Distincion entre Platon y Aristoteles.

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esencia, crear el hábito de hacer el bien. Esta definición coloca la ética aristotélica en un plano práctico, en lugar de la teórica adoptada por Sócrates y Platón.

Platón y Aristóteles contrastan en su visión de lo que el conocimiento que poseemos al nacer. Platón afirma que entramos en este mundo con el conocimiento previo. Todas las personas poseen almas inmortales; Por lo tanto, los conocimientos adquiridos en una vida pueden ser transferidos a la siguiente reencarnación. Sin embargo, nos olvidamos de los conocimientos en el choque de nacimiento y luego pasar el resto de nuestras vidas tratando de recuperar el conocimiento perdido. Por el contrario, la creencia de Tabula Rasa, hoja en blanco de Aristóteles, afirma que nacemos sin ningún conocimiento. Aristóteles también afirmó que poseemos almas, pero no estaba de acuerdo con Platón sobre el estado del alma de la inmortalidad. Aristóteles sintió almas no regresan al mundo, por lo que el conocimiento no puede ser devuelto al mundo tampoco.

La sabiduría es la virtud básica para Platón, con ella, uno puede unificar todas las virtudes en su conjunto y afirmaba que la virtud era suficiente para la felicidad. Aristóteles creía que la virtud era necesaria para la felicidad, pero insuficiente por sí misma, necesitando construcciones sociales adecuados para ayudar a una persona virtuosa sentir satisfacción y alegría. Aristóteles creía que la sabiduría era virtuosa, pero que el logro de la virtud no adquiere de otras virtudes, necesitando adecuadas construcciones sociales. Para Aristóteles, la sabiduría era un objetivo logrado solamente con la enseñanza, y que la virtud moral solo se lograba con el hábito. Su enfoque fue más el sentido común y que la moralidad se desarrolla con la experiencia.

En términos políticos, sus puntos de vista sobre la sociedad ideal también difieren. La República de Platón consiste en una sociedad utópica, gobernado por el filósofo sabio que son objetivo y racional, y que han sido elevado a no valorar la riqueza material o buscar relaciones humanas exclusivos, incluso con sus propios hijos. Cada persona en la sociedad tiene cualidades que se correlacionan con oro, plata o hierro, y las clases y la jerarquía se forman utilizando esta teoría.

Los líderes de la sociedad son los regentes, luego están los guerreros que protegen y defienden, y, por último, los agricultores y artesanos que trabajan la tierra. Los niños se colocan en una clase basada en habilidades y destrezas, y permanecen en esta clase de vida. la sociedad ideal de Platón se supone que debe ser en torno a la justicia y el bien común, con la vida que es difícil y exigente para todas las clases, pero la sociedad se beneficia en su conjunto, y los niños tienen las mismas oportunidades que no se basan en el estatus de sus padres.

La sociedad ideal de Aristóteles se centra más en la felicidad, compañerismo independientemente de su clase, y la participación de todos los ciudadanos en los asuntos políticos. También cree que debe haber un equilibrio entre el trabajo y el ocio. Ellos están de acuerdo en la educación de los niños, con la necesidad de tener educadores específicos que enseñan a los niños correcto de lo incorrecto y la realidad de la ficción, pero Aristóteles considera que esto debe terminar en la edad adulta, momento en el que se convierten en ciudadanos de pleno derecho y comprender estas cuestiones.

Conclusión.

En general, Aristóteles fue más probable que utilizara de métodos científicos y físicos para determinar verdades, mientras que Platón fue más propensos a usar su intuición y el sentido común. Sin embargo, muchos sostienen que, si bien Platón fue un pensador más extravagante, Aristóteles era más racional y realista, sobre la base de los sistemas existentes y siempre en busca de mejoras prácticas.

Las doctrinas de Platón y Aristóteles contrastan en los conceptos de la realidad, el conocimiento al nacer, y el mecanismo para encontrar la verdad. Tal vez no hay otros filósofos que hayan tenido un enorme impacto en el mundo civilizado.

Introducción a la pedagogía.

César R. Cortés