EDUCACIÓN PARA LA PAZ. LA REALIDAD DE NUESTROS DÍAS: LA VIOLENCIA
Enviado por Ninoka • 22 de Octubre de 2018 • 4.666 Palabras (19 Páginas) • 356 Visitas
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EDUCAR PARA UNA CULTURA DE PAZ
“La paz debe construirse en la cultura y en la estructura, no sólo en la mente humana” Galtung.
Teniendo en cuenta el escenario que se ha descrito y del cual somos protagonistas, se debe tener claro que es posible abrir espacios de conciencia y lucidez que den lugar a alcanzar la paz y la sana convivencia. Este propósito sólo se logrará si se trabaja desde la mente de los seres humanos, cambiando su manera de pesar y de enfrentar las dificultades. Para hacerlo es necesaria construir educación. Una educación para la paz que no se quede solo en la ocurrencia de un gobierno o de un grupo de soñadores sino que sea vista desde una necesidad que apremia el individuo y la sociedad. En este momento diversas organizaciones internacionales (ONU, UNESCO y UNICEF) se mueven en este sentido: promoviendo y apoyando una educación para la paz que de paso a una cultura que haga frente a la cultura de violencia que se enseñorea del mundo. En otras palabras, la paz debe ser una construcción social en donde los seres humanos puedan disfrutar de cada uno de sus derechos alejados de cualquier forma de violencia y utilizando la cultura para desarrollar un disfrute no alienante (ONU, 2000; UNESCO, 2009; Acevedo, Duro, & Grau, 2002; Jares, 2001; Cabezudo & Haavelsrud, 2013; Mayor Zaragoza, 2003; Sarmiento Santander, Acciones colectivas por la paz en Colombia, 2005)
Y, ¿qué significa educar para una cultura de paz? O ¿qué es una cultura de paz? Para dar respuesta a dicha pregunta la Unesco señala lo siguiente:
La Unesco refiere que una cultura de paz se fundamenta en un estilo de vida donde se resalta la no violencia por medio de la incorporación de valores y comportamientos que acepten a cada individuo con sus diferencias (UNESCO)
Según la ONU, identifican 8 ámbitos de acción para los actores a nivel local, nacional e internacional que proponen: (UNESCO)
- Promover una cultura de paz por medio de la educación
- Promover el desarrollo social y sostenible
- Promover el respeto de todos los derechos humanos
- Garantizar la igualdad entre mujeres y hombres
- Promover la participación democrática
- Promover la comprensión, la tolerancia y la solidaridad
- Apoyar la comunicación participativa y la libre circulación de información y conocimientos
- Promover la paz y la seguridad internacional
Esto con el fin de promover y mejorar todos los planos que tengan que ver con cultura de paz (UNESCO).
La educación es una tarea humana, centrada en el diálogo entre los participantes y dirigida a favorecer la comprensión del mundo, mayor desarrollo de la personalidad y una mejor utilización de las capacidades para abordar con entereza los problemas reales de una sociedad de constantes cambios, por ende, la educación, es el instrumento indispensable para lograr una formación en cultura de paz, teniendo en cuenta elementos como: el aprendizaje, la práctica de la no violencia, los valores, el dialogo, el respeto y la lucha por los derechos humanos (Fernández, Fernández, Unger, Giebel, & Aramayo, 2011; Tuvilla Rayo, 2004).
Al momento de dar lugar a una educación encaminada a la paz. Se habla de cuatro aprendizajes necesarios en el desarrollo de la educación a lo largo de la vida, y que pueden ser aplicados a la misma educación en la paz (Vicen, 2011):
- Aprender a conocer: Identificar y ser consciente del entorno en que se desarrolla el ser humana, lo ayuda a la adquisición de instrumentos que dan lugar a la comprensión de éste.
- Aprender a hacer: Adquiriendo habilidades que facilitan el poder actuar sobre el entorno.
- Aprender a vivir juntos: Fomenta la participación y cooperación en actividades sociales.
- Aprender a ser: “Progresión esencial que participa de los tres aprendizajes anteriores”.
Por otro lado, se plantean cuatro ámbitos de actuación al momento de llevar a cabo una educación para la paz (Tuvilla Rayo, 2002):
- El aprendizaje de una ciudadanía democrática: Encaminada a rescatar elementos como el derecho y el deber de cada persona, creando posibilidades de diálogo y la resolución no violenta de conflictos -en espacios que den lugar al consenso, la comunicación y de interacción-, esto de la mano de un proceso cognitivo (asimilación de ideas), un proceso social (actitudes propias de una sociedad democrática y un proceso afectivo (reconocimiento e interiorización de valores), es uno de los ámbitos de actuación que debe tener la cultura de paz en la educación (Tuvilla Rayo, 2002). El programa Aulas en Paz también maneja los procesos mencionados anteriormente, los cuales, son orientados hacia el desarrollo de competencias ciudadanas, dando lugar a que las personas puedan aportar al desarrollo de una sociedad vinculada a la no violencia (Ramos, Nieto, & Chaux, 2007)
- Educación para la paz, los derechos humanos, la democracia y la tolerancia: Como un aprendizaje constante y social que permite y da lugar a la adquisición de valores sociales (aprender a vivir consigo mismo, con los demás y con la naturaleza), esto considerado como una necesidad para afrontar los cambios y buscar alternativas de solución (Tuvilla Rayo, 2002).
- La mejora de la convivencia escolar: Dirigida a los espacios institucionales con la firme intención de organizar y fomentar con autonomía y responsabilidad la resolución favorable de conflictos (Tuvilla Rayo, 2002).
- La prevención de la violencia: Por medio de habilidades sociales y comunicativas e implementación de técnicas que fomenten la resolución pacífica de conflictos, trabajando a su vez en manejo de la inteligencia emocional e incorporando programas de educación para la paz tanto en el clima escolar como en la cultura (Tuvilla Rayo, 2002).
Cabe resaltar que la cultura de paz es el resultado de un proceso en educación para la paz que logra incorporarse a los diferentes escenarios que enfrentamos diariamente, tanto culturales como escolar. El escenario escolar sería integrados en los distintos procesos curriculares que se manejan en la escuela haciéndolo parte de un ambiente institucional que obtenga inspiración y orientación de las reformas educativas,
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