Cultura chicha fenómeno sobrevalorado
Enviado por tolero • 2 de Abril de 2018 • 2.606 Palabras (11 Páginas) • 348 Visitas
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Cabe señalar también que Cesar Peñaranda (presidente del Instituto de Economía y Desarrollo de la Cámara de Comercio de Lima) afirma que medidas como la racionalización y posterior eliminación de las exoneraciones tributarias, así como un combate eficaz contra la evasión del IGV y el contrabando, permitirían aumentar la presión tributaria del actual 14.8% al 20.1% del PBI. Ello facilitaría obtener ingresos adicionales por S/.24,990 millones. (Perú 21: 2011). De acá podemos inferir sobre la considerable cantidad de dinero que está en manos del sector informal, montos que no llegan al Estado y por lo tanto no benefician completamente a la sociedad peruana. Lo mencionado hasta este punto evidencia el aporte negativo de la cultura chicha contemporánea hacia la economía y por ende el desarrollo nacional.
Desde esta parte del trabajo: daré el sustento necesario para la idea de que el aporte de la cultura chicha es dañina en un nivel socio-político. En primera instancia, la prensa chicha causa una gran demanda y recepción para los peruanos. Según resultados de encuestas referidos a la preferencia de lectores hacia diferentes diarios’ podemos notar una gran inclinación por los diarios chicha no solo en Lima sino en todo el país1. Observamos que en Lima del total de lectores de prensa escrita, el 60% corresponde a consumidores de la prensa chicha, estas cifras no varían mucho a nivel nacional y hablan por sí solos de la amplia preferencia que tienen estos diarios en nuestra población, desde esta perspectiva nos damos cuenta el considerable rol que juega culturalmente teniendo un público de un millón y medio de lectores aproximadamente. El diario Trome tiene la mayor demanda a nivel nacional, ubicándose en el primer puesto de diarios que se leen por la población peruana, de este modo notamos que un gran sector da preferencia a los diarios chicha. Este sector habla de la prensa chicha de un manera positiva, “explican su elección por un conjunto de significantes como: ‘amena’, ‘variada’, ‘entretenida’, ‘regalona’, ‘barata’, ‘educativa’ ” (Velásquez: 2009: 115). La pregunta es ¿por qué se da esto?,
De la pregunta anteriormente planteada, partimos a la segunda instancia. La respuesta más pertinente es que el consumo de este tipo de diarios y prensa en si se debe a las preferencias de los lectores, a este sujeto que denominamos “chicha”. Dentro de este ámbito Capellini da a conocer la importante conexión entre la “cultura de masas” con la prensa sensacionalista, en el caso peruano como ésta a partir de los años 80 comienza a tener una buena acogida por parte de la “subcultura urbana chicha” (2004: 33). Para un personaje “chicha” el precio resulta muy accesible (la mayoría de periódicos chicha cuestan 50 céntimos), el individuo se siente más hallado debido al uso de las “jergas” y el vocabulario popular y por último este periódico le resulta más llevadero y entretenido que los diarios “serios”. En fin el sujeto sentirá un mayor regocijo al leer un “tabloide” de esta clase que un periódico de la gama de La República.
Sin embargo debemos mencionar a qué nos referimos principalmente al hablar de la prensa sensacionalista, debemos entender el sensacionalismo como una categoría particular de la prensa caracterizada por el interés que tienen las personas por acontecimientos recientes que no tienen por qué ser necesariamente importantes o de utilidad social.
Reforzando la idea de una prensa sensacionalista, Juan Gargurevich ha investigado respecto a la preferencia de temas, se da cuenta que “las cifras muestran la inclinación de los diarios chicha hacia Sucesos (notas informativas comunes), Espectáculos y Deportes, mientras ignoran información que es considerada relevante por los otros diarios que clasificamos como Serios/sensacionalistas. No vale la pena hacer la comparación con El Comercio pues la diferencia es abismal”2.
Pero en una segunda parte ya no se trata simplemente de un simple sensacionalismo, pues surge un nivel superior, más dañino:
Aunque se sabe que estos diarios chicha no tienen ningún impacto en la opinión pública, generan polémica entre los críticos de la comunicación y la población en general, pues aquellos que han permanecido en circulación se han servido de un periodismo ultrasensacionalista, es decir, exagerando la propagación de un estilo procaz, sin tapujos de ninguna índole y de jocosidad en chabacana. Como al inicio de su circulación, sus primeras páginas están abarrotadas de jerga. No ha sufrido tampoco variaciones el contenido que se publica en las primeras planas, que, como se ha descrito anteriormente, está ligado a estimular la morbosidad humana con escándalos de sexo que suceden en el mundo del espectáculo local y deportivo. De igual manera se resaltan temas policiales (crímenes pasionales, robos accidentes) (Capellini 2004: 36)
Lo que yo considero más importante es cómo este tipo de prensa al dar peso a sucesos irrelevantes lo hace de un modo grotesco e insano, cómo este tipo de prensa manipula los hechos para que se vean de una forma más llamativa. Son muy típicos los casos de titulares vulgares que resultan atractivos: “Le parten cráneo por su mototaxi”, “Prosti hizo macho a Beto”, “Saca su lado machazo y jura que nadie le gana en el catre”, “Tía muere por quitarse arrugas”. De cierto modo simplemente el titular ya no puede pasar desapercibido y en un segundo momento “cómo en muchos lectores se va formando una sonrisa que estalla en risa nerviosa conforme se está leyendo el periódico, principalmente los titulares” (Velásquez 2009: 115).
En tercera instancia, como es visto, la prensa chicha da preferencia a hechos irrelevantes. Esto, es perjudicial ya que se obvia “el tratamiento de los grandes problemas nacionales o de las alternativas o de los análisis de aspectos trascendentes.”3 Asimismo las veces que asignan espacios para sucesos políticos y sociales lo hacen de forma muy breve. La prensa chicha se diferencia de la prensa seria en la elección de temas, dirigiendo la atención hacia temas irrelevantes que al ser abordados de manera sensacionalista alejan la atención de los lectores sobre nuestra realidad nacional, generando una representación diferente de la realidad que obviamente no contribuyen a su análisis si no muy por el contrario distorsionan el conocimiento de la realidad, llegando muchas veces a pervertirlo.
- Datos brindados por el CPI el año 2012 en encuestas de lectorías de diarios nacionales.
- Gargurevich, Juan. La prensa sensacionalista en el Perú. Lima, Fondo de la Pontífice universidad Católica
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