razón del cambio de presidencia en los Estados Unidos, las reglas de origen deben tener un papel central en la discusión.

Para dar un ejemplo “bajo el TLCAN, el 62.5% de las partes de un automóvil o un camión ligero fabricado en México deben ser de Norteamérica para poder entrar a Estados Unidos sin arancel.”[7]

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