Dirección General de Cultura y Educación. Dirección de Educación Superior.
Enviado por Albert • 1 de Abril de 2018 • 2.229 Palabras (9 Páginas) • 413 Visitas
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Damos cuenta que en nosotros, los seres humanos, el aprendizaje juega un papel importante para precisar todas las posibilidades abiertas por el código genético de nuestra especie.
3ª- Palacios plantea que “Tal y como en la actualidad los conocemos, niños y los adolescentes son ‘inventos’ socio-culturales relativamente recientes” para dar cuenta de que la infancia y la adolescencia no han tenido siempre a lo largo de la historia la misma consideración que tienen en estos tiempos. Durante siglos, los niños fueron considerados como adultos pequeños, más frágiles y menos inteligentes. En la edad media, a partir de los 7 años los niños se convertían en aprendices bajo la tutela de un adulto y pasaban a tener responsabilidades parecidas a las de un adulto. Hasta el siglo XIII, los niños aparecían como adultos en miniatura, con vestimentas y actitudes típicamente adultas.
En los siglos XVII Y XVIII, los movimientos culturales y religiosos como la Ilustración y el Protestantismo dieron lugar al descubrimiento de la infancia, considerada como etapa distinta de la adultez.
En los últimos decenios del siglo XIX supusieron un logro en el descubrimiento de la infancia y su consideración especial. El avance fundamental fue liberar a los niños de la realización de trabajos pesados. Como consecuencia de ello, los niños acudían a la escuela dominical muy cansados, en la que se quedaban dormidos al arrullo de las enseñanzas morales que en ella se impartían.
Los avances del industrialismo, los logros de los movimientos obreros y los intereses de los empresarios se fueron conjugando para dotar a la infancia de un status especial, que venia favorecido por una cierta generalización de la enseñanza elemental que luego se fue convirtiendo en obligatoria. La llegada de la pubertad marca el final de la infancia, el niño deja ya de serlo para pasar a insertarse a la vida del adulto.
En el siglo XX se produjo el afianzamiento definitivo de la infancia como periodo diferenciado y, sobre todo, el concepto de adolescentes.
Se puede relacionar con las consideraciones de las representaciones sociales planteadas por Calarco, a las cuales la denomina como construcciones sociales de sentido tales como la infancia, la psicología social. Estas son elaboraciones del sentido común, que permiten orientar la conducta de las personas de un grupo social y producir la construcción de la realidad.
La representación social de la infancia interviene desde un principio en el cuidado y protección de los niños. El recién nacido como no puede valerse por sí mismo y como tampoco cuenta con la presencia del otro, lleva a que este corra peligro. La indefensión de este, hace que la presencia del otro, que puede cubrir las necesidades de alimentación por ejemplo sea imprescindible. Estos cuidados se realizan a través de pautas culturales e históricas.
Conjuntamente con los cuidados elementales como las primeras atenciones que se le brinda al recién nacido se pone en marcha el proceso de construcción del sujeto infantil. A medida que el niño va creciendo se le va transmitiendo palabras portadoras de la historia familiar como social y cultural que hacen de un cuerpo biológico un sujeto social. Y este proceso de subjetivación del niño va marcando sus tiempos. Es decir, que los niños varían según la época y la cultura, ya que ser un niño dependerá de lo que cada sociedad entienda como tal. Al periodo de construcción del sujeto infantil se lo denomina niñez.
Las representaciones sociales no son inmutables, cambian con las historia y como consecuencia cambian sus efectos.
La infancia en la Edad Media según Aries, era un pasaje sin importancia no existía la diferencia entre un niño y un adulto. No había escuela, los niños aprendían a partir de la convivencia con el adulto, vestían la misma ropa lo cual llevaba a no poder distinguirlos en cuanto a su edad. Este periodo Medieval se caracteriza por la mortalidad infantil como consecuencia de la falta de cuidados para con los niños. Otros autores refutan la tesis de Aries y sostienen como Lloys Mause, quien estudio las prácticas de la crianza en diferentes épocas para concluir que la historia de los niños está llena de crueldad y que solo va a comenzar a humanizarse a partir del siglo XVII.
Todos los autores, aunque con diferentes construcciones y enfoques concluyen que la Modernidad es la etapa, la cual se va a configurar, a partir de un contexto histórico determinado, un sentimiento especial de infancia hasta el siglo XX. El niño moderno era un niño dócil, disciplinado, indefenso por lo tanto debía ser protegido. Este niño ya se diferenciaba del adulto. En la Modernidad, una de las actividades más importantes era educar y cuidar a los niños para un tiempo futuro. La infancia se constituyó en una especie de moratoria social, en un tiempo de preparación y espera. La observación de la figura del niño tanto como consumidor, como en la calle y como el que trabaja, son diferentes maneras de vivir la infancia en relación al tiempo social. La idea de moratoria social, de preparación para un futuro, se ve trastocada por el niño trabajador, para el niño consumidor no hay espera posible, ellos debe de ser hoy, deben de realizarse como consumidores y trabajadores, deben de buscar o consumir el sustento. El tiempo de espera está relacionado con que recibirán educación y cuidados.
Por otro lado el siglo XX, caracterizado como el “siglo del niño “produjo grandes desarrollos teóricos que ampliaron el campo de conocimientos sobre la niñez como el psicoanálisis, medicina y psicología, que al incorporarse al imaginario social modificaron las pautas de cuidado y crianza.
El “siglo del niño” fue escenario del desarrollo de la ciencia y la tecnología, de la comunicación, etc. Pero al mismo tiempo coincidió con la falta de igualdad, justicia y esperanza de un porcentaje enorme de la población infantil. Y también por este “siglo del niño” han pasado niños que aun siguen siendo más pobres que antes y otros que se sumaron a la pobreza. Para muchos niños el futuro es incierto.
3b-Los planteos que consideramos más relevantes del capítulo de Carli para caracterizar las infancias actuales que se presentan actualmente en la escuela son las problemáticas culturales y sociales relacionadas: con el impacto de los procesos migratorios que modifican a la población infantil e interpelan a la cultura escolar como la diversidad, tipos de crianzas familiares; con el trabajo infantil y la pobreza; con el impacto socializador e identificatorio del consumo sobre los niños y con la conflictividad escolar
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