Casualidad no; Causalidad.

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sino también las decisiones que lleven a mantener la fidelidad del fanático. No siempre es posible ganar campeonatos, pero si es posible mantener la fidelidad de mis “clientes”. En este sentido, una mala decisión administrativa puede incluso ser bien vista por los fanáticos siempre y cuando demuestre lo que muy bien define la MLB: El amor al juego.

Son varios los presidentes, ejecutivos, asesores que muestran su fidelidad al equipo y además se sienten orgullosos de apoyar con su conocimiento a los mismos, como el caso de Michael Porter, strategic advisor de los Red Sox, quien menciona que el éxito futuro de una organización, al igual que ocurre en los equipos deportivos, depende en gran medida de ella misma.

Al mencionar a los Red Sox, podemos ver como las decisiones y el alto rendimiento lograron revertir en el 2004, una serie en contra y llegar a romper una “maldición” de 86 años.

Cambiando de deporte para ver un ejemplo mas, vemos el dominio abrumador de Mercedes en la F1, el cual no es casualidad sino fruto de un plan estratégico, una eficaz estructura organizativa y un alto aporte de recursos, los cuales al combinarse en planes de mediano y largo plazo llevan a los resultados sobresalientes que están mostrando.

Estos ejemplos permiten concluir que en el altamente competido deporte de la actualidad y la combinación de una industria global de entretenimiento, los éxitos no se logran por casualidad, sino que son fruto del trabajo y el esfuerzo, como bien lo dice la frase del golf atribuida a Gary Player y Jerry Barber: “Entre mas fuerte trabajo, mas suerte tengo”.