Descripción del país: contexto, datos básicos e indicadores

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Israel muestra un nivel de deuda cercano al 62%, un porcentaje más que aceptable y que le deja en una buena situación para buscar financiación internacional para poder invertir en infraestructuras. De acuerdo a las agencias de rating, Moddy’s la valora con un A1 y Standard & Poor’s y Fitch con A+, que son buenas valoraciones.

En cuanto a la inflación, si bien lleva muchos años casi sin inflación, a finales de los años 70, junto con la crisis del petróleo y una política muy proteccionista de los salarios, Isarel entró en un proceso de hiperinflación vertiginoso donde el IPC aumentaba en triples dígitos año tras año llegando a crecer un 440% en 1984. En una situación de inflación tan elevada lo extraño fue que que también se dio un estancamiento económico, lo cual se conoce como estanflación. Para cambiar el rumbo se impuso una restricción fiscal muy fuerte y se liberalizó el comercio, congelando precios y salarios, presupuestos públicos y servicios. Aun y en estas condiciones, la apertura del mercado agrícola no fue muy significativa y continuó muy controlada por el gobierno. En la actualidad, con una inflación que se calcula, será un poco superior al 1% en 2017, Israel no dispone de una regulación del comercio interno que aliente la competitividad, hecho que provoca una baja productividad y falta de competencia. Esta situación desemboca en un alto nivel de precios que impacta en los estamentos más pobres de la sociedad.

Finalmente, en cuanto al balance comercial, tras un periodo ya comentado de superinflación, Israel optó por abrir su mercado y se enfocó en aprovechar la gran cantidad de talento de que disponían. Si bien, sus universidades e investigadores gozaban de reconocimiento mundial, no se acaba reflejando en riqueza, por tanto, el estado tomó la iniciativa de potenciar la alta tecnología y la innovación vía el apoyo a la creación de empresas de base tecnológica. Así pues, empezaron a crecer enormemente sus exportaciones, siendo una tendencia que continúa creciendo año a año cercano ya a igualar su balanza de importaciones y exportaciones todavía con un valor global negativo alrededor de los 8.000 millones de euros. Las exportaciones ascienden a 56.000 millones de euros y las importaciones a 63.000 millones. Cabe destacar que en 2004 Israel volvió a bajar los aranceles y liberalizó el sector agrícola abriendo la oportunidad a los demás países a obtener el certificado Kosher y por tanto permitiendo la entrada de muchos más productos de importación. En cuanto a importaciones, los productos con mayor demanda son los circuitos integrados, la maquinaria y minerales y diamantes, principalmente con origen en Europa, China o de Estados Unidos. Y en cuanto a exportaciones, también destacan los minerales y diamantes, los medicamentos y los circuitos integrados, principalmente con destino a Estados Unidos, Europa, Hong Kong y China. Los casos de circuitos integrados y minerales son destacables ya que, si bien Israel importa mucha cantidad en forma de materia prima, son a la vez sus mayores exportaciones una vez han sido tratados por la altamente tecnológica industria israelí.

Políticas económicas Israel

Si alguien se pregunta sobre Israel, ¿qué es en lo primero que se piensa? Muy pocas personas dirían que Israel es el primer país, sin contar Estados Unidos, con mayor número de start-ups y de empresas cotizando en el Nasdaq.

Sin olvidarnos de que Israel es un país pequeño de aproximadamente 8,5 millones de habitantes, Israel tiene la mayor concentración de innovación e iniciativa empresarial del mundo así como la mayor inversión de capital riesgo del mundo. Según un estudio realizado recientemente por el ICEX, la financiación de capital riesgo en Israel en el año 2016 se elevó por encima de los 4.800 millones de dólares, incrementándose en un 11% con respecto al ejercicio anterior cuando, por ejemplo, en un país como España fue de 400 millones de euros. No cabe duda, por tanto, que Israel es un éxito económico y cada día se está consolidando como una potencia económica.

Pero, para entender lo que es Israel hoy en día económicamente, debemos remontarnos a la década de los 80 y 90. En 1984 Israel tenía una inflación del 444,9% y las previsiones a futuro no eran esperanzadoras; los precios crecían sin control, respondiendo ante todas las expectativas de los agentes económicos. Ello unido a una masiva huida de capitales, riesgo de suspensión de pagos, elevado peso del gasto público con respecto al PIB, etc., conllevaba que Israel se encontrara en un punto económicamente crítico. Durante décadas, la política económica del país había girado en torno a dos conceptos, el pleno empleo y el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios, pero dicho modelo había dejado de funcionar.

Para hacer frente ante esta situación tan extrema, se decidió llevar a cabo una política restrictiva en virtud de la cual (i) dejaron de indexarse los salarios a la inflación, (ii) se independizó el banco central con respecto al poder político para frenar las expectativas de crecimiento de los precios y (iii) se redujo de forma considerable el gasto público.

Adicionalmente, a principio de la década de los 90, el Gobierno decidió impulsar una iniciativa (denominada “Yozma”) que buscaba incentivar la inversión privada en el país al mismo tiempo que se trataba de atraer la experiencia y conocimiento de agentes internaciones con reputación y éxito así como crear un networking con contactos internacionales. Se trató de una iniciativa gubernamental muy innovadora y exitosa; hoy en día se considera el elemento catalizador de la industria de capital emprendedor local y del ecosistema de startup en Israel.

El desarrollo del programa se basó en la búsqueda y análisis de las imperfecciones del mercado, entre otras, las siguientes:

- Existencia de una industria tecnológica con gran foco en I+D gracias a un fuerte apoyo gubernamental (que a día de hoy se mantiene) pero mala experiencia en la salida al mercado.

- Creación de muchas startups que fracasaban una vez finalizaba la fase de desarrollo del producto al carecer, entre otros factores, de inversión, marketing y conocimiento en la gestión.

- Gran número de ingenieros cualificados pero sin empleo.

Teniendo en cuenta lo anterior, Israel decidió apostar por una estrategia que combinara la inversión pública y privada. Mediante el programa Yozma, se creó un fondo de fondos de inversión: el Gobierno invirtió 100 millones de dólares de la siguiente mantera:

- 80 millones de dólares en crear 10 fondos de un capital