Diabetes y adulto mayor.
Enviado por Helena • 16 de Abril de 2018 • 8.762 Palabras (36 Páginas) • 419 Visitas
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Son 10 habitaciones con 3 camas cada una. Un baño por sector, con sus respectivas duchas y vestuarios.
Hallamos un consultorio médico y un sector de enfermería; donde se archivan todas las historias clínicas y se realizan los procedimientos invasivos.
El espacio exterior es amplio, con barandales que permiten la deambulación segura.
El recurso humano es reducido en número; cuenta con un médico generalista, cuatro enfermeros auxiliares y cuidadores que ayudan en casi todas las tareas relacionadas a la atención de los pacientes.
Cabe destacar que en reiteradas ocasiones la institución posee un mínimo stock de insumos hospitalarios para el cuidado de los ancianos.
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Marco Teórico
Adulto mayor:
Se denomina así a la persona mayor de 65 años de edad. La cual presenta un deterioro progresivo irreversible. Incluye un fenómeno multifactorial; cambios físicos, psicológicos y sociales, con pérdida de la capacidad de adaptación y de reserva del organismo.
Envejecimiento:
El envejecimiento es un proceso inherente a los seres vivos. En el mismo momento en que se nace se inicia un proceso continuo, que presenta una serie de modificaciones orgánicas y funcionales. Éstas se manifiestan gradualmente a lo largo de la vida y con variaciones en su aparición, según el medio ambiente en el que se desarrolle el individuo, sus condiciones y calidad de vida. Esta etapa es individual y coloca en situación de vulnerabilidad a los ancianos ante las enfermedades.
A nivel biológico los cambios suponen una involución caracterizada por la disminución del número de células activas, alteración molecular, celular y tisular, que afectan a todo el organismo.
Cambios normales durante el envejecimiento:
Los órganos del cuerpo tienen una reserva funcional, la misma disminuye con el paso de los años y con esta lo posibilidad de enfrentarse a los agentes externos.
Los procesos que mantienen la homeostasis están modulados por sistemas de control (endocrino e inmunitario) y su envejecimiento provocará una pérdida en la adaptación del organismo al medio ambiente.
Modificaciones por sistemas:
Sistema Cardiovascular:
- Hipertrofia del ventrículo izquierdo y producción de sustancias que aumentan la rigidez cardiaca (colágeno).
- Aumento del tamaño de la aurícula izquierda.
- Calcificación valvular, sobretodo la válvula aortica.
- Rigidez de las paredes arteriales.
- Alargamiento y dilatación de la arteria aorta.
- Enlentecimiento del llenado ventricular izquierdo.
- Aumento de la tensión arterial.
- Alteración de la conducción cardiaca.
Sistema Respiratorio: cambios en la estructura y función pulmonar, los cuales pueden limitar la respiración:
- Rigidez de elastina y colágeno del tejido conjuntivo que sostiene los pulmones.
- Disminución del área superficial alveolar disponible para el intercambio gaseoso.
- Aumento de la rigidez de la pared torácica.
- Rigidez del diafragma.
Todo esto conlleva a una disminución de la recuperación elástica del pulmón, que produce un aumento del volumen residual (cantidad de aire que permanece en los pulmones después de la exhalación) y la capacidad vital. Además de contribuir a cambios gasométricos.
Sistema Digestivo:
Boca: los dientes, encías y hueso alveolar del anciano sufren modificaciones, pudiendo llegar a la perdida completa de todas las piezas dentales, lo cual dificulta la masticación. Disminuye la secreción de saliva y la misma se vuelve más alcalina.
Pueden aparecer múltiples cambios con la edad en la regulación tanto del apetito como del estado hídrico. Los cambios gastrointestinales que pueden ocurrir con el envejecimiento llegan a dar lugar a una ingesta dietética alterada y finalmente a un estado nutricional reducido.
Estomago: disminuye la motilidad gástrica, con lo cual afecta la absorción de nutrientes y vaciamiento.
Hígado: disminuye el tamaño y peso. Alteración del flujo sanguíneo. Lo que desencadena incapacidad metabólica.
Páncreas: desciende la producción de insulina, afectando la capacidad de las células Beta para responder a los cambios en la glucemia y al aumento de la resistencia a la insulina.
Desregularización del apetito:
La producción de colecistocinina aumenta con la edad y puede provocar la saciedad precoz. Esta también aparece debido a cambios en el vaciamiento gástrico y en los neurotransmisores responsables del estímulo del apetito. Lo cual conlleva a la pérdida de peso y a la denominada anorexia del envejecimiento.
Desregulación de la sed:
Disminuye el mecanismo de la sed en la vejez. Los barorreceptores se encuentran disminuidos.
Todo esto conlleva al riesgo de deshidratación descompensada, sumándose el hecho de tener menor cantidad de agua corporal total. Los síntomas como confusión u obnubilación pueden pasar desapercibidos mientras sigue empeorando el estado sin una respuesta de sed intensa.
Aquí radica la importancia de insistir en una hidratación diaria, fomentar la ingesta de agua con el objetivo de disminuir el riesgo de deshidratación.
Estreñimiento:
Un peristaltismo intestinal lento, una ingesta inadecuada de líquidos y fibras, las enfermedades, los medicamentos y un estilo de vida sedentario son factores que contribuyen a la prevalencia del estreñimiento en el adulto mayor.
Es de suma importancia el empleo de una dieta balanceada, el control periódico del ritmo de evacuación y la actividad física, sobre
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