Cazadores de microbios Paul de KruiF

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Elias Metchnikoff, los simpáticos fagocitos

Metchnikoff, observando una estrella de mar, noto que existían unas células errantes, que debían de comerse los microbios protegiendo la estrella.

Dedujo que los humanos poseíamos también este sistema de inmunidad, que nos protegían de los ataques bacterianos, y denomino a estas células como “fagocitos”.

Elias también se concentró en estudiar como la sífilis endurecía las arterias, para lo cual, junto con Roux, inocularon monos con la enfermedad y se dedicaron a encontrar la manera de atenuar el virus. Finalmente, invento un ungüento gris a base de calomelanos, con el cual realizo una prueba con dos monos, siendo ambos inoculados con sífilis, pero solo a uno se le administro el ungüento, pudiendo comprobar que este no presento ningún síntoma. Después de esto, probo el mismo antídoto en humanos, resultando exitosa su prueba.

Theobald Smith, las garrapatas y la fiebre de Texas

Estuvo encargado de deducir la causa de la fiebre de Texas, enfermedad que ocasionaba la muerte al ganado vacuno.

Luego de infructuosos análisis de órganos de bovinos muertos por la fiebre, se decidió a viajar y realizar experimentos en un campo, y, motivado por el vago rumor de que las garrapatas eran las transmisoras de la enfermedad, sometió a vacas de distintas regiones a condiciones variadas, en contacto con garrapatas, y aisladas de las mismas. Allí mismo pudo observar que, efectivamente, eran estos parásitos, en su fase pre adulta, quienes ocasionaban el malestar a los animales.

Theobald determino que, para exterminar al insecto, era necesario bañar al ganado con antiséptico, y manteniendo a los vacunos en campos limpios de estos bichos.

David Bruce, la pista de la mosca Tse- tse

Durante su estadía en Malta, Bruce descubrió que la fiebre de Malta se contraía al beber leche de cabras enfermas.

Más tarde dilucido que la enfermedad de nagana era transmitida al ganado por la mosca Tse- tse, adquiridos de animales salvajes, y al ser infectado un humano por el insecto, contraía la enfermedad del sueño. Se descubrió entonces una nueva variedad de dicho padecimiento. Bruce no logro esclarecer las cuestiones de si se trataba de un nuevo organismo o

simplemente del microbio de la nagana, aunque con pesar si hallo que era imposible erradicar la enfermedad, ya que la mosca portadora se encontraba por toda la región y por lo tanto, inútil era la idea de trasladar la población a otra zona.

Ross contra Grassi, el paludismo

Ross y Grassi teorizaron que la transmisión del paludismo se debía a los mosquitos que eran infectados por la enfermedad al picar a palúdicos, y posteriormente, picaban a una persona saludable, esta contraía el mal.

Ross había llegado a esta conclusión al experimentar con alondras, mientras que Grassi se dedicó a probar sus teorías con humanos. Una vez que Grassi leyó los reportes de Ronald, descubrió que el parasito del paludismo humano hacía en el cuerpo de la especie de mosquito Anopheles, lo que el paludismo de los pájaros hacia a los mosquitos cuyos nombres desconocía Ross.

Battista llegó a la conclusión que no eran los hijos de los mosquitos, sino los mosquitos que han picado a un palúdico los que transmitían la enfermedad.

Walter Reed, en interés de la ciencia y por la humanidad

El comandante Walter Reed encargo a Carroll y a Lazear una serie de experimentos que consistía en exponer a distintas especies de mosquitos a infectados por fiebre amarilla, y luego, dejarse picar por estos. Aunque ambos fueron picados, fue Lazear quien falleció por dicho padecimiento.

Reed consiguió los medios necesarios para poner en cuarentena a 3 hombres en una tienda, encerrarlos con sabanas contaminadas de vómitos de enfermos, y asilarlos de la presencia de algún mosquito. Los hombres se encontraban en perfectas condiciones. Luego de los resultados obtenidos, procedieron a inyectar a dos de los sujetos con sangre infectada y exponiéndolos a picaduras de mosquitos; a los pocos días, ambos cayeron enfermos.

Así fue que Reed pudo exponer que el factor esencial para que un edificio este infectado, es la presencia en el mismo de mosquitos que hayan picado previamente a individuos atacados por esa enfermedad.

Pablo Ehrlich, la bala mágica

Ehrlich buscaba la forma de eliminar los microbios causantes de enfermedades. Su sueño era encontrar un colorante que no se fije en los tejidos del humano, y que a su vez que tiña a los microbios y los elimine. Descubrió que el rojo tripán eliminaba los microbios, y logro modificar el atoxil, matando tripanosomas, sus experimentos fracasaron, pero desgraciadamente, sus intentos con estas sustancias fracasaron.

Finalmente se encontró con el preparado 606, el cual resulto inocuo y logro mezclarse con la composición química del organismo humano, eliminando todo rastro de tripanosoma, y así, encontrando una cura para la sífilis.

Conclusión

En Cazadores de Microbios, Paul de Kruif analiza las cualidades y defectos de cada personaje mencionado, y se encarga de resaltar la perseverancia que poseían estos hombres de ciencias en una sociedad donde, cualquier idea de que existieran seres minúsculos que podrían acabar con millones de vidas, era completamente absurda. Este libro, es un material indispensable para quienes quieren adentrarse en el mundo de la microbiología, sin abandonar un lenguaje de simple comprensión, acompañado de anécdotas que prometen mantener el interés a lo largo de cada capítulo.