Caracterización sociodemográfica y comparación del grado de estudio con diferentes fuentes de datos sobre migrantes calificados. El caso de los mexicanos en Estados Unidos
Enviado por tolero • 13 de Marzo de 2018 • 6.042 Palabras (25 Páginas) • 600 Visitas
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De la misma manera, se afirma que la migración de personas no solo afecta al mundo del trabajo sino que también modifica culturalmente los países de destino. Pero que en ninguno de los casos señalan que la realidad de los inmigrantes en dichos países es otra.
Por otra parte, de acuerdo con la macro teoría neoclásica acerca de la migración internacional y sus extensiones (Massey, 2000) ésta se produce por las diferencias en la oferta y la demanda de trabajo. Los países con una elevada dotación de trabajo respecto al capital tienen bajos salarios, mientras que los países con una limitada dotación de trabajo respecto al capital se caracterizan por tener salarios altos. La diferencia de salarios entre las naciones es la que origina la migración. Como resultado de este movimiento, al incrementarse la oferta de trabajo, los salarios caen en el país que cuenta con una alta dotación de capital, conduciendo en términos de equilibrio, hacia un diferencial internacional de salarios que refleja solo los costos del movimiento internacional (Arango, 2003:4).
En dirección contraria circula a veces el capital, dice la teoría neoclásica. El dinero viaja a menudo de países ricos a países pobres donde las tasas de retorno por la inversión son elevadísimas. El capital humano se mueve también a veces en esa dirección. Cuando se trata de trabajadores bien calificados, se mueven de los países desarrollados hacia los países donde hay escaso capital humano y sus habilidades son altamente remuneradas. De ahí que Douglas Massey incita a distinguir entre el flujo laboral internacional y el flujo asociado al capital humano (Massey, 2000).
Sin embargo, la realidad de los flujos de mexicanos y latinoamericanos en general es otra. De hecho, no siempre esos trabajadores mejor habilitados, altamente calificados, migran porque haya escasez de capital humano en el país que los acoge, sino porque los organismos internacionales crean artificialmente esa demanda.
Massey (2000) identifica varias proposiciones y asunciones implícitas en esta perspectiva. En primer lugar, tal como lo mencionamos anteriormente, se asume que la migración internacional de trabajadores es causada por las diferencias salariales entre países y que la eliminación de estas diferencias acabará con la migración laboral. Otra es que los individuos deciden migrar tras un cálculo costo-beneficio que les hace esperar una rentabilidad neta positiva como consecuencia de su desplazamiento. Desde esta perspectiva, la migración es presentada como una inversión muy costosa. Para obtener mejores salarios, el migrante invierte en los costos materiales del viaje, arriesga su vida, asume los costos de su mantenimiento y quizás de la familia que dejó mientras encuentra trabajo, los costos de privar a su familia -esposa o esposo, hijos o hijas a veces pequeños, padres y madres a veces ancianos- de su presencia y apoyo monetario y afectivo, los costos de la discriminación racial, el posible aislamiento en el país de destino, el esfuerzo de aprender otro lenguaje y cultura, la adaptación a un nuevo mercado laboral y los costos psicológicos de cortar viejos lazos para forjar nuevos.
Bajo la inspiración de este modelo se han construido incluso ecuaciones del retorno neto esperado de la migración, calculado justo antes de la partida como función de la probabilidad de evitar la deportación, la probabilidad de obtener un empleo en el lugar de destino y los ingresos provenientes de ese empleo, valor al que debe deducírsele la probabilidad de empleo y los montos salariales en la comunidad de origen, así como la suma de todos los costos del movimiento migratorio, incluyendo los costos psicológicos. Si el retorno neto esperado es positivo, la persona decidirá migrar, por el contrario si es negativo, permanecerá en su comunidad, si es igual a cero, será indiferente a irse o quedarse. A diferencia del modelo macroeconómico, esta perspectiva incluye tasas de empleo (y no sólo salariales) y características del capital humano (educación, experiencia, entrenamiento, conocimiento del lenguaje) como incentivos para migrar.
Otra teoría, la de los mercados laborales segmentados o duales (Arango, 2003), se aleja de las decisiones individuales y las de pequeños grupos para enfocarse sobre la demanda de mano de obra propia de las sociedades industriales. Los teóricos de esta corriente argumentan que la migración es causada por la permanente demanda de mano de obra migrante inherente a la estructura económica de las naciones desarrolladas. Aquí, las causas no son los factores que empujan en los países emisores -bajos salarios y alto desempleo-, sino los factores que atraen en los países receptores: una crónica e inevitable necesidad de trabajadores extranjeros para determinadas tareas.
En suma, podemos ver que la teoría de la economía neoclásica explica las migraciones a partir de los costos de la migración, las diferencias en las condiciones de empleo y salario entre los países involucrados como receptores y emisores. La migración es presentada como el resultado de una estrategia individual para maximizar los ingresos. La teoría de la nueva economía de la migración (Arango, 2003) considera las condiciones en una variedad de mercados y no sólo en los mercados laborales. Explica la migración como una estrategia familiar para minimizar los riesgos del ingreso global y para superar las contracciones de capital que afectan las actividades de producción familiares.
Migración hacia Estados Unidos (antecedentes históricos)
Como se mencionó al inicio es necesario contextualizar el fenómeno para analizarlo, esto implica además del enfoque de la disciplina o ciencia que lo estudia, el contexto espacial y temporal, así que contemplamos a los mexicanos que decidieron emigrar hacia los Estados Unidos, para ello es necesario conocer el desarrollo de esta migración a lo largo del tiempo.
Los inicios de la migración de los mexicanos hacia Estados Unidos pueden ubicarse en distintos momentos de la historia de México. El cambio de localización geográfica de la frontera, causada por la guerra de 1848, efecto considerado como la génesis de la relación entre México – Estados Unidos. Así lo sugieren algunos autores como Durand y Massey (2003: 45 – 49), quienes además, dividen o presentan la historia del fenómeno en varias etapas.
La primera etapa de enganche (1900 – 1920) que se distingue por varias características que impulsaron el desarrollo de este fenómeno y que entre las cuales destacan las siguientes; la contratación semiforzada de mano de obra por el sector privado, la revolución mexicana, la necesidad de mano de obra barata, el freno de los flujos migratorios
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