Control parlamentario del gobierno a través del bicameralismo y el proceso legislativo

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El control parlamentario se ejerce a través de todas las actividades que desarrolla el Parlamento. La función de control no puede reducirse a procedimientos determinados sino que ha de tomar como objeto la totalidad de la actuación parlamentaria. En suma, esta concepción acepta los tradicionales medios de control parlamentario, tales como las interpelaciones, las preguntas o las comisiones de investigación, pero también acepta que cuando se discute un proyecto de ley o se delibera sobre el presupuesto, se controla la actividad del gobierno.

Destacar que por parte de la oposición y las minorías hay un mayor interés por fiscalizar la labor del gobierno. El interés por el control del gobierno se limita a la oposición, por tanto el control parlamentario es asunto de minorías, ya que generalmente las mayorías desarrollan mecanismos de control de la acción de gobierno, pero estos discurren a través de mecanismos no institucionalizados, a través de los líderes de las Cámara o del líder de la mayoría, es decir, de un autocontrol que ejerce la mayoría en las cámaras hacía una mayoría, del mismo partido político, que gobierna.

Las minorías y la oposición tienen un mayor interés en demostrar los errores del gobierno y la mayoría, afín al programa del gobierno está interesada en destacar los éxitos y logros de éste.

También señalar que al decir que el objeto de este tipo de control es la fiscalización de la acción general del gobierno, se fundamenta en considerar al Parlamento, más que como un poder legislador, en un poder controlador, pero señalar que existen diversos grados de control parlamentario:

- Las tareas en las que el Parlamento no debe intervenir, por ejemplo, actividades cuya competencia y origen esté en la división de poderes, como lo relativo al Poder Judicial.

- Acciones donde puede intervenir pero con prudencia, según pueda o no pueda aportar algo, incluso pueda entorpecer las acciones, por ejemplo, actividades donde el gobierno interviene, pero en donde la seguridad nacional juega un papel muy importante.

- Las actividades que llevan a cabo las agencias independientes en las que es necesario atender, más que a criterios políticos, a criterios científicos y profesionales, como la política monetaria, la educativa, la política financiera, el mercado de valores, etc.

- Ya en mayor intensidad aspectos que no pueden ser descuidados por el control parlamentario como las relaciones internacionales, con los tratados internacionales y las cumbres de mandatarios que después pueden tener repercusiones de manera directa en sectores de la sociedad o a toda la población.

- Donde más debe discurrir el control parlamentario es en la actividad ordinaria del gobierno y la administración, es decir, el desarrollo de las actividades que le son inherentes, sobre todo aquellas que tienen que ver con la gestión de los recursos públicos.

- Debe también manifestarse el control parlamentario en lo relativo a los procesos de nombramiento de determinadas autoridades de relevancia nacional, a través de un voto de ratificación o a través de un examen previo. Por ejemplo, embajadores, procuradores, presidentes de comisiones, etc.

Por ultimo en lo que respecta al elemento de la sanción, ejercido por el control parlamentario, entendemos que no existe tal de forma directa, como por ejemplo la remoción, pero esto no quiere decir que no exista posibilidad alguna de sanción, puesto que ésta existe aunque sea indirecta y se encuentra diferida al momento en el que los ciudadanos ejercen el supremo control político, o sea, su derecho de voto en las elecciones. Es el debilitamiento político del gobierno, de la mayoría que lo sustenta y de la viabilidad del proyecto que defiende. Así, la fuerza del control parlamentario descansa sobre todo en el desgaste del gobierno, y su remoción se dará si la ciudadanía así lo decide por la vía del voto cuando sea emplazado a elecciones.