EL COLONIALISMO INTERNO. EL QUIEBRE DE LA CORPORALIDAD.
Enviado por Eric • 15 de Marzo de 2018 • 1.850 Palabras (8 Páginas) • 364 Visitas
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Mismo fuera el caso si nos planteamos el patriotismo, nacionalismo, republicanismo, etc. A parte de la connotación enfermiza que encierran ya de suyo todos los ismos, podríamos aventurarnos a desmitificar las simismidades que interfieren la dialógica relación del constructo del ser único y su integral forma de identificarse y hacerse presente a su realidad.
De aquí la radicalización en afirmaciones en torno a lo latinoamericano, que son potencialmente planteadas por Anibal Quijano[3].
Pero volvamos al tema que nos ocupa:
Dentro de las perspectivas psicológicas y sociológicas del ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Para dónde voy?, nos planteamos la especificidad semántica y concreta de su realidad potencial, la raíz constitutiva de la existencia del ser humano.
No es usual hacernos este tipo de preguntas: ¿Tengo mentalidad colonial? ¿Estoy renunciando a mí cultura? ¿Tengo cultura? ¿Estoy aculturado? ¿Me han cooptado mi cultura? ¿He emulado mi cultura? ¿ Soy un resultado híbrido cultural? Al contrario, solemos ir por la vida promulgando el decreto nacionalista del que suponemos florece nuestro ser mexicanos, guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, nicaragüenses, costarricenses, panameños, etc. Y lo somos realmente pero en razón de la concepción unilateral de la superlativización de la repetición de lo aprendido como real, en una especie de endiosamiento o fetichización de los formalismos occidentales como afirma Enrique Dussel.[4]
Procesos que a su vez se naturalizan en su perversión.
Podríamos hacer un ejercicio de introspección y dilucidar nuestras concepciones de los ámbitos que priman la construcción social: El poder, el saber y el ser. Walter Mignolo asegura que el giro descolonial consiste en desprenderse del chaleco de fuerza de las categorías de pensamiento que naturalizan la colonialidad del saber y del ser y la justifican en la retórica de la modernidad[5].
Repasemos las antinomias que sostienen las radicalizaciones de:
Civilización- barbarie.
Ciudad- campo: sociedad tradicional.
Señor - siervo.
Patrón- obrero: la primera etapa del capitalismo (industrial).
Adquiriendo unas características específicas[6]:
- Economía Metrópolitana.
- Dependencia.
- Monopolio para la explotación de un trabajo más barato.
- Niveles de vida de las colonias inferiores a las de la metrópoli.
- Sistemas represivos predominantes, mucho más violentos y perdurables que en las metrópolis.
- Tendencia a aumentar la desigualdad internacional. Opresión y discriminación.
ESTRUCTURAS Y RITMOS DEL COLONIALISMO INTERNO.
Siguiendo a Walter Mignolo, en una perspectiva cercana a los temas que podrían ocupar ciento de páginas tratando de indagar sobre los fundamentos en los que descansa nuestra identidad, nos planteamos la estructura y los ritmos coloniales desde la misma lógica de la colonilidad , aquello que la hace posible, que le da existencia.
- La colonialidad del poder.
- La colonialidad del saber.
- La colonialidad del ser.
En primer lugar plantearnos, ese ethos o la filosofía, que ejemplifica los valores que se convierten en la moral que rige la sociedad, y la cual posibilita la justificación del imperialismo jerárquico político, el cual se estructura tras el cinismo militar “hacer la guerra, para defender la paz”, en los dinamismos del racismo y el patriarcalismo. Aquí juegan un papel determinante nos dirá Mignolo los imperios occidentales, capitalistas y cristianos (católicos y protestantes).
El poder se establece como paradigma del colonialismo imperial, desde la desinhibición de las fibras nucleares de la misericordia dando a la personalidad una importancia radical más que a la verdad de la frugalidad y temporalidad de la versatilidad y vulnerabilidad humana. El “mero mero” hasta que se muere. “el hombre” dicen en Nicaragua, y todos los apelativos que pueda tomar en los distintos contextos atravesados por el mismo afán, estatizar formas de poder individuales o corporacionales.
Las sociedades se van configurando políticamente a través del saber, un ámbito que se encuentra secuestrado fundamentalmente por los enmarques coloniales, es por medio de esta esfera desde conocimientos y formas de comprender diseñados con el objetivo de coactar las subjetividades de los sin poder para garantizar la tradición del estatus privilegiado del poder.
Habiendo coactado y consecuentemente produciendo una emulación de la libertad, se concretiza la colonización del ser, de la identidad, de la razón ética fundamental de los individuos y los pueblos.
De aquí un necesario giro decolonial, incluso con características más profundas que la teoría crítica, aunque esta le sea complementaria.
La decolonización interna requiere insertarse en los procesos descolonizadores como lo hace Frantz Fanon en las fronteras del liberalismo-economicista imperial, del cristianismo salvacionista y el marxismo revolucionario. Desde estos pensamientos, que se constituyeron como únicos en lo occidental, desde su “reactivación” nos dirá Mignolo, no su resuperación que es imposible y podría degenerar en fundamentalismo, pero su “reactivación” no en su más pura realidad sino como pensamiento crítico fronterizo, se puede establecer el puente para una otro u otros mundos posibles, siguiendo a Mignolo, no conrolados por la iglesia, el soviet o el consenso de Washinton.
Se hará una genealogía de la descolonización apoyado en los planteamientos de Walter Mignolo. Texto anexo:
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