DAVID BUCKINGHAM

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estamos frente a un fenómeno que nos permite difuminar las diferencias entre profesores y estudiantes, entre generadores de conocimientos y usuarios de conocimientos. Olvidarnos de la organización formal del aula: el profesor y la pizarra al frente de la clase, mientras que los estudiantes se sientan en filas, escuchan, responden preguntas, en otras cosas.

Al incorporar las nuevas tecnologías en el aula, los profesores deberían ser más receptivos, teniendo en cuenta que la autoridad se gana a través de la competencia y no mediante un control asumido normativamente, como lo es en un aula tradicional.

Cambio 3: Aprender a reconocer diferencias entre los estudiantes y a usarlas como recursos productivos

Estamos frente a un cambio muy profundo que afecta a los equilibrios que hasta ahora se habían mantenido, gracias a la disposición de múltiples canales de TV, páginas web, infinitas variedades de productos que se adaptan a nuestro propio estilo, entre otras.

Actualmente, en la escuela, estos cambios están presentes y son más visibles que nunca.

El aprendizaje ubicuo nos posiciona frente a una variedad de beneficios. Los estudiantes ya no tienen la obligación de estar todos en una misma página, sino en páginas diferentes según sus necesidades. Debemos resaltar que todos los aprendices pueden ser creadores de conocimientos y de cultura, además de permitirles rehacer el mundo aportando su propia voz, su propia manera de conectarse con él mediantes sus propias experiencias. Como así también, poseen la particularidad de trabajar en grupos, construyendo conocimientos colaborativamente, de modo que las fuerzas del conocimiento del grupo radique en sus capacidades de hacer uso productivo de las complementariedades que derivan de sus diferencias. Los profesores deben ser un acompañante fundamental en los itinerarios de aprendizaje de sus alumnos.

Cambio 4: Ampliar la gama y combinación de los modos de representación

La computación ubicua permite registrar y transmitir el significado de forma multimodal, ya sea oral, escrita, visual o sonora.

Cope y Kalantzis sostienen que los profesores se encuentran en desventaja cuando hablamos de nuevos medios, ya que sus alumnos saben utilizarlos con mayor eficacia. En el momento que los educadores se pongan a la altura de estos, el aprendizaje va a ser más relevante, más intenso, más profundo.

Cambio 5: Desarrollar la capacidad de conceptualización

La computación ubicua está llena de complejas arquitecturas técnicas y sociales, que tenemos que ser capaces de leer, ya sea como usuarios o participantes. Los nuevos medios exigen una peculiar sensibilidad conceptual, formas sofisticadas de reconocimientos de patrones y esquematización.

Los profesores deberían convertirse en usuarios expertos de estas nuevas herramientas creadoras de sentido. Poniendo en prácticas el metalenguaje que tanto ellos como sus alumnos necesitan, a fin de identificar sus necesidades.

Cambio 6: conectar el pensamiento propio con la cognición distribuida

En la actualidad gracias a la computación ubicua, podemos contar con el conocimiento de una manera más inmediata, gracias a los dispositivos digitales con los que contamos.

A su vez, la inmediatez, la vastedad y navegabilidad del conocimiento es tan accesible mediantes lo dispositivos digitales, que podemos decir que ellos se han convertido en una extensión de nuestras mentes.

Gracias a esto, los educadores deben buscar nuevas formas de evaluar las capacidades de sus alumnos, ya que en este nuevo entorno lo importante no es lo que saben sino cómo lo saben.

Cambio 7: Construir culturas de conocimiento colaborativo

La computación ubicua facilita formas de reflexividad social que pueden resultar “comunidades de práctica” para apoyar en aprendizaje.

En este caso los profesores deben adquirir destrezas de orden superior que les permitan construir comunidades de aprendizaje genuinamente inclusivas, de modo que cada estudiante pueda dar lo mejor de sí mismo.

En conclusión podemos decir que el aprendizaje ubicuo en un beneficio tanto para los profesionales que trabajan en el ámbito educativo, como para sus propios estudiantes, ya que crea nuevas formas de almacenar, distribuir e interactuar con los significados, como así también replantearse y reconstruir el contenido, los procedimientos y las relaciones humanas (elementos que forman parte del proceso de aprendizaje y enseñanza) cambiando así el mundo