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Través de los años han surgido una serie de productos que han prometido hacer bajar de peso rápidamente y sin mucho esfuerzo como los batidos de proteína, pero poco tiempo después fallecieron alrededor de 60 mujeres a causa de esas dietas. Posteriormente el Dr. Atkins recomendó una dieta similar a base de proteínas, la “Protein Power” (el poder de la proteína) o la dieta “South Beach”, estas condujeron a trastornos en la salud muy peligrosos. Las dietas sin sentidos afectan a los consumidores. Los investigadores se centran en los detalles como en los “componentes alimenticios extremadamente específicos”, esto crea confusión entre los consumidores de dichas dietas. Las dietas que solo se centran en un solo componente alimenticio como la vitamina E o suplementos de calcio, “representan lo peor de la medicina, la ciencia y de los medios de comunicación populares”.

“Para demostrar que merece la pena llevar una dieta vegetariana, no me basé en ideas preconcebidas, filosóficas o cualquier otra clase de ideas. Al contrario, comencé en el extremo opuesto del espectro: como un individuo criado en una granja lechera al que le encantaba comer carne, en mi vida personal, y como un científico que trabajaba para instituciones oficiales en mi vida profesional. Y cuando enseñaba bioquímica nutricional a alumnos que aspiraban a ser médicos, solía lamentarme de las opiniones de los vegetarianos”.

Campbell comenta que el hecho de que el sector salud se oponga a las dietas vegetarianas es debido a que no cuentan con el conocimiento adecuado, “existe actualmente una clara evidencia de que los problemas cardíacos, ciertos tipos de cáncer relativamente avanzados, la diabetes y algunas enfermedades degenerativas se pueden revertir mediante la dieta”.

Una buena dieta no solo nos ayuda a prevenir enfermedades, también nos fomenta la salud, el bienestar físico y mental. Nos citan algunos deportistas mundiales que son vegetarianos como Carl Lewis, Dave Scott entre otro. Esto elimina los mitos de que una dieta vegetariana afecta el rendimiento físico. El ejercicio y a buena alimentación van de la mano para prevenir y revertir los males, también para mantenernos en forma y contrario a lo que se piensa, una dieta vegana nos llena de energía.

Campbell llego a la conclusión de que menos personas se verían obligadas a permanecer hospitalizadas durante sus últimos años de vida, librando largas y costosas batallas contra sus enfermedades crónicas. Su idea principal puede resumirse así: “Es hora de ponernos de pie, aclarar las cosas y asumir el control de nuestra propia salud”.

“La vejez puede y debe ser una etapa y tranquila”, por cruel que suene las personas que llegan a una etapa adulta con múltiples enfermedades que les impida realizar actividades básicas y dependientes de varios medicamentos se vuelven en una carga no solo para sus familias, sino también para la sociedad. No hay ninguna necesidad de llegar a esta etapa de la vejez con tantos males si desde el día de hoy cuidamos lo que comemos y somos constantes en la idea de mantenernos sanos.

Una casa de proteínas.

Las proteínas se consideran como sinónimo de carnes o de alimentos de origen animal. Desde que se descubrió que la proteína contenía nitrógeno, esta ha ocupado el principal lugar entre los nutrientes. Según el físico alemán Carl Von Voit se necesita consumir 48,5 g de proteína al día, pero sugirió que la ingesta debía de ser de 118 g. pensando que si consumías demasiado era el doble de beneficioso.

W. O. Atwater, director del laboratorio del USDA, recomendó de igual forma que la ingesta de proteína debía de ser de 125 g diarios, al igual que su profesor Carlo von Voit. Siguió su recomendación sin ningún tipo de crítica. Actualmente la cantidad de proteína que se propone es menos de la mitad.

Campbell dice que las proteínas son necesarias para la vida y que una vez digeridas nos proporcionan aminoácidos, que no son solamente necesarios para la formación de las nuevas células. El autor explica que en la euforia que se desató en el pasado por la calidad de la proteína, es decir, por una composición lo más parecida a la humana, la consecuencia lógica hubiese sido consumir carne humana. Como no podemos comportarnos como caníbales, buscamos las proteínas en los animales.

Así menciona el autor que “existe una montaña de investigaciones muy persuasivas que demuestran que las proteínas vegetales de “baja calidad” –que son las que producen una síntesis lenta pero constante de nuevas proteínas– constituyen el tipo más sano de proteína”. Los investigadores trataron de aportar su ayuda al tema de la desnutrición en los países en vías de desarrollo fomentando el consumo de proteínas. En Filipinas se trató de educar a las madres, se le invito a participar a Campbell, el aspiraba proporcionar dicha educación a las madres de los niños malnutridos.

Los cacahuetes sirvieron como fuente de proteínas. Sin embargo, se demostró que producían cáncer hepático debido al contenido de aflatoxina presente en la crema de cacahuete. Consumir crema de cacahuete se consideraba algo occidental y solamente las familias económicamente más acomodadas podían permitirse aquel alimento para sus hijos. Esos niños fueron los que más cáncer de hígado padecieron, una enfermedad que en nuestros países no aparece antes de los 40 años.

Al mismo tiempo se realizó en la India un estudio comparativo sobre ratas para analizar la relación entre cáncer de hígado y proteína ingerida. Un grupo de ratas obtenía un 5% de proteína y el otro grupo un 20% para una misma cantidad de aflatoxina. Todas las ratas que recibieron alimentos con un 20% de proteínas desarrollaron cáncer hepático o alguna de las lesiones celulares que anuncian la enfermedad, sin embargo ninguna de las ratas del otro grupo presentó síntomas. “Nadie parecía aceptar el informe de la India”.

El Estudio de China nos habla de la relación causa-efecto, entre lo que consumimos y el posible mal que se nos desarrolle. El autor resalta la importancia de encontrar las razones causales. Se ha determinado que en ciertos lugares específicos de Estados Unidos, se padece más alguna enfermedad que en otros estados y todo esto debido a las dietas.

Detener el desarrollo del cáncer

El autor nos explica las tres etapas del cáncer, inicio, desarrollo y propagación. Los cuatro pasos de la etapa inicial del cáncer nos los muestra mediante una ilustración muy clasificatoria. La aflatoxina se introduce en la célula hepática. Esta es metabolizada por una enzima que