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Desarrollo personal para la convivencia Especialidad Manejo de conflictos en el aula

Enviado por   •  6 de Abril de 2018  •  2.345 Palabras (10 Páginas)  •  328 Visitas

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Objetivos

Objetivo General

- Analizar e interpretar el proceso de disrupción que se experimenta en las aulas de escuelas secundarias, como parte de la dinámica escolar actual.

Objetivos específicos

- Identificar y caracterizar el fenómeno de disrupción en el aula de escuelas secundarias de la ciudad de Chetumal.

- Conocer las estrategias y medidas que los docentes actuales implementan en sus aulas ante las conductas disruptivas.

- Estimular la reflexión personal de alumnos y docentes sobre las conductas catalogadas como disruptivas, en torno a su participación dentro del aula escolar.

Marco Conceptual

El escenario de conflictos escolares debe ser enmarcado por una serie de conceptos básicos para su entendimiento.

Según el Marco de Convivencia Escolar en escuelas de Educación Básica del Estado de Quintana Roo (2015), la convivencia escolar es “el conjunto de relaciones interpersonales entre los integrantes de una comunidad educativa que generan un clima escolar adecuado, basado en valores”, resaltando el hecho de que la forma de convivencia que se genere en cada entorno escolar “influye en la calidad de los aprendizajes, en la formación del alumnado y en el ambiente escolar”, a lo que Norberto Ianni (2003) expresa:

“Para que el aprendizaje sea posible, los intercambios entre todos los actores de la institución… que comparten la actividad en la escuela y que conforman esa red de vínculos interpersonales que denominamos CONVIVENCIA deben construirse cotidianamente, mantenerse y renovarse cada día, según determinados valores. Sólo cuando en una institución escolar se privilegian la comunicación, el respeto mutuo, el diálogo, la participación, recién entonces se genera el clima adecuado para posibilitar el aprendizaje”

Así pues, Ianni (2003) sentencia la convivencia escolar como una construcción cotidiana, necesaria, compleja y posible.

“La función socializadora de la escuela se manifiesta en las interrelaciones cotidianas, en las actividades habituales; también se hacen explícitas en las charlas espontáneas o en discusiones y diálogos planificados para reflexionar sobre esas interrelaciones, para reconocer los acuerdos, las diferencias, las formas de alcanzar el consenso, de aceptar el disenso. Sólo de esta manera se aprende a convivir mejor.”

¿Pero cuáles son los conflictos que se atienden en esas interrelaciones cotidianas? Antes de avanzar, haremos una distinción entre conflicto y violencia.

“Conflicto es definido como la relación entre dos o más personas que realizan conductas tendientes a obtener metas que son incompatibles o que alguno de ellos percibe como incompatibles (Alcaide, 1998)… El conflicto se entiende como toda actividad en la que existe una desarmonía o desacuerdo, entre dos partes interdependientes” (Leonard, 2009?)

Por el otro lado, no existe una definición universal para la violencia. Sin embargo, existe ya cierto consenso en la definición holística que la Organización Mundial de la Salud hace sobre ésta como

“…el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones” (OPS; 2003).

Basándonos en ambas definiciones, no podemos asociar conflicto directamente con violencia “porque mientras el conflicto responde a situaciones cotidianas de la vida social y escolar, en la que se dan enfrentamientos de intereses, discusión y necesidad de abordar el problema, la violencia es una de las maneras de enfrentarse a esa situación” (Etxeberría, Esteve y Jordán, 2001)

Dentro de los conflictos que se suscitan en el ámbito escolar, la disrupción escolar es la más común, según las investigaciones y estudios de varios autores (Olweaus; Vieira, Fernández y Quevedo; Ochoa y Peiró). Incluso en el informe sobre la convivencia escolar en la ESO de España del año 2010, se refleja el aumento de las dificultades de interacción de los alumnos y profesores, de las cuales, los docentes manifestaron los comportamientos disruptivos como el problema más frecuente.

La disrupción también se llega a confundir con indisciplina; ésta última se caracteriza por el incumplimiento más consciente a las normas establecidas, mientras que la primera se caracteriza por afectar directamente el proceso de enseñanza – aprendizaje, agregando que alumnos admiten no estar conscientes de dichas conductas. Algunos actos de indisciplina constituyen conductas disruptivas, pero no todas las conductas disruptivas son indisciplina.

Así pues, la disrupción escolar la podemos definir como:

“Conductas “enojosas” del alumno o alumnos que básicamente quiere/n llamar la atención de los demás, a veces por problemas de afecto, de relación o ante dificultades con el rendimiento: molestar, hacer gracias o chistes, hablar, moverse, levantarse, hacer ruidos, no traer material...” (Pérez, 2006)

En el Marco para la Convivencia Escolar en escuelas de Educación Básica del Estado de Quintana Roo, las conductas disruptivas no se encuentran claramente identificadas. Según el artículo 31°, capítulo VI “De las faltas y medidas disciplinarias en el nivel secundaria” los comportamientos que perturban el proceso educativo (ruido excesivo, gritar, aventar objetos) se encuentran dentro del rubro de “conductas que perturban el orden”. Sin embargo, otro tipo de conductas disruptivas aparecen en distintos rubros: el uso indebido de aparatos electrónicos (por ejemplo, dentro de aula) se encuentra en el rubro de “conductas de indisciplina leves”, salir de la clase sin autorización del docente en “conductas altamente perturbadoras del orden”, comentarios ofensivos por alguna condición (física por ejemplo) en “conductas discriminatorias”, expresiones groseras o gestos irreverentes en “conductas violentas”.

En todo caso, las conductas disruptivas merecen una vital atención. Como bien dice Serra I Salamé (2003), “en realidad las disrupciones son la principal causa de resentimiento y de estrés entre el profesorado y entre los mismos alumnos, y suelen ser la base de escaladas de conflictos mucho más importantes”

Metodología

El

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