Cuadro comparativo, Illich, Makárenko, Montessori

...

Considero que, debido a la infancia que tuvo y la forma en que se desarrolló navega entre una dualidad, por un lado resulta contradictorio, debido a la paradoja de escribir un manual sobre cómo debe ser la educación de los hijos y que él no fue capaz de guiar y educar a los propios, a los que abandonó en un orfanato, aunque sabía que eso era condenarlos a la muerte, ya que pocos sobrevivían en esa clase de instituciones. En sus Confesiones, se justificó de la siguiente manera: “¿Cómo podría haber tenido la tranquilidad mental necesaria para mi trabajo con mi buhardilla llena de problemas domésticos y el ruido de los chicos? Sin embargo, sé muy bien que ningún padre es más tierno de lo que yo hubiera sido”.

Por otro lado, es firme, tenaz y establece detalles precisos, los cuales me sorprenden de sobremanera por lo mencionado en el párrafo anterior. La principal aportación de esta obra, radica principalmente en el proceso educativo, que según menciona, debe partir del entendimiento de la naturaleza del niño conociendo sus intereses y características naturales; debiendo dotarle de conocimientos útiles acordes a su etapa de desarrollo.

Sin duda alguna es una obra magistral, varias de sus ideas están presentes en la misma práctica de la educación y sus principios son seguidos con frecuencia. Muchos Educadores posteriores como Pestalozzi, Froebel y Herbart fueron inspirados por Rousseau gracias a su sello tan pasional y personal que lo convierten en pilar y referente obligado cuando de Pedagogía se trata.

Jorge Eduardo Montes de Oca Esquivel

Grado: 3er cuatrimestre Grupo: “A” Sabatino

ISIMA