CARACTERÍSTICAS MÁS IMPORTANTES DE LOS PARADIGMAS POSITIVISTA Y DEL EMERGENTE O POST-POSITIVISTA
Enviado por Jerry • 16 de Diciembre de 2018 • 1.256 Palabras (6 Páginas) • 1.248 Visitas
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El post-positivismo, también llamado paradigma cualitativo, fenomenológico, naturalista, humanista o etnográfico, surge como una versión innovada, alterna del positivismo. En ella los nuevos planteamientos proceden fundamentalmente de la antropología, la etnografía, el interaccionismo simbólico entre otros. En relación a la postura ontológica, el postpositivismo es realista y crítico lo cual significa que la realidad existe pero no puede ser completamente aprehendida. Es decir la realidad es manejada por leyes naturales que pueden ser comprendidas solamente en forma incompleta. El cual indica que, aunque existe un mundo real manejado por causas naturales, será imposible para los humanos poder percibirlo en su totalidad en virtud de que sus mecanismos intelectuales y sensoriales son imperfectos.
La diferencia esencial entre el paradigma positivista y postpositivista se encuentra a nivel de la gnoseología o teoría del conocimiento. Por cuanto la orientación postpositivista supera el esquema de la percepción como reflejo de cosas y el conocimiento como copia de la realidad. Se concibe el conocimiento como resultado de la interacción de una dialéctica entre el objeto conocedor y objeto conocido. Asimismo, el paradigma emergente o paradigma postpositivista significa un rescate del sujeto y de su importancia, que la mente construye la percepción por medio de formas propias o categorías. A nivel epistemológico se sitúan en los extremos opuestos el positivismo y el anti-positivismo. Para el positivismo el conocimiento debe pasar por la experiencia. Para el anti-positivismo el conocimiento está en el Yo.
Cada uno de los diferentes paradigmas genera el surgimiento de distintos enfoques, en un deseo de acercarnos a la realidad. Buscando modelos que permiten la aproximación al conocimiento de realidades complejas. Cabe destacar que la revisión de la bibliografía, discusión y reflexión en relación a los diferentes paradigmas permitieron una aproximación valiosa a las formas de asumir un trabajo de investigación, generando diversas interrogantes de cuáles serían los paradigmas que nos acompañarían en el proceso investigativo. El paradigma post-positivista revalúa los conceptos del realismo, objetividad e investigación, ajustándolos. La realidad no es absoluta, sino que es construida socialmente, alcanzando una objetividad progresiva a través de contactos sucesivos con los hechos de estudio, existiendo modelos de conocimientos no estrictamente experimentales. Ahora bien, trabajando mediante este paradigma podríamos encontrar una potencialidad educativa, tratando de “aprender a aprender”, ya que no existe limitante al conocimiento sino que permite la construcción usando una experiencia previa para percibir y moldear el nuevo conocimiento, adquiriendo experiencias individuales, explorando estrategias y en consecuencia, la creación de nuevos aprendizajes. Para el post-positivismo, la realidad nunca podrá ser absolutamente aprendida ya que su cumplimiento de las leyes naturales nunca podrá ser entendido por completo por el ser humano, de esta manera, se reconocen los llamados límites de la razón humana o límites del conocimiento. Podemos resumir las características del post-positivismo en:
- Defiende la ontología en la que cualquier afirmación sobre la realidad deberá sostenerse sobre un examen crítico lo más extenso posible, para ofrecer la comprensión de la realidad, tan ciertamente como sea posible.
- Epistemológicamente, mantiene la objetividad como ideal regulador de la ciencia, así como su capacidad predictiva.
- En consecuencia, su metodología se fundamenta en la investigación utilizando escenarios más naturales, reuniendo información de cada situación y reintroduciendo el descubrimiento como un elemento de investigación. Especialmente, en las ciencias sociales, requerirá puntos de vista desde dentro, es decir, émicos, para poder determinar los significados y propósitos que las personas adjudican a sus actos.
En conclusión, cada uno de los paradigmas sostiene sus propios sistemas básicos de creencias, así como sus propios méritos para ser considerado como un paradigma. Lo importante es saber examinar y explorar nuestras propias creencias adoptando un paradigma que guíe nuestros pensamientos y acciones. Los paradigmas tienen muchas implicaciones en la práctica de la educación. Sin lugar a dudas, esto deja muchas inquietudes e interrogantes, sobre todo al percibir de que no sólo hay un paradigma en educación que provee una
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