CALIDAD DE VIDA EN LOS ANCIANOS Y EL DERECHO A MORIR DIGNAMENTE

...

En el otro extremo se encuentra la distanacia, que busca alejar lo más posible la muerte utilizando no sólo los medios ordinarios de la medicina sino recurre a medios extraordinarios, sumamente costosos. Existe adicionalmente la adistanacia, que consiste en dejar morir al paciente en paz.

Aún y cuando pueden existir valoraciones entorno a la edad del paciente, Vidal nos propone un criterio enriquecedor: “Por razón de las posibles esperanzas de recuperación mediante los procesos terapéuticos de reanimación”.

El papa Pio XII decía: “Si es evidente que la tentativa de reanimación constituye, en realidad, para la familia tal peso que no se le puede en conciencia imponer, ella puede insistir lícitamente para que el médico interrumpa sus intentos, y el médico puede condescender lícitamente con esa petición. No hay en este caso ninguna disposición directa de la vida del paciente, ni eutanasia, la cual no sería lícita”[1]

Entra finalmente la consideración en cuanto a que en nuestra sociedad postmodernista que tiende a hacer prevalecer el utilitarismo de las cosas y de las personas, una sociedad que sistemáticamente evita cualquier tipo de dolor y está en la búsqueda casi desenfrenada del bienestar individual el concepto de calidad integral de vida asociada a una enfermedad, limitación o dolor es visto como una contradicción, siendo que olvida el sentido integral y trascendental de la vida del ser humano como nos los recuerda la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, en la declaración “ IURA ET BONA” Sobre la Eutanasia:

“Todo hombre tiene el deber de conformar su vida con el designio de Dios. Esta le ha sido encomendada como un bien que debe dar sus frutos ya aquí en la tierra, pero que encuentra su plena perfección solamente en la vida eterna.”

Es importante no olvidar que la persona no es simplemente su cuerpo, la calidad de vida, esta intrínsecamente ligada a un acompañamiento, emocional, espiritual y psicológico. La calidad de vida no es solamente dar un conjunto de medicinas o tratamientos que puedan hacer más llevadero una enfermedad o limitación, es también dar amor, atención, tiempo, cariño y escucha para que nuestros ancianos encuentren en estas actitudes propias del Evangelio el consuelo en la etapa de preparación para su encuentro definitivo con el Señor. El darle sentido al sufrimiento, solidarizarse y acompañar es el principal papel de los familiares y amigos, esto sin menospreciar el apoyo médico pero si dándole un lugar preponderantes.

Como ya sabemos la muerte es una realidad que nos alcanzará a todos, pero está en nosotros facilitar que este tránsito de la vida presente a la eterna, sea en el marco de la mayor calidad de vida posible para nuestros ancianos mayores.

Bibliografía

Vidal, M. (1989). Para conocer la Etica Cristiana. En M. Vidal, Para conocer la Etica Cristiana (págs. 121-159). Pamplona: Editorial Verbo Divino.

Alocución sobre la "Reanimación", 24 de noviembre de 1957 (AAS 49, 1957, págs. 1027-1033).

Declaración "IURA ET BONA " http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19800505_euthanasia_sp.html

Declaración de los derechos del enfermo: http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/sitios_catedras/obligatorias/723_etica2/material/normativas/declaracion_derechos_paciente.pdf

---------------------------------------------------------------