CAMPO FORMATIVO: Exploración y conocimiento del mundo
Enviado por tomas • 3 de Enero de 2019 • 3.471 Palabras (14 Páginas) • 442 Visitas
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Importancia de cuidar nuestro cuerpo:
Todos los días se encuentra más información sobre prevención en salud. La vemos en la televisión, la leemos en las revistas, todo el mundo habla de ella. Aplicarla y prestarle la atención que merece es más sencillo de lo que creemos.
La salud es un estado que debemos conservar en su nivel más puro y aunque nuestro cuerpo es maravilloso, no se considera infalible y necesita nuestra atención constante. En medio de las carreras del día a día y las preocupaciones cotidianas, también podemos darnos espacio para tomar pequeñas medidas que nos ayudan a conservar cada día nuestra buena salud.
Hábitos tan sencillos como desayunar todos los días, recordar la importancia de alimentarse sanamente y oír el cuerpo son algunas de las medidas que vale la pena tener en cuenta.
El solo hecho de subir o bajar por las escaleras, caminar al supermercado en vez de ir en carro, hacer dos minutos de estiramientos al levantarse o antes de irse a la cama, sacar a pasear el perro en vez de pedirle a otra persona que lo haga nos ayudan a estar activos y sanos.
La salud se construye con cada acción que realizamos, al igual que los afectos. Las decisiones que tomamos y las acciones que realizamos continuamente se reflejan en nuestro bienestar diario y en el estado físico y mental del que gozaremos nosotros y quienes tenemos a cargo, sean nuestros hijos, nuestros padres o incluso nuestras mascotas.
Eliminemos ideas como “hoy no tengo tiempo”, “no importa no cuidarse por una vez”, “luego lo hago” y así vivimos un presente lo más sano posible y evitamos en el futuro padecer enfermedades que nadie quiere sufrir.
Hay eventos impredecibles, pero hay una serie de acciones con las que podemos trabajar para tener un buen estado de salud. La clave es actuar hoy. No dejar abandonado lo importante por lo urgente, dedicarle ese poco tiempo y esfuerzo que requiere construir las bases de una vida equilibrada, sana y feliz para el futuro.
Los niños y la higiene:
Una frase popular asegura “higiene es salud”. De hecho, se trata de un principio básico en la prevención de salud según el cual, es posible reducir el riesgo de contagio de numerosas enfermedades transmisibles con la aplicación de algunas medidas de aseo básicas. Sin embargo, un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia reveló que una tercera parte de la población mundial no implementa las medidas de higiene básicas, siendo los niños el colectivo más vulnerable.
No en vano los pediatras recomiendan inculcarles a los niños desde pequeños los hábitos de higiene que deben seguir a diario. Esto no solo mejorará su salud reduciendo el riesgo a enfermar, sino que también incidirá en su desarrollo haciendo que el pequeño sea más organizado, cuidadoso y autoexigente consigo mismo. Además, aprenderán a preocuparse más por su apariencia personal y su salud, ganando en autonomía, autodisciplina y voluntad. También es un ejercicio estupendo para entrenar la constancia y el esfuerzo personal en la formación de hábitos y el cumplimiento de metas personales.
Cinco hábitos de aseo diario obligatorios
1. Cepillarse y mantener limpio el cabello
El cabello, al igual que el resto de la piel, se ensucia con mucha facilidad debido al polvo del ambiente y las secreciones del cuero cabelludo. Por eso, es importante lavarlo con frecuencia y cepillarlo diariamente para estimular la salud capilar y mejorar su aspecto. Se trata de unos de los hábitos de aseo diarios más elementales que el niño deberá aprender tan pronto como adquiera las habilidades motoras básicas. Al inicio ni siquiera es importante que el niño se cepille o lave bien el cabello ya que se trata de un ejercicio que requiere entrenamiento. Lo esencial es que concientice las ventajas que le reporta este sencillo hábito de higiene personal, mientras lo ayudas a obtener mejores resultados.
2. Cepillarse los dientes
Introducir el hábito del cepillado dental a edades tempranas es vital para garantizar una óptima salud bucal en el niño. De hecho, es la única manera para prevenir muchas de las enfermedades dentales como las caries, la halitosis y algunos problemas en las encías. Lo ideal es que a partir de los 3 años ellos solos sean capaces de cepillarse los dientes, aunque durante los primeros meses necesitarán la revisión constante del adulto. Es importante que realicen el cepillado desde las encías hasta los dientes, de manera circular y sin ejercer demasiada presión para no dañar el esmalte dental. Este ejercicio deberán repetirlo después de cada comida y antes de irse a la cama.
3. Lavarse las manos
Se trata de unos de los hábitos de higiene diarios más importantes pues basta para prevenir enfermedades como la tuberculosis, la neumonía, el cólera, la influenza y las infecciones gripales. Ten en cuenta que las manos son la principal herramienta de trabajo de los niños por lo que es usual que las pasen por superficies contaminadas y luego, cuando se las llevan a la boca o a los ojos, trasladan en ellas las partículas infecciosas que pueden enfermarlos. De hecho, las estadísticas indican que los niños que se lavan más las manos enferman menos que los que no tienen este hábito. Por eso, cuanto antes le enseñes a lavarse bien las manos, mejor. Eso sí, es importante que aprendan a lavárselas durante al menos 30 segundos, sobre todo después de jugar, ir al baño, toser o tocar superficies sucias.
4. Limpiarse y cortarse las uñas
Mantener las uñas bien cortas y limpias es una garantía de salud. Básicamente, debajo de las uñas se acumulan las bacterias y virus procedentes de las superficies que los niños tocan constantemente. Por eso, mientras más cortas, menos probabilidades habrá de que alberguen suciedad. Aunque más allá del tamaño, también es esencial mantenerlas limpias. Y cuanto antes le enseñes esto a tu hijo, mejor. Si es mayorcito puedes enseñarle a que se corte solo las uñas, pero si es pequeño será mejor que se las cortes tú para evitar accidentes. En cualquier caso, debes enseñarle cómo mantener las uñas limpias, puedes darle un pequeño cepillo de celdas suaves para que se las limpie cuando se lave las manos.
5. Ducharse
Probablemente se trata del hábito de higiene diario más importante ya que mientras el niño se ducha, elimina de su piel los restos
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