Bioindicadores de Fauna Edáfica
Enviado por Helena • 24 de Febrero de 2018 • 6.278 Palabras (26 Páginas) • 312 Visitas
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y su nivel de actividad. La macrofauna responde al manejo en escalas de tiempo de meses o años, por lo que tiene gran potencial para el uso como indicadores biológicos.
Los procesos que ocurren en el suelo son mediados por los organismos que lo habitan. Entre ellos se destaca la macrofauna, porque directa o indirectamente afecta la estructura y fertilidad del suelo. Las comunidades presentes están determinadas por el manejo que se realiza (perturbaciones físicas, distribución de residuos y vegetación). Y conocer cuáles son las características de los suelos es importante para su mejor uso.
OBJETIVOS
Objetivo general:
- Evaluar la calidad del suelo a través de la macro fauna edáfica.
Objetivos específicos:
- Identificar integrantes de la macrofauna y descriptores comunitarios como posibles indicadores biológicos de calidad del suelo.
MARCO DE REFERENCIA
Macrofauna del suelo Este grupo está integrado por los animales que tienen un ancho de cuerpo mayor a 2 mm (Linden et al., 1994) y que pertenecen a distintos Filos, Clases y Órdenes (Tabla 1).
Tabla 1. Clasificación taxonómica de los organismos integrantes de la macrofauna.
Tabla 2. Grupos que componen la macrofauna del suelo.
Operan en escalas de tiempo y espacio más amplias que los individuos más pequeños. La mayoría se caracteriza por tener ciclo biológico largo (un año o más), baja tasa reproductiva, movimientos lentos y poca capacidad de dispersión. Desde el punto de vista de la alimentación incluye individuos que son herbívoros, detritívoros y depredadores. A través de sus actividades físicas (mezcla del mantillo con el suelo, construcción de estructuras y galerías, agregación del suelo) y metabólicas (utilización de fuentes orgánicas disponibles, desarrollo de relaciones mutualistas y antagonistas) participan en muchos procesos. Al fragmentar las partículas, producir pelotas fecales y estimular la actividad microbiana intervienen en el ciclo de la materia orgánica y de nutrientes. Con la redistribución de la materia orgánica y de los microorganismos, la mezcla de suelo con partículas orgánicas y la producción de pelotas fecales causan mejoras en la agregación. También modifican la aeración e infiltración y la textura, a través de la construcción de galerías y al traer a la superficie y mezclar suelo de las capas inferiores del perfil. Como resultado de la diversidad de estos organismos e intensidad de su actividad son afectadas la distribución del agua en el perfil, el nivel de erosión, el crecimiento de las plantas y la emisión de gases a la atmósfera.
Grupos funcionales de la macrofauna:
Para reducir la innata complejidad de la trama trófica del suelo han sido propuestas distintas clasificaciones de grupos funcionales (FAO, 2001). Una de ellas, quizás la más útil, es la que divide a la macrofauna del suelo de acuerdo al comportamiento alimenticio. Los herbívoros se alimentan de las partes vivas de las plantas, los depredadores de animales vivos y los detritívoros de la materia orgánica no viva de origen animal y vegetal, de los microorganismos asociados, de heces de vertebrados e invertebrados, así como también de compuestos producto del metabolismo de otros organismos (FAO, 2001; Moore et al., 2004). Las interacciones bióticas entre estos grupos funcionales intervienen en la regulación de los procesos edáficos. Cuando la complejidad de las mismas es grande, es muy probable que los efectos indirectos en la regulación de las funciones de los ecosistemas sean muy importantes (Price, 1988). Como consecuencia de la herbivoría realizada por invertebrados se afecta la cantidad y calidad de recursos que ingresan al suelo y por lo tanto a los individuos detritívoros y depredadores (Wardle y Bardgett, 2004). A su vez la calidad y cantidad de los detritos que ingresan al sistema tienen gran importancia en la evolución y mantenimiento de la diversidad de los detritívoros, lo que afecta los ciclos de nutrientes y en consecuencia a los productores primarios y a los consumidores (herbívoros y depredadores) (Moore et al., 2004). Por otra parte, los depredadores pueden ejercer importantes efectos en la producción primaria neta y en la descomposición lo cual a su vez tienen implicancias a nivel de las comunidades y de los ecosistemas.
Herbívoros:
Entre el 40 y 90% de la producción primaria neta corresponde a las partes subterráneas de las plantas y una alta proporción de la misma es consumida por los invertebrados herbívoros que habitan el suelo, los cuales en su mayoría son insectos (Coleman, 1976; citado por Masters 2004). Los órdenes más importantes son: Coleoptera, Hymenoptera, Orthoptera. Las especies fitófagas del Orden Coleoptera pertenecen a las Familias Elateridae, Melolonthidae (Scarabaeoidea), Curculionidae y Chrysomelidae. Adultos y larvas son consistentes componentes de las comunidades. Una cantidad de individuos viven en la superficie y con vegetación baja, mientras que otros son verdaderos cavadores durante toda o parte de su ciclo de vida.
La abundancia de estos insectos es muy variable de un ambiente a otro y de un ciclo anual al siguiente, lo cual dificulta su análisis cualitativo. Algunos autores reportan que el conjunto de estas familias en regiones templadas pueden alcanzar valores de varios cientos de individuos por metro cuadrado.
El Orden Hymenoptera tiene una amplia distribución latitudinal y ocurre en los ecosistemas más extremos. Los integrantes de la Familia Formicidae son insectos sociales, los cuales tiende a ser más abundantes en bosques abiertos y secos y en pasturas no cultivadas
El tamaño de las colonias es variable, desde unas pocas docenas en las especies más primitivas a varios millones. Las hormigas cortadoras son consideradas los herbívoros más importantes de América del Sur (Hölldobler y Wilson, 1990). La Familia Gryllidae del Orden Orthoptera se caracteriza porque sus integrantes tienen alimentación omnívora. Son habitantes de áreas con vegetación rastrera. Son eficientes cavadores, las ninfas y los adultos abren galerías en el suelo, formando montículos de tierra en la superficie. En las galerías almacenan material verde y permanecen durante el día, a la noche salen a la superficie a cortar hojas. Están presentes en gramíneas y leguminosas forrajeras y en cultivos en sistemas de siembra directa (Aragón, 2003; Gassen y Gassen, 1996; Borror y White, 1970).
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