Aproximaciones a la sostenibilidad urbana en el Perú
Enviado por Ninoka • 3 de Enero de 2019 • 6.129 Palabras (25 Páginas) • 354 Visitas
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Nuestro contexto local acoge esta visión, y en múltiples textos legales alude expresamente a la sostenibilidad como componente indisociable del desarrollo. De manera puntual, citaremos a la Constitución Política del Perú, en la cual se hace uso del término sostenible en los artículos 67° y 69° del Capítulo II, del Ambiente y los Recursos Naturales, expresando que el Estado promueve i) el uso sostenible de sus recursos naturales y ii) el desarrollo sostenible de la Amazonía[14]. Por su parte, la Ley N° 28611, Ley General del Ambiente, en su artículo V del Título Preliminar, ha consagrado como un principio rector del ordenamiento legal ambiental peruano, al principio de sostenibilidad, en cuya virtud se establece que: “La gestión del ambiente y de sus componentes, así como el ejercicio y la protección de los derechos que establece la presente Ley, se sustentan en la integración equilibrada de los aspectos sociales, ambientales y económicos del desarrollo nacional, así como en la satisfacción de las necesidades de las actuales y futuras generaciones”. A su vez, la Ley N° 28245, Ley Marco del Sistema Nacional de Gestión Ambiental, en su artículo 5°, referido a los Principios de la Gestión Ambiental en el país, ha previsto como uno de ellos, en su literal p), a la articulación del crecimiento económico, el bienestar social y la protección ambiental para el logro del Desarrollo Sostenible.
Complementando ello, existen diversos documentos de gestión que han destacado la importancia de la sostenibilidad. Es interesante anotar, al respecto, que tanto la Política Nacional del Ambiente[15], aprobada por Decreto Supremo N° 012-2009-MINAM, como el Plan Nacional de Acción Ambiental – PLANAA Perú: 2011 - 2021, aprobado por Decreto Supremo N° 014-2011-MINAM, se rigen por el mismo objetivo general de “mejorar la calidad de vida de las personas, garantizando la existencia de ecosistemas saludables, viables y funcionales en el largo plazo; y el desarrollo sostenible del país, mediante la prevención, protección y recuperación del ambiente y sus componentes, la conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, de una manera responsable y congruente con el respeto de los derechos fundamentales de la persona”. Igualmente, la AgendAmbiente 2015-2016[16], aprobada por Resolución Ministerial N° 405-2014-MINAM, presenta dieciocho objetivos agrupados en cuatro frentes (diversidad biológica, cambio climático, calidad ambiental y gobernanza ambiental) que hacen referencias a la sostenibilidad como una condición común a aquellos. Así también, el Plan Bicentenario, el Perú al 2021, aprobado por Decreto Supremo N° 054-2011-PCM, prevé en su Eje Estratégico 6, sobre los Recursos Naturales y Ambiente[17], como un objetivo nacional a la conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y la biodiversidad con un enfoque integrado y ecosistémico, y un ambiente que permita una buena calidad de vida para las personas y la existencia de ecosistemas saludables, viables y funcionales en el largo plazo.
Llegados a este punto, resulta evidente que la sostenibilidad es la base fundamental del desarrollo moderno, y al conjugarse ambos dan forma al nuevo arquetipo de progreso integral que todos invocan y fomentan. Así, la transversalidad y multidimensionalidad de la sostenibilidad se vuelven factores determinantes para poder diseñar, conducir y monitorear los distintos procesos de desarrollo en nuestra sociedad, dentro de los cuales, reviste de especial importancia el desarrollo urbano, por cuanto éste condiciona la calidad de vida de la mayor parte de la población mundial, que efectivamente reside en núcleos urbanos, así como el impacto, positivo o negativo, que estos logran ejercer directa e indirectamente sobre el ambiente[18].
2. Mirando a la Sostenibilidad Urbana
A medida que la sostenibilidad fue evolucionando, se fueron dando diversas iniciativas referidas al diseño urbano en general, el manejo de residuos, la modernización del transporte público, la creación de espacios verdes públicos, entre otros; no obstante, aún no se identificaba con claridad la relación existente entre las ciudades y el ambiente. No sería si no hasta la Cumbre de Rio de Janeiro de 1992 que finalmente las ciudades fueron reconocidas como un área importante para la aplicación del concepto de desarrollo sostenible, gestándose un cambio en la percepción de aquellas y en el rol de la sostenibilidad como criterio integrador de sus aspectos sociales, económicos, institucionales y ambientales, para lograr mejorar la calidad de vida urbana[19]. En los años posteriores, las autoridades, especialmente las municipales, procuraron aplicar las políticas y procesos de planificación existentes para atender los conflictos emergentes entre los intereses ambientales y económicos dentro de su jurisdicción. En ese contexto, surgieron las primeras aproximaciones sobre lo que podría ser considerado como una “gobernanza urbana ambiental”[20], que con el devenir del tiempo daría lugar a la concepción de un nuevo modelo de desarrollo para las ciudades.
Muestra de lo expresado, es la aprobación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible[21], que actualizó los compromisos fijados en los Objetivos del Milenio, y que contiene un conjunto de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) cuyo propósito general es poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia y hacer frente al cambio climático. Justamente, el décimo primero de estos nuevos objetivos globales está referido a las Ciudades y Comunidades Sostenibles, y propone “hacer a las ciudades y a los asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sustentables”. Para ello, entre sus targets para el 2030 están el proveer de sistemas de transporte público accesibles y sostenibles, mejorar la urbanización inclusiva y sostenible mediante el planeamiento urbano integral y sustentable, reducir los impactos ambientales de las ciudades poniendo especial énfasis en la calidad del aire y la gestión de los residuos municipales, fortalecer la relación económica, social y ambiental entre las ciudades y las zonas rurales.
Pese a ello, aún hoy nuestra realidad urbana latinoamericana, caracterizada por un alto grado de urbanización, presenta grandes desafíos en sus ciudades, lo que ha condicionado su proceso de desarrollo, haciendo imperativa la consolidación de un concepto de sostenibilidad urbana que permita establecer una estrategia integral que concilie los intereses de sus generaciones citadinas presentes y futuras. Así, la sostenibilidad urbana se torna un elemento clave para atender los problemas que enfrentan las ciudades de países como el nuestro, en materia de adaptación
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