Derecho romano. LIBRO I CAPÍTULO 1 CREENCIAS SOBRE EL ALAMA Y SOBRE LA MUERTE
Enviado por Christopher • 12 de Enero de 2019 • 6.323 Palabras (26 Páginas) • 413 Visitas
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Aunque dos familias vivan una alado de otra ambas tienen dioses diferentes. La mujer en la familia forma parte de la religión del padre, su dios es ese hogar paternal del cual forma parte. Cuando un hombre quería desposar a una mujer no bastaba con que este pidiera su mano ya que hacía falta que se hiciera un acto religioso, ya que esto implica el que la mujer cambiaria de religión, la práctica de ritos y la de pronunciar otras oraciones, es decir abandonar a un dios que conoce desde la infancia, para someterse a un dios desconocido.
El matrimonio era la ceremonia sagrada por excelencia. El matrimonio griego se componía de 3 actos, el primero ante el hogar del padre, el tercero en el hogar del marido y el segundo en el transcurso de uno a otro.
En los diferentes actos se realiza lo siguiente:
- En la casa del padre y en presencia del pretendiente, el padre rodeado de su familia ofrece un sacrifico, este acto es la fórmula sacramental, para declarar la entrega de su hija. Esto es necesario para que la mujer pueda adorar el hogar del esposo.
- Se transporta a la mujer a la casa del marido, es el marido el que la conduce. El rostro va cubierto con un velo. Al llegar a la casa del marido, la mujer con ayuda de las mujeres con las que va acompañada debe simular un rapto para poder entrar a la casa. Ya que la mujer por si solo la no tiene derecho a entrar entonces el marido simula raptarla para que ella pueda entrar.
- Al llegar a la casa del marido, a la mujer se le coloca frente a la divinidad doméstica, se le rocía agua lustral y toca el fuego sagrado y por últimos los esposos comparten una comida.
Se considera que esa unión es insoluble y que el divorcio casi imposible.
CAPÍTULO 3
DE LA CONTINUIDAD DE LA FAMILIA; CELIBATO PROHIBIDO; DIVORCIO EN CASO DE ESTERILIDAD; DESIGUALDAD ENTRE EL HIJO Y LA HIJA
La legislación de Licurgo castigaba con severa pena a los hombres que no se casaban. Tiempo después las leyes dejaron de prohibir el celibato, mas no lo hicieron las costumbres. El fundamento para castigar al celibato provenía conforme a la creencia de que el hombre no se pertenecía a sí mismo sino pertenecía a la familia. El hombre no debía de abandonar la vida sin estar seguro de que el culto de la familia se continuara después de su muerte.
Pero no bastaba con tener un hijo. El hijo que había de continuar con la religión domestica debía ser fruto de un matrimonio religioso. Aquel hijo que no hubiera sido fruto de ese matrimonio no poseía el derecho de ofrecer la comida fúnebre y la familia no se perpetuaba por él.
El divorcio en este caso siempre ha sido un derecho entre los antiguos. Ya que a la mujer estéril se le remplazaba al cabo de 8 años, ya que uno de los fines del matrimonio era procrear.
El nacimiento de una hija no realizaba el objeto del matrimonio ya que la mujer como tal no podía seguir con el culto familiar ya que una vez que se casara esta se iba a desprender de la religión de la familia eh iba a perder toda conexión con esta.
Era bien al hijo al que se esperaba, el que era necesario para poder continuar con este culto familiar y así poder continuar con la familia.
CAPÍTULO 4
DE LA ADOPCION Y DE LA EMANCIPCIÓN
La finalidad de la adopción es la de perpetuar el culto doméstico. Adoptar un hijo era pues, velar por la perpetuidad doméstica, por la salud del hogar, etc. Cuando se adoptaba a un hijo era preciso, ante todo iniciarlo en el culto. Por lo tanto, este renunciaba al culto de su familia pasada.
Al adoptar a una persona venia en un aspecto correlativo la emancipación. La emancipación ocurría cuando una persona adquiría la religión de una familia y que para poder hacer esto primero tenía que ser emancipado de la religión pasada.
CAPÍTULO 5
DEL PARENTESCO A LO QUE LOS ROMANOS LLAMABAN AGNACIÓN
El parentesco es la comunidad de los mismos dioses domésticos Bajo ninguna circunstancia se permitía pertenecer a dos familias, he invocar en dos hogares distintos. El lazo de la sangre no bastaba para establecer este parentesco, se necesitaba el lazo del culto.
A medida que la religión se debilitaba surgió el tema del parentesco de la sangre y el parentesco por el nacimiento fue reconocido por el derecho. Los romanos lo llamaron cognatio a esta clase de parentesco, que era totalmente independiente al parentesco de la religión doméstica.
CAPÍTULO 6
EL DERECHO DE LA PROPIEDAD
La propiedad estaba ligada a la religión. Cada familia tenía su hogar, sus antepasados y sus dioses a esto le llamaban propiedad. Ya que el hogar era donde la familia se asentaba y solo lo podía hacer la familia, y en cuanto a los dioses se les llamaba propiedad ya que solo la familia podía rendirles culto ya que estos dioses duraban hasta que la familia existiera.
El hogar debía de estar aislado, ya que no se permitía ningún extraño, por la razón de que cada familia tenía sus dioses y cada dios era un dios oculto, porque estaba prohibido saber a qué dios le rezaba la otra familia.
La familia poseía una tumba en común, que tenía la misma regla que el hogar, estaba prohibido enterrar a un difunto en una tumba que no fuera la suya, además también estaba prohibido el participar en las comidas fúnebres que no fueran las de un difunto de la familia. Así como las casas no podían estar una después de la otra así era con las tumbas, debía de haber cierta distancia una de la otra.
Es evidente decir que la propiedad privada surge gracias a la religión, gracias a que esta era la que prohibía entrar a una casa ajena, la distancia entre las casas, la distancia entre las tumbas etc. Es decir que la religión ha enseñado al hombre ah apropiarse de las tierras y es esta misma la que le ha garantizado su derecho sobre ella.
El derecho de propiedad estaba por encima de todo, y era inviolable.
CAPÍTULO 7
EL DERECHO DE SUCESIÓN
El culto de una familia está relacionado con la propiedad de la familia.
La continuación de la propiedad es tanto un derecho como una obligación para el hijo. El hijo hereda,
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