CONOCIMIENTOS DE LA PREVENCIÓN PRIMARIA DE BACTERIURIA ASINTOMÁTICA EN MUJERES GESTANTES.
Enviado por Eric • 30 de Marzo de 2018 • 5.297 Palabras (22 Páginas) • 475 Visitas
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Otra forma de ingreso bacteriano es por medio de las sondas vesicales que, si no son colocadas de la forma correcta y siguiendo con las indicaciones de asepsia y antisepsia, pueden servir de transporte para que las bacterias lleguen a la vejiga (04).
La bacteriuria asintomática representa la ITU con mayor incidencia en mujeres embarazadas, ya que se asocia mucho a aquellos cambios durante el embarazo como es el hidrouréter fisiológico, el cual es inducido por las propiedades relajantes del músculo liso que posee la progesterona, la cual aumenta en el embarazo. Además, el tono vesical también se ve disminuido y su capacidad total puede duplicarse sin ocasionar molestias o urgencia miccional, favoreciendo acumulación de orina. La presión que el útero grávido ejerce sobre los órganos del tracto, contribuye a la estasis urinaria, sobre todo durante en el segundo y tercer trimestre, lo que trae como consecuencia un gradiente de presiones de aproximadamente 15 mL de agua entre el segmento inferior y superior del uréter, y la generación de un medio propicio para la proliferación bacteriana (11).
Una de las principales consecuencias a largo plazo de la bacteriuria asintomática es la pielonefritis, esta es una forma de infección urinaria de las vías altas, es decir del riñón y pelvis renal, que se caracteriza por ser muy sintomática en la mayor parte de los casos y va acompañada de dolor en la parte media de la espalda (fosa lumbar), fiebre y escalofríos (12).
Se denomina pielonefritis aguda cuando los síntomas aparecen de manera inmediata y la gestante manifiesta muchos síntomas, usualmente de 1 – 2 días de evolución. Es por ello que es de mucha importancia identificar e iniciar un tratamiento a tiempo de modo que se evitaría el progreso de una bacteriuria asintomática a una pielonefritis, la cual ocasiona enfermedades mucho más graves en las mujeres gestantes y en las demás personas (12).
Otra consecuencia es la infección urinaria sintomática que se produjo a causa de una bacteriuria asintomática no tratada anteriormente, ya que está también predispone una tasa de prematuridad de un 20 a 50% (14). Esta relación demuestra que la infección asintomática no tratada predispone a la infección sintomática y ésta conlleva claramente riesgo de parto pretérmino (13). Es probable que la bacteriuria asintomática además de causar muchas veces partos prematuros, sea considerada también uno de los factores que desencadenan prematurez en el recién nacido, así también como bajo peso al nacer e inmadurez orgánica, interrumpiendo en un futuro el desarrollo normal del niño que consecuentemente podría presentar ciertos déficits físicos, cognitivos y otros (11).
Existen diferentes métodos para diagnosticar una ITU, el más efectivo es el urocultivo. Este consta en obtener una muestra de orina del paciente y luego sembrarla en un medio adecuado para el crecimiento de las bacterias. Si no hay crecimiento se indica que no hay presencia de bacterias y si hay crecimiento hay otras pruebas a realizar para identificar la bacteria que causa la infección (14).
La bacteriuria asintomática es la presencia de un urocultivo positivo en ausencia de manifestaciones clínicas de infección urinaria, usualmente no se requiere de tratamiento, pero puede ser la excepción las mujeres embarazadas debido a que este podría progresar a pielonefritis y otras enfermedades, además de presentar problemas de parto prematuro o niños con bajo peso al nacer. Esta ITU aumenta aún más su incidencia en mujeres multíparas, de nivel socioeconómico bajo y con antecedentes de infecciones previas. Las bacterias más frecuentes que producen la bacteriuria asintomática en la gestante son: E. Coli con el 75-80% de incidencia, y el resto son producidas por Klebsiella pneumoniae, enterobacter spp y Proteus mirabilis.
La obtención de la muestra de orina puede ser de diferentes maneras, una de ellas es mediante la recogida del chorro medio: para esto se toma un frasco estéril y se descarta la primera micción la cual es de 10 a 12 ml ya que esta arrastra bacterias del tercio distal de uretra y podría contaminar la muestra dando un resultado erróneo; la técnica más eficiente es la punción supra púbica ya que consta en la inserción de una aguja directo a la vejiga para extraer la orina estéril, se considera un método invasivo, pero ayuda a la precisión de las pruebas (14).
Una prueba previo urocultivo, es el examen general de orina que es una prueba básica de rutina que debe ser tomada a todo paciente y en el caso de una embarazada una vez por trimestre. Es efectiva para el diagnóstico de bacteriuria asintomática. Aquí se evalúa pH, densidad de orina y presencia de leucocitos (glóbulos blancos) (15).
El conjunto de pruebas rápidas se llama urianálisis, consta de una tira plástica que contiene zonas reactivas útiles para el diagnóstico de ITU. Se realizarán tres pruebas rápidas: la esterasa leucocitaria, sirve para la detección de leucocitos a partir de más de 10, la prueba de nitritos, detecta la presencia de entero bacterias capaces de reducir los nitratos a nitritos, y por último la de pH, en el que se evalúa la acidez o alcalinidad de la orina y si presenta 6.0 indica parámetro alterado. Otro método es el examen microscópico en el cual se busca saber la cantidad de bacilos en la muestra, si se encuentra más de 10 bacilos/ml se interpreta como resultado positivo (15,16).
Según los criterios de Kass, la bacteriuria es un término que se utiliza para definir presencia excesiva de bacterias en la orina obtenida por emisión uretral: 100 mil unidades formadoras de colonias (UFC) por mL de orina indica infección urinaria en individuos sin uropatía. Dicho diagnóstico admite a su vez dos modalidades: en presencia de síntomas o signos clínicos se denomina infección sintomática, en ausencia de los mismos el término es bacteriuria asintomática (17).
En el caso de bacteriuria asintomática en mujeres gestantes las pruebas de diagnóstico se deben realizar cada trimestre del embarazo para evitar posibles complicaciones (14); además se recomienda realizar un urocultivo y si este sale positivo se realizará un ultrasonido de tracto urinario para verificar que no hay anomalías anatómicas a la vez también se descartará una pielonefritis; si la gestante tuvo anteriormente una infección urinaria o si finalizo un tratamiento de bacteriuria se debe realizar cada mes del embarazo un diagnóstico para descartar una reincidencia en bacteriuria ya que esta suele pasar y como no presenta síntomas no se sabrá y el cuadro de la infección se complicara (18).
El tratamiento de la bacteriuria asintomática hoy en día es complicado, pues las
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